La planta separadora de Río Grande lleva el sello de dos empresas bolivianas: Servicios Petroleros Bolivianos (Serpetbol) , que se encarga de las obras civiles, y Carlos Caballero, que fabrica los tanques de almacenamiento.
Según ANF, seis tanques de almacenamiento de gas licuado de petróleo (GLP), cada uno con capacidad de 415 metros cúbicos, además del galpón para los motogeneradores son fabricados por la firma Carlos Caballero.
Serpetbol es la encargada del movimiento de suelos, obras civiles, montaje electromecánico e instrumentación y trabaja en Río Grande con 600 personas y equipo pesado, de acuerdo con los datos del gerente general, Mario Ríos, publicados en Petróleo y Gas de la Cámara Boliviana de Hidrocarburos.
Ambas firmas nacionales, contratadas por la argentina Astra Evangelista SA (AESA), muestran sus inversiones y crecimiento para atender proyectos como la instalación de la planta Río Grande. Sobre el papel de las empresas de servicios petroleros, el presidente de la CBHE, Carlos Delius, aseguró que “están en la línea de trabajo al lado de los nuevos desafíos”.
Agregó que las nacionales “supieron dar un salto y asentarse exitosamente en otras naciones”.
Para proveer los depósitos de GLP, en la empresa Carlos Caballero “desarrollamos desde la ingeniería, la fabricación y el traslado de tanques”, afirmó el gerente general de la firma, Diego Caballero.
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