La salida de carburantes de Bolivia hacia el vecino país es indiscriminada. Falta control.
Pese al control fronterizo militar para evitar el contrabando de combustibles bolivianos su comercialización continúa en la población peruana del Desaguadero a precios mayores que los fijados en Bolivia, según verificó La Prensa.
En la avenida Panamericana de esa población, los comerciantes de gasolina, diésel y gas licuado de petróleo ofertan el producto boliviano en grandes cantidades y a precios altos.
Pese a que la Ley 100, de Desarrollo y Seguridad de las Fronteras, prohibe el transporte de gas licuado en vehículos no autorizados ni almacenar el carburante en tiendas, depósitos o en domicilios particulares, el contrabando continúa y evade el control fronterizo.
La Prensa consultó a los vendedores peruanos de combustibles el origen del producto e indicaron que llegan de Bolivia.
"La gasolina, el petróleo (diésel) y el gas que se vende en esta parte del Desaguadero son de Bolivia y nuestros proveedores son bolivianos", dijo un comerciante peruano que pidió reserva.
Explicó que las personas utilizan diferentes formas para meter el producto al Perú.
"Ellos traen los combustibles poco a poco. Entre los pañales, entre otros productos en bolsas sintéticas de 10 litros en los carritos de carga que son tirados por bicicletas, que no son requisados".
En la avenida Panamericana del Desaguadero peruano, se observó más de 30 tiendas que distribuyen la gasolina y el diésel por galones de 3,75 litros.
"Nosotros vendemos toda la cantidad que nos solicitan porque estamos bien abastecidos. Compramos a bajos precios y vendemos a un monto poco menor del que se vende en nuestro país. Hay un margen de ganancia".
diferencias comerciales. En Bolivia, un litro de gasolina especial cuesta 3,73 bolivianos; la gasolina premium, 4,79 y el diésel, 3,72.
Estos mismos productos en el mercado ilegal de Perú tienen un precio promedio entre 9 y 10 bolivianos que varía de acuerdo con las fluctuaciones del nuevo sol.
El precio, en consecuencia, de los carburantes bolivianos en la nación vecina se triplica.
La venta de los combustibles se realiza en bidones, botellas pet de dos litros o envases de mayor volumen.
En el caso del gas licuado se pudo observar la venta de este producto garrafas bolivianas que, sin contenido, en Bolivia cuestan entre 200 y 230 bolivianos y solamente el gas licuado cuesta 22,50 bolivianos.
En la banda peruana de Desaguadero, el precio del envase y el contenido del producto boliviano tiene un rango de entre 340 y 370 bolivianos y, solamente, el gas licuado, 75 y 90 bolivianos.
En el recorrido por la avenida Panamericana se observó una gran cantidad de garrafas de color amarillo de origen boliviano y los botellones peruanos que se identifican por los colores que tienen y que varían entre azul, morado y celeste.
Entretanto, las autoridades bolivianas aseguran que luchan en contra del contrabando de combustibles, pero sus esfuerzos parecen no tener éxito, de acuerdo con lo observado en la frontera.
El artículo 226 del código penal establece que la persona que almacene o comercialice diésel, gasolina o gas licuado de petróleo sin estar autorizado por la entidad competente será sancionado con privación de libertad de tres a seis años.
755 millones de dólares destinará el Gobierno para subvencionar los hidrocarburos en 2012.
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