El responsable de la Dirección de la Madre Tierra de la Alcaldía de Cochabamba, Germán Parrilla, aseguró que este fin de semana los vecinos de Albarrancho deberán informar si aceptan o no la construcción de la planta de abono y biogás en la zona.
Después de haber socializado, durante un mes el proyecto, los vecinos de Albarrancho deberán hacer conocer su respuesta sobre la construcción de esta planta.
Parrilla manifestó que el conflicto con los vecinos pone en riesgo la donación de 500 mil dólares de la Cooperación Suiza para la construcción de la planta.
Según el director, los vecinos no tienen por qué oponerse a este proyecto debido a que no se generará malos olores y será de gran utilidad para la zona. “Los vecinos no tienen por qué oponerse ya que son predios que no les pertenecen y no puede perderse este financiamiento”, detalló el funcionario.
En octubre, se registraron enfrentamientos entre uniformados y los pobladores de Albarrancho, que rechazaron el proyecto debido a que ya soportan la contaminación que genera la planta de tratamiento de aguas servidas de Albarrancho, que administra Semapa.
La Cooperación Suiza esperará unos dos meses para la ejecución de este proyecto, si en este periodo no se garantiza un lugar para construir esta planta, la institución entregará el proyecto a la Alcaldía y retirará el financiamiento.
En este proyecto el municipio tiene una contraparte de 720.000 bolivianos para la ejecución de este proyecto. Este monto de dinero será destinado para la construcción de equipos y el enmallado de la planta.
La institución extranjera elaboró el proyecto, tramitó la ficha ambiental y apoyó el proceso de socialización que inició la Alcaldía. Los pobladores exigen que primero Semapa mejore la administración de la planta de aguas servidas antes de permitir la instalación de un nuevo proyecto.
Quieren aprovechar residuos sólidos
Según la Alcaldía, el Complejo Productivo de Abono Orgánico y Biogás permitirá aprovechar los residuos sólidos orgánicos generados en Cercado y producir abono orgánico, gas y energía eléctrica. El plan es usar el abono para la reforestación, el uso de gas domiciliario y el alumbrado público.
El proyecto cuenta con una inversión que supera los 3 millones de bolivianos, pretende procesar 90 toneladas de residuos orgánicos y generar 20 toneladas de abono orgánico por día, sobre una superficie de 40.000 metros cuadrados, a partir de enero del 2014. Una de las razones para la negativa de los vecinos es que la planta traiga malos olores y afecte la salud.
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