Según informes de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos, (YPFB) hasta junio de 2010 en el departamento la producción de hidrocarburos como el petróleo disminuyó en un 60% de lo que producía en el año 2006.
Hasta hace poco más de cuatro año se producía casi 15 mil barriles al día y en junio de 2010 la producción bajó a 6 mil barriles diarios.
Informes del Centro de Documentación e Información - Bolivia, (Cedib), indican que a la fecha en el país 4.900 barriles de petróleo se producen al día, de estos unos 3.800 barriles son extraidos de los campos de Cochabamba.
Es decir que desde el año 2006 la producción a nivel departamental bajó en un 75%, pues actualmente se produce sólo el 25% de los 15 mil barriles.
El Cebid señaló que con la disminución de la producción de petróleo en Cochabamba se requieren al menos 10 años para la recuperación de recursos y regalías óptimas.
El investigador en Recursos Naturales del Cedib, Gustavo Rodríguez informó que en Cochabamba existen en total nueve campos hidrocarburíferos de los cuales cuatro (Paloma, Surubí, Surubí Noroeste, Surubí Bloque Bajo - BB) son productores de petróleo y el resto de gas.
Los cuatro campos petrolíferos ubicados en el departamento aportan el 75 por ciento de petróleo que se produce en todo el país.
Rodríguez destacó que la producción disminuye porque los pozos se van secando y en el resto del país los campos petroleros producen muy poco.
De esta manera el petróleo ha ido perdiendo en exploración y producción y se ha ido incrementando solamente la producción de gas.
“Esto afecta en el hecho de que si no tenemos petróleo la refinería no puede producir las cantidades que se necesitan de gasolina ni de diésel”, aclaró el investigador asegurando que el Gobierno ha reconocido, con el gasolinazo, que el petróleo en Bolivia está en descenso y que donde se está acabando es en Cochabamba.
EXPLORACIÓN. El Cedib confirmó que después de la capitalización no se ha hecho ningún trabajo de exploración petrolera en Cochabamba. Esto repercute también en la rebaja de las regalías, que son la mayor fuente de ingresos económicos para Cochabamba.
Rodríguez destacó la importancia de la producción del petróleo explicando que por ser un hidrocarburo pesado tiene mayor poder calórico y más poder energético que el gas. Esto permite principalmente obtener gasolina y diésel.
El investigador señaló que cuando Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos, (YPFB) era estatal, antes de la capitalización en 1997, había descubierto campos de gas (incluyendo el megacampo San Alberto en Tarija) que dejaba en reserva para priorizar la exploración de petróleo.
Con la capitalización las empresas buscaban sólo negocios rentables y lo consiguieron con la explotación de gas, dejando de lado la exploración para encontrar más campos de petróleo.
“El aumento de producción de petróleo registrado en 1998 es por la exploración que se hizo antes de la capitalización”, aclaró Rodríguez.
La nacionalización, al parecer, tampoco logró cambios positivos. Con esta medida el 100 por ciento de la empresa Chaco y el 51 por ciento de Andina pasan a manos del Estado que se hace cargo sólo del 20 por ciento de la industria y el restante 80 por ciento queda en manos de Petrobras, Repsol y otras empresas petroleras.
Además, el 20 por ciento a cargo del Estado corresponde a los campos en descenso, que cada vez tienen menor producción.
Los campos más ricos en petróleo son Surubí, Paloma, Surubí BB, Surubí Noreste y están en manos de Repsol.
Según los informes del Cedib, las exploraciones de YPFB realizadas el año 1995 identificaron diez trenes estructurales, con seguridad de encontrar reservorios de hidrocarburos, pero las empresas sólo explotan tres de esos trenes. Los bloques Mamoré y Chapare son el mayor potencial petrolífero.
“En casi 15 años han sobreexplotado los campos de petróleo de Cochabamba. Los pozos fundamentales de Santa Cruz contribuyeron al país por 20 ó 30 años”, señaló el investigador.
ÉXITO. Internacionalmente, una industria petrolera es competitiva si por cada 10 pozos que perfora uno es exitoso.
Según las tasas de éxito exploratorio que maneja el Cedib en Argentina hay 56 por ciento de éxito exploratorio, en Bolivia 52 por ciento (es decir que de cada 10 pozos perforados cinco son exitosos) y detrás están Brasil y Colombia con 41 por ciento y Perú con 15.
“Quiere decir que en Bolivia buscar petróleo no es una pérdida es algo que nos han hecho creer”, expresó Rodríguez asegurando que los riesgos por exploración no son elevados.
Argumenta esta afirmación mencionando que la empresa Andina tiene un éxito exploratorio del 40 por ciento y Chaco alcanza un éxito hasta del 60 por ciento. Agregó que históricamente YPFB tiene un éxito exploratorio de 34 por ciento y las empresas transnacionales de un 27 por ciento.
Precio se mantiene desde 2005
El precio del barril de petróleo en Bolivia se mantiene congelado en 27 dólares desde el año 2005.
Para el investigador en Recursos Naturales del Cedib, Gustavo Rodríguez el costo de producción de un barril en Bolivia es de dos dólares en la mayoría de los campos y en pocos 10 dólares.
Por tanto la exigencia de las empresas de cobrar según precios internacionales (de casi 90 dólares por barril) no corresponde. Según el Cedib, con los 27 dólares las petroleras cubren todos sus costos.
El Cedib indicó que el precio internacional de producción (trabajo que se hace cuando ya se tienen los pozos) oscila entre los 10 y 14 dólares por barril. Esto es diferente a los costos de búsqueda, exploración y desarrollo que internacionalmente son de 60 dólares por barril. “Pero es porque buscan petróleo dentro del mar y los costos se cuadruplican”. En Bolivia no existen datos sobre un aproximado del costo de exploraciones porque estas labores no se están realizando, pero se puede asumir que los costos son mucho menores que a nivel internacional por la potencialidad que existe.
La disminución del petróleo afectó regionalmente a las regalías y a la ejecución de proyectos
Con la disminución de la producción de hidrocarburos en Cochabamba se pone en riesgo también la ejecución de obras y proyectos de inversión pública del departamento porque los recursos corresponden en un 90 por ciento a las regalías hidrocarburíferas.
El techo presupuestario de la Gobernación para el Plan Operativo Anual (POA) 2011 es de 340 millones de bolivianos.
Alrededor de 162 millones corresponden a regalías por hidrocarburos, más de 107 al Impuesto Directo a los Hidrocarburos (IDH) y más de 40 millones al Impuesto Especial por Hidrocarburos y sus Derivados (IEHD) que se traducen en el 90 por ciento de los ingresos para el departamento.
Los 340 millones de bolivianos presupuestados deben utilizarse en funcionamiento y en inversión.
El 15 por ciento se designa para gastos de funcionamiento que incluye salarios, servicios básicos y otros y el 85 por ciento restante es para los gastos de inversión pública que se traducen en la ejecución de obras y proyectos. Con las bajas en la producción de hidrocarburos en Cochabamba el cumplimiento de estos aspectos todavía estaría en duda.
Ya en septiembre de 2010 el gobernador de Cochabamba, Edmundo Novillo reconoció que la baja en las regalías repercute en los ingresos para 2011 y expresó que los trabajos de exploración para nuevos pozos petrolíferos son una alternativa que puede permitir recuperar los niveles de producción.
Desde entonces se desconoce sobre proyectos en tema de exploración de nuevos campos petrolíferos.
El asambleísta de Todos por Cochabamba Óscar Mercado informó que YPFB destina sólo el uno por ciento de recursos para la exploración y esto corresponde aproximadamente a un millón de dólares que considera insuficiente para encontrar petróleo.
PERJUICIOS. En la propuesta del POA 2011 presentada por Novillo se excluyeron 115 obras de las más de 170 previstas para 2010.
La falta de recursos económicos obligó a priorizar sólo las que ya estaban en ejecución el pasado año. Solamente alrededor de 50 de los más de 170 proyectos pasaron a ser de continuidad.
Este hecho fue cuestionado por los asambleístas de oposición que aseguraron que esa era una muestra de que el departamento no tiene la capacidad autonómica de tener un presupuesto de acuerdo a las necesidades.
El “gasolinazo” fue la respuesta para promover la producción
El presidente de la Asamblea Legislativa Departamental, Héctor Arce, defiende la nivelación de precios de combustibles, medida denominada como “el gasolinazo”, argumentando que la intención era impulsar la producción hidrocarburífera.
“Estaba orientado a promover la producción de petróleo en nuestro país lo cual va a dar gasolina y diésel”, dijo Arce asegurando que ante la falta del hidrocarburo existen riesgos para la adquisición de los combustibles.
El asambleísta del Movimiento Al Socialismo asegura que el precio del barril de petróleo, de 27 dólares, frente al precio internacional que bordea los 90 dólares es un aspecto negativo para la inversión.
“Para las empresas no es atractivo invertir recursos para extraer petróleo de nuestros suelos por el costo, esa ha sido una causa fundamental. Por eso las empresas se dedican solamente a la producción de gas”, expresó anunciando que se buscan posibilidades para promover la producción de petróleo para tener gasolina y diésel.
Arce reconoció que como aparato político existieron errores.
“Reconocemos que de repente en algunos niveles se ha fallado, faltó una política más clara y agresiva. Tenemos que producir más”, manifiesta sin dejar de mencionar que la producción de petróleo se ha reducido en un alto porcentaje en los años recientes. “No existe exploración. Pero con esta crisis se ha tomado la decisión de promover de manera rápida y acelerada, no importan los recursos hay que invertir en la exploración”, dijo Arce lamentando que la Constitución Política del Estado prohíba la firma de contratos de YPFB a pérdida, considerando que no existe la garantía de que todas las exploraciones tengan resultados óptimos.
Sin embargo Arce resalta que se debe promover la producción. “Existe riesgo, pero si no se explora cómo identificaremos el petróleo. Todavía hay que readecuar las normas”, concluye.
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