El Gobierno de Argentina está considerando seriamente en reducir las dimensiones del nuevo Gasoducto al Noreste Argentino (GNEA), debido a la crisis económica global y porque Bolivia no cumplirá, en el tiempo establecido, con los volúmenes de gas acordados para la venta. Así lo revela un artículo del periódico argentino Clarín publicado ayer.
Al respecto, el viceministro de Desarrollo Energético, Misael Gemio, aseguró a La Razón que el Estado boliviano no conoce de esta determinación, e indicó que se está “a la espera de una reunión con las autoridades de Argentina, ya que Bolivia está haciendo esfuerzos para aumentar su producción de gas”.
La nota del diario argentino señala textualmente que “por los incumplimientos de Bolivia y el impacto de la crisis económica global, el gobierno (de Cristina Fernández) se apresta a redefinir el gasoducto del NEA, la obra de infraestructura clave con la cual pensaba abastecer buena parte de la mayor demanda de gas de los próximos 20 años”.
De acuerdo a Clarín, el nuevo diseño de la obra de transporte prevé dos cambios significativos. Uno de ellos es el diámetro de las cañerías y el tamaño de los equipos de compresión. Inicialmente, el ducto troncal iba a ser de 36 pulgadas, pero ahora se utilizarán tubos de 16 y 14 pulgadas de diámetro. El otro cambio tiene que ver con las tres plantas compresoras del proyecto original, ya que sólo se instalaría una.
En octubre del 2006, los gobiernos de Bolivia y Argentina, a través de las empresas estatales Yacimientos Petrolíferos Bolivianos (YPFB) y Energía de Argentina SA (Enarsa), suscribieron un contrato de compra y venta de gas por 20 años, por un mínimo de 7,7 millones de metros cúbicos diarios (MMmcd) de gas desde el 2007 y un máximo de 27,7 MMmcd a partir del 2010.
“Tras confirmar que Bolivia recién podrá entregar a partir del año 2014 los 27,7 MMmcd que se había comprometido a despachar desde 2010, el Ministerio de Planificación decidió modificar el proyecto del GNEA con una versión más acortada y limitada”, describe el periódico argentino.
En septiembre, el Ministerio de Hidrocarburos de Bolivia lanzó la Estrategia Boliviana de Hidrocarburos (EBH), en la que proyecta enviar al mercado argentino el volumen máximo contractual (27,7 Mmmcd) a partir del año 2014, es decir, con un retraso de cuatro años, razón por la que el Gobierno pensaba modificar los plazos del contrato, a través de una adenda.
De acuerdo al ex viceministro de Desarrollo Energético Jorge Ortiz, en la adenda debían modificarse plazos y volúmenes, en función a la posibilidad de producción boliviana. Ahora, Argentina pretenderá incluir en esta adenda las nuevas dimensiones del GNEA porque, de lo contrario, estaría incumpliendo con los acuerdos contractuales.
Implicará venta de menos gas
Una reducción de las dimensiones del gasoducto GNEA implicará que Bolivia le venderá menos gas natural al mercado argentino. Con 16 pulgadas de diámetro en el nuevo ducto, sólo se podrá exportar un máximo de 16 millones de metros cúbicos diarios (MMmcd), explicó a este medio una fuente del sector de Hidrocarburos.
“Si se toma en cuenta además el gasoducto ya existente (el Yabog), se podría exportar 7 MMmcd más, sumando un máximo de 23 MMmcd, volumen que no llega a los 27,7 MMmcd, que establece el contrato entre Argentina y Bolivia”.
Adicionalmente, las inversiones comprometidas en el sector bajarían y quedaría en suspenso el proyecto de instalación de la planta separadora de líquidos del gas, para la industrialización de este energético, que debe procesar más de 30 MMmcd, explicó otra fuente consultada.
Al respecto, el viceministro de Desarrollo Energético, Misael Gemio, aseguró a La Razón que el Estado boliviano no conoce de esta determinación, e indicó que se está “a la espera de una reunión con las autoridades de Argentina, ya que Bolivia está haciendo esfuerzos para aumentar su producción de gas”.
La nota del diario argentino señala textualmente que “por los incumplimientos de Bolivia y el impacto de la crisis económica global, el gobierno (de Cristina Fernández) se apresta a redefinir el gasoducto del NEA, la obra de infraestructura clave con la cual pensaba abastecer buena parte de la mayor demanda de gas de los próximos 20 años”.
De acuerdo a Clarín, el nuevo diseño de la obra de transporte prevé dos cambios significativos. Uno de ellos es el diámetro de las cañerías y el tamaño de los equipos de compresión. Inicialmente, el ducto troncal iba a ser de 36 pulgadas, pero ahora se utilizarán tubos de 16 y 14 pulgadas de diámetro. El otro cambio tiene que ver con las tres plantas compresoras del proyecto original, ya que sólo se instalaría una.
En octubre del 2006, los gobiernos de Bolivia y Argentina, a través de las empresas estatales Yacimientos Petrolíferos Bolivianos (YPFB) y Energía de Argentina SA (Enarsa), suscribieron un contrato de compra y venta de gas por 20 años, por un mínimo de 7,7 millones de metros cúbicos diarios (MMmcd) de gas desde el 2007 y un máximo de 27,7 MMmcd a partir del 2010.
“Tras confirmar que Bolivia recién podrá entregar a partir del año 2014 los 27,7 MMmcd que se había comprometido a despachar desde 2010, el Ministerio de Planificación decidió modificar el proyecto del GNEA con una versión más acortada y limitada”, describe el periódico argentino.
En septiembre, el Ministerio de Hidrocarburos de Bolivia lanzó la Estrategia Boliviana de Hidrocarburos (EBH), en la que proyecta enviar al mercado argentino el volumen máximo contractual (27,7 Mmmcd) a partir del año 2014, es decir, con un retraso de cuatro años, razón por la que el Gobierno pensaba modificar los plazos del contrato, a través de una adenda.
De acuerdo al ex viceministro de Desarrollo Energético Jorge Ortiz, en la adenda debían modificarse plazos y volúmenes, en función a la posibilidad de producción boliviana. Ahora, Argentina pretenderá incluir en esta adenda las nuevas dimensiones del GNEA porque, de lo contrario, estaría incumpliendo con los acuerdos contractuales.
Implicará venta de menos gas
Una reducción de las dimensiones del gasoducto GNEA implicará que Bolivia le venderá menos gas natural al mercado argentino. Con 16 pulgadas de diámetro en el nuevo ducto, sólo se podrá exportar un máximo de 16 millones de metros cúbicos diarios (MMmcd), explicó a este medio una fuente del sector de Hidrocarburos.
“Si se toma en cuenta además el gasoducto ya existente (el Yabog), se podría exportar 7 MMmcd más, sumando un máximo de 23 MMmcd, volumen que no llega a los 27,7 MMmcd, que establece el contrato entre Argentina y Bolivia”.
Adicionalmente, las inversiones comprometidas en el sector bajarían y quedaría en suspenso el proyecto de instalación de la planta separadora de líquidos del gas, para la industrialización de este energético, que debe procesar más de 30 MMmcd, explicó otra fuente consultada.
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