Dudas y duras críticas se ciernen en torno a la incertidumbre reinante en la comercialización del Gas Licuado de Petróleo (GLP) en el mercado interno, la importación y el anuncio de exportación al Paraguay son temas que hasta la fecha no se ha concretado y menos informado. Hasta antes del 28 de julio, Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolvianos (YPFB), había informado que por efecto del invierno, por el incremento de la demanda de 1,788 toneladas métricas por día (TMD), se estaba importando el GLP, pero sin precisar la cantidad exacta referente al margen de déficit con que se tropezó.
"Parece que el Gobierno no se da cuenta que la empresa estatal está en manos de gente inepta. Lo único cierto es que hacen una millonaria campaña publicitaria", señaló Humberto Vacaflor, periodista del área económica.
Un empresa politizada. Por su parte, Álvaro Ríos, experto energético, observó que en YPFB hay un manejo político, cargada de una propaganda mediática y con fines electorales, más allá de que la Planta de Río Grande haya o no ingresado a su funcionamiento y producción del GLP. "Las colas y las fallas en la venta del producto van a seguir existiendo. No es problema de la Planta de Río Grande, ese complejo en algún momento se va ha poner en marcha, pero el problema es de logística. Todo pasa porque YPFB ha tomado todo a su cargo y no hay participación privada como había antes", precisó.
Misterio. El Día, buscó sin éxito comunicarse con Mauricio Marañón, gerente nacional de Comercialización de YPFB respecto a las mencionadas críticas.
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