El pozo BBL-16D, ubicado en Bulo Bulo, cuya perforación fue inaugurada en días pasados por el presidente Evo Morales, como parte del plan intensivo de exploración de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), fue descubierto hace 21 años, según la web de YPFB Chaco. El especialista Hugo del Granado explicó que se trata de un pozo de desarrollo y no un pozo exploratorio.
Según el sitio web de YPFB Chaco, el Campo Bulo Bulo fue descubierto en 1993 e ingresó a producción en noviembre de 2001, es decir, hace casi 13 años. El sitio señala también que, después de la capitalización, se perforaron dos pozos, el BBL-9 y el BBL-11, “y en ese momento Chaco realizó una inversión muy importante para desarrollar este campo y procesar la producción del Campo Bulo Bulo en la planta de Carrasco”.
YPFB Chaco añade que se perforaron nueve pozos y actualmente ocho están en producción con un promedio de 1.710 barriles de petróleo por día (BPD), aunque no se sabe si el dato es actual porque no figura la fecha.
El sitio señala también que el Campo Bulo Bulo es explotado por agotamiento natural recolectando la producción a una profundidad promedio de 4.750 metros; sin embargo, los datos oficiales de YPFB, señalan que con el BBL-16D se pretende alcanzar una mayor profundidad con un taladro con capacidad para llegar a 4.500 metros para incorporar nuevas reservas, es decir, se estaría buscando nuevas reservas a una menor profundidad.
Al margen del dato poco claro sobre la profundidad de la exploración, en su columna semanal en este diario publicada ayer, del Granado resaltó que Bulo Bulo es un campo importante entre los operados por Chaco y las inversiones que efectúa esta empresa son para desarrollarlo.
Para explicar que no es un campo exploratorio, citó a la Agencia de Noticias de YPFB que informó que “el principal objetivo del pozo (...) es producir las reservas probadas de gas de la Arenisca Cajones y probables (de) Arenisca Yantata”.
Al respecto, del Granado afirmó que “por definición, ningún pozo exploratorio tiene como objetivo producir reservas probadas” pues su objetivo es “explorar las posibilidades de encontrar yacimientos con reservas susceptibles de ser producidas”. Así, el BBL-16D “no es exploratorio sino de desarrollo de campo”, por tanto, “no es cierto lo que afirma el presidente de YPFB de que el pozo ‘profundiza nuestro compromiso de continuar con el plan intensivo de exploración’”.
El especialista señaló que los datos revelan una “distorsión de la información” con el objetivo de “mostrar una intensa actividad exploratoria que no es real”.
Citó un informe de gestión de 2012, del Ministerio del ramo, que señala que se perforaron tres pozos exploratorios por año, “un promedio desastroso para un país cuyas exportaciones de gas son de 50 por ciento del total y porque varios de los pozos, siendo exploratorios, resultaron secos o no eran exploratorios porque fueron perforados en campos ya conocidos o descubiertos en años anteriores”.
Analistas coinciden en que Bolivia debe hallar nuevas reservas urgentemente para renegociar su contrato de exportación con Brasil que fenece en 2019.
“Falencia” en planes
El especialista en hidrocarburos, Hugo del Granado, afirmó que no es preciso reparar las falencias en los planes exploratorios.
Citó el caso del plan exploratorio 2011-2020, que preveía ejecutar 100 millones de dólares, una inversión considerada “magra”.
En cuanto al plan intensivo de exploración 2014-2018, prevé invertir 386 millones de dólares por año; pero esa cifra es menor a los 453 millones de inversión en exploración del plan anual de inversiones para 2014.
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