Los pobladores de los municipios benianos de Riberalta y Guayaramerín -en el norte del país- soportan la escasez de gasolina y diésel desde hace algunos días, incluso existe el racionamiento en la provisión de energía eléctrica.
Según un reporte de la red ERBOL, en Guayaramerín se presenta una carencia total de combustibles y persisten largas filas de los motorizados en las estaciones de servicio.
La Cooperativa de Servicios Eléctricos Guayaramerín desde el jueves además raciona por cuatro horas diarias la provisión de energía eléctrica ante el desabastecimiento del diésel.
La desesperación cunde en los propietarios de motorizados de servicio público y particular, porque en los tres surtidores la respuesta es la misma: “no tenemos carburantes”.
Los mototaxistas sólo logran conseguir entre dos a tres litros de gasolina diarias para su trabajo, mientras transportistas interprovinciales consiguen cargar hasta 50 bolivianos.
La Red Beni y Pando de ERBOL reportaron ayer que un grupo que presta el servicio de transporte público en motocicletas intentó tomar las instalaciones de la regional de Yacimientos Petrolíferos Bolivianos (YPFB) en Riberalta.
Los enfurecidos mototaxistas tumbaron la puerta de ingreso y la Policía se vio obligada a utilizar elementos persuasivos. El administrador de la estatal petrolera en Riberalta, Luis Fernando Troncoso, dijo que los movilizados intentaron tomar la planta y tuvieron que acudir los efectivos de la Policía y las Fuerzas Armadas.
“Hoy estamos preparados para evitar cualquier eventualidad”, sostuvo. Varios pobladores, mototaxistas y transportistas duermen en los surtidores para tratar de conseguir entre dos, tres o más litros para sus motorizados. Mientras, los revendedores negocian la botella de dos litros de combustible hasta en 30 bolivianos.
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