Un inmenso yacimiento de gas y petróleo atrapado en la roca madre, y cuya explotación entraña gran impacto ambiental, será el mayor reto de YPF, la empresa petrolera argentina que volvió a ser controlada por el Estado.
Especialistas en distintas ramas de ingeniería y de economía del petróleo se entusiasman con la perspectiva de estos hallazgos, si bien advierten de que el precio a pagar puede ser muy alto.
“Hay indicios indirectos de la presencia de reservorios en Argentina, pero esto sólo se sabrá con certeza cuando se avance en la exploración”, dijo el economista Roberto Kozulj, de la Universidad Nacional de Río Negro.
Kozulj, especializado en economía del petróleo, sostuvo que los obstáculos radican en el monto de la inversión requerida y en el riesgo ambiental por el consumo de grandes cantidades de agua, de energía y de sustancias químicas para extraer estos recursos.
Según el informe Annual Energy Outlook 2011, divulgado en abril del año pasado por la Administración de Información de Energía (EIA) de Estados Unidos, Argentina es el tercer país con mayor potencial geológico para este tipo de hidrocarburos, después de China y Estados Unidos.
El estudio analizó la viabilidad de 48 cuencas en 32 países y estimó que en Argentina podrían extraerse 774 trillones de pies cúbicos de gas (TCF, por sus siglas en inglés), 60 veces más que las reservas convencionales actuales del país.
Los yacimientos están en cuatro cuencas, pero la Neuquina es la que más promete. Allí se encuentran las formaciones Vaca Muerta y Los Molles, que se extienden por el subsuelo de cuatro provincias: Neuquén y Mendoza, en el oeste, La Pampa, en el centro, y Río Negro, en el centro-sur.
El gobierno de Neuquén ya tiene algunos datos del potencial de la región obtenidos en estudios preliminares, sostuvo el economista Ariel Carignano, de la Universidad Nacional del Comahue, en su libro ¿Qué es el gas no convencional? Aspectos técnicos básicos y desarrollo en la Argentina, de 2011. Ese informe sostiene que, aun con un “alto grado de incertidumbre”, estudios de la Subsecretaría de Minería e Hidrocarburos de Neuquén estiman en 170 TCF el gas recuperable de Vaca Muerta y entre 130 y 192 TCF el de Los Molles.
La eventual explotación permitiría aumentar la producción de combustible, crear empleo y desarrollar nuevas tecnologías, pero con un gran impacto ambiental. Éste es el dilema de la nueva YPF, tras la estatización del 51% de sus acciones.
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