Chuquisaca tiene otras dos áreas hidrocarburíferas por delimitar

VOLUMEN

16 trillones de pies cúbicos es el volumen potencial que se estima entre los bloques Huacareta y Azero.

Azero y Huacareta, son los bloques que podrían convertir a Chuquisaca en el principal departamento productor de hidrocarburos. Como ocurrió hasta hace poco con Incahuasi, también están considerados como campos compartidos por lo que se constituyen en dos importantes reservas por definir con límites debidamente establecidos.

¿Es acaso un buen momento para aprender de los errores? según el analista en hidrocarburos de la Fundación Jubileo, Raúl Velásquez, efectivamente es un momento clave para que Chuquisaca comience a debatir y proponer –con anticipación– la reglamentación específica para la definición de campos compartidos porque, según él, si bien hay un reglamento no es técnicamente preciso; y de contar con límites claros entre Santa Cruz y Tarija, con los que comparte sus dos bloques más importantes para su territorio y para el país, una vez que sean confirmados como reservas encontradas.

Actualmente, ambos bloques se encuentran en fase de exploración, así que aún no es una reserva encontrada, pero sí se estima que entre ambos tengan un potencial aproximado de 16 TCFs (trillones de pies cúbicos), volúmenes que si en los próximos años se confirman, convertirán a Chuquisaca en el mayor departamento productor del país.

Si bien los bloques más importantes para Chuquisaca serán Huacareta y Azero, Velásquez afirma que Incahuasi también aportará a la economía de Chuquisaca si se determina la conectividad del reservorio y con ello si es que es compartido, como en el caso de Margarita con Tarija.

FALTA NORMATIVA PRECISA
Debido a que no sólo el campo de Incahuasi significará un problema para Chuquisaca respecto a los campos compartidos puesto que se tiene pendiente que termine la exploración en Azero y Huacareta, es importante que desde la región se insista en el debate y la elaboración de normas y un reglamento específico con las precisiones técnicas puntuales sobre cómo establecer si una reserva es o no es compartida, recomienda Velásquez.

“Se debe trabajar no sólo por Incahuasi, sino porque hay otras áreas reservadas a favor de YPFB que también son compartidas y seguramente cuando den resultados vamos a estar en el mismo problema”, comentó.

Al indicar que es el momento para que las autoridades departamentales y nacionales trabajen en este tema para evitar conflictos posteriores tanto en las áreas hidrocarburíferas en operación como en las que recién comenzarán a ser exploradas, Velásquez también destacó que es importante que la población se comprometa y pueda hacer seguimiento de estos recursos a través de un acceso pleno a la información a través de la Secretaría de Hidrocarburos de la Gobernación.

¿Y SOBRE INCAHUASI?
Lo que ahora le toca hacer a Chuquisaca es acelerar la definición de límites con Santa Cruz para que con ello pueda promover un estudio de extensión y conectividad para establecer en qué grado es compartida el área.

Velásquez considera que pese a que este campo se explora desde 2004, no hubo la inquietud concreta de ambos departamentos para consensuar con YPFB y el Ministerio de Hidrocarburos una norma específica ni para la delimitación de sus territorios, hecho que considera un descuido sobre el tema.