Producto de estos encuentros, su puso nuevamente sobre la mesa del debate la importancia de los llamados biocombustibles o combustibles líquidos procedentes de materia orgánica —como el bioetanol, el biodiesel o el biogás—, cuya producción e investigación encuentra al país, a decir de dichos expertos, prácticamente en pañales con un rezago que deja a Bolivia a la cola de los países no sólo de esta parte del continente sino de la región latinoamericana.
Así lo advierte Juan Carlos Lijerón Rojas, coordinador del proyecto Estudio de caso para la mesa redonda sobre biocombustibles sostenibles, que forma parte junto a otros cuatro estudios sobre la materia del libro Biocombustibles Sostenibles en Bolivia, que fue presentado en el foro.
“Hablar sobre biocombustibles en Bolivia aún causa sorpresa, lo que es lamentable, porque existe un gran potencial en todos los departamentos para desarrollar productos de este tipo”, dice Lijerón
El “gran potencial” al que se refiere el especialista tiene que ver, todavía, con la gran diversidad de materias primas para la producción de biocombustibles, distribuidas en todas la regiones del país. Entre ellas, Lijerón destaca la thola, en el altiplano; de la cual puede obtenerse aceite y de éste biodiesel, que si bien no va a sustituir totalmente al diesel obtenido del petróleo, puede mezclarse con éste e incrementar su volumen. También está el piñón, en el Chaco, y muchas variedades de palmeras en el trópico. Sin olvidar el ricino, macororó y el cusi. En última instancia, es posible obtener biodiesel a partir incluso de los aceites comestibles usados.
“Si queremos comenzar ya, ésta (la utilización de aceites comestibles usados) es una buena opción en tanto se avanza en la normativa y se desarrollan algunos cultivos, lo que requiere por lo menos dos años”, afirma Lijerón.
A decir del especialista, “Bolivia esta vez no puede desaprovechar la oportunidad que le da la historia”, cuando el tema forma parte de la agenda mundial y se cuenta con la experiencia de países vecinos como Brasil, que llevan más de 30 años en el rubro. O naciones como Venezuela y Cuba (ver nota de apoyo), ideológicamente afines al Gobierno, que no han descuidado este tema, por lo que no han dejado de subirse a este carro.
Para Lijerón, la generación futura de energía es prácticamente impensable sin los biocombustibles, por lo que en caso de no asumir una posición más activa, el país podría verse obligado a ser, una vez más, un simple exportador de materias primas o, peor aún, tener que importar este tipo de combustibles, el biodiesel, por ejemplo, para mezclarlo con diesel.
Por ello considera prioritario iniciar un proceso masivo de información para llegar a la población y desde luego al Gobierno.
Gobierno teme por los alimentos
La posición del Gobierno sobre los biocombustibles, expresada en la voz del presidente Evo Morales y ratificada por el ministro de Desarrollo Rural, Carlos Romero, es que su producción está prácticamente descartada por su impacto en la provisión de alimentos y en el medio ambiente.
“Como ya lo dijo el Presidente, no vemos la necesidad de producir biocombustibles. Además, es uno de los factores que incide en la crisis alimentaria y tiene un fuerte impacto ambiental. Tenemos muchas otras fuentes de provisión energética”, dijo Romero.
Al respecto, el experto en medio ambiente y biocombustibles Miguel Barba afirma que es posible producir estos productos de manera sostenible. “Tenemos una diversidad sin igual, por lo que se puede usar materia prima no comestible para producir energía”.
Glosario
Combustible • Es una sustancia capaz de arder con el oxígeno del aire, es decir, oxidarse de manera violenta, generando energía con su combustión.
Diesel • El diesel es un derivado del petróleo, constituido por mezcla de alcanos. Un combustible que se emplea en motores que funcionan por compresión.
Biocombustibles • Combustibles líquidos, procedentes de materia orgánica. Se usan en motores de vehículos. (Fuentes: Biocombustibles Sostenibles y EFE).
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