La Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH) se incautó de 10.000 litros de diésel y gasolina, cien cilindros de gas licuado de petróleo (GLP) y cinco vehículos por un valor de un millón de bolivianos en la feria de Patacamaya, en la frontera con Perú.
En la localidad fronteriza, se observó una tranca de peaje improvisada controlada por "contrabandistas” que cobran hasta tres bolivianos por litro de combustible y por cada cilindro de GLP para cruzar el puente en la frontera entre Bolivia y Perú.
El modo de operar y la acumulación de combustible y GLP fueron "rastreados” por más de dos semanas por el grupo de inteligencia de la Dirección de Operaciones de Interdicción de Hidrocarburos (DOIH) para planificar la estrategia del operativo.
Cuando se disponían a pasar bidones de gasolina y diésel al lado peruano, miembros de la DOIH sorprendieron a los contrabandistas, quienes corrieron en toda dirección, evadiendo su detención con ayuda de comerciantes de otros productos, por lo cual lograron dispersarse en cuestión de segundos.
Pese a la resistencia de los contrabandistas, que apedrearon a los efectivos policiales, se decomisó el combustible y los vehículos que servían para el traslado.
El jueves por la noche el grupo de la DOIH llegó hasta la planta de Senkata, en El Alto, para depositar el producto incautado y se iniciarán los procesos legales que correspondan para que los vehículos pasen al Estado.
El titular de la DOIH, Jaime Cuéllar, acusó a una persona y a clanes familiares y dijo que hay "grandes grupos de contrabandistas”.
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