Las empresas de servicios petroleros han reactivado sus actividades con los diversos proyectos de industrialización del gas que llevan adelante tanto la estatal YPFB Corporación como las operadoras privadas.
Enrique Menacho, gerente general de Bolinter, reveló que fueron seleccionados por la española Técnicas Reunidas para trabajar, junto a una empresa paceña, en las fundaciones y obras civiles de la planta separadora de líquidos Gran Chaco, así como en la construcción de sus edificios y campamento permanente.
La firma está a cargo del montaje de 3.000 metros de parrales, estructuras metálicas que sostienen las cañerías de la planta. “En este momento tenemos 600 trabajadores en la planta de Gran Chaco”, indicó Menacho. La empresa también tiene otros 750 trabajadores en la fase II de la planta Margarita, de Repsol.
Desde la transnacional española señalaron que las compañías que participan en las diferentes actividades del proyecto fueron contratadas a través de procesos de licitación internacionales y cumplen con lo que se establece en el contrato de operaciones suscrito con YPFB. “En el caso de la construcción de la planta Margarita, en la fases I y II, el trabajo se lo adjudicó Técnicas Reunidas. En la construcción de líneas, actualmente está trabajando el consorcio Iberese-Conpropet, mientras que para la perforación de pozos fue seleccionada Petrex”, explicaron. A su vez, estas empresas contratan a firmas nacionales para desarrollar actividades específicas, como Bolinter, Inesco, Inca, Mopetman, Inbolpack, Vialco y Servich.
Con sello boliviano
Juan Mario Ríos, gerente general de Serpetbol, sostuvo que por la experiencia, equipamiento, infraestructura y capacidad técnica, fueron elegidos como la principal subcontratista para la construcción de la planta separadora de líquidos Río Grande, a cargo de la argentina AESA.
Serpetbol ejecutó el movimiento de suelos, las obras civiles, las edificaciones, el montaje de equipos, obras mecánicas y obras de electricidad e instrumentación, además del precomisionado y comisionado. Para encarar este proyecto, Serpetbol adquirió una grúa de 500 toneladas de capacidad, la más grande que existe en el país.
“En la obra llegamos a contratar alrededor de 1.000 personas en el momento de mayor actividad”, destacó el ejecutivo.
La empresa Kaiser es la contratista de la obra civil y del montaje electromecánico de la planta de gas Itaú. Los trabajos que empezaron en enero del año pasado están por concluir, según señaló el gerente del proyecto de la planta, Ramiro Crispín. “Luego de 570 días de ejecución, que fue todo un desafío, en septiembre está previsto poner en marcha la planta”, adelantó Crispín.
Esta industria boliviana se destacó por la fabricación de 19 módulos en su taller de Mapaiso (Santa Cruz), que antes se importaban, para lo cual empleó a 400 personas. De modo similar, Carlos Caballero SRL elaboró seis tanques de almacenamiento de GLP, cada uno de 415 m3 de capacidad, para la Planta Separadora de Líquidos Río Grande.
Javier Farfán, presidente de Conpropet, indicó que con los actuales proyectos que llevan adelante se generan alrededor de 1.000 empleos directos.
Expresó que están participando en las licitaciones de los proyectos la planta de Gran Chaco y la planta de amoniaco y urea.
Carlos Delius, presidente de la Cámara Boliviana de Hidrocarburos y Energía, manifestó que para el futuro se plantean desafíos más complejos como los proyectos de industrialización (urea, amoniaco, polietileno), y que el sector de servicios está preparado para llevarlos adelante con sus conocimientos y tecnología.
Los negocios coincidieron en señalar que vienen invirtiendo gradualmente en nuevos equipos y la maquinaria necesaria.
Entre los proyectos recientes, Bolinter está iniciando otro contrato con Técnicas Reunidas para el montaje de la unidad de crudo (12.500 barriles por día) de la Refinería Gualberto Villarroel, mientras que Serpetbol participará en los trabajos preliminares del proyecto de la Planta de Urea y Amoniaco adjudicada a la coreana Samsung. Se solicitó información a YPFB, pero no respondió hasta el cierre de edición
Las empresas bolivianas
BOLINTER
Se especializa en construcciones petroleras y mineras. En más de 35 años ha desarrollado varios proyectos dentro y fuera del país. Entre sus primeros trabajos se encuentran la construcción de la planta de gas Vuelta Grande (1989), la conexión submarina de seis ductos para Petroecuador (1991) y el gasoducto Aguaytia en Perú (1997). Ahora trabaja en seis proyectos diferentes.
SERPETBOL
Se creó en 1967. Realiza montaje de plantas, equipos e instalaciones de superficie, obras civiles en general, obras electromecánicas, además de proyectos EPC y tendido, construcción y mantenimiento de ductos. Se destacó por sus obras en la planta separadora de líquidos Río Grande. Desde hace una década que se encuentran en Perú trabajando en la industria petrolera y minera.
KAISER
Se desenvuelve en el área de la ingeniería, construcción y mantenimiento de facilidades para el sector energético y minero. Tiene 14 años de experiencia, en los que desarrolló trabajos como la ampliación de capacidad de la planta Yapacaní, la construcción del gasoducto Chumbicha-La Rioja (Argentina), entre otros. Está por concluir la planta de gas Itaú de Yacuiba, Tarija.
CONPROPET
Se fundó en 1975. Presta servicios especializados petroleros en el upstream y servicios de ingeniería para el sector petrolero. Hace siete años abrió una sucursal en Perú para prestar servicios de construcción para la industria petrolera y minera.
Ha construido ductos, plantas petroleras, plataformas y caminos para perforación de pozos, obras civiles
y eléctricas, entre otros.
Se prevén obras para los próximos tres años
Álvaro Ríos | ANALISTA ENERGÉTICO
La construcción de las plantas separadoras de líquidos de Río Grande y de Gran Chaco, así como las expansiones de pozos, líneas y plantas del desarrollo de Margarita I y II y el desarrollo en la misma línea de Incahuasi, están requiriendo de más servicios petroleros.
Por la envergadura de los proyectos, las empresas de servicios están y estarán bastante ocupadas en los próximos tres años. Es de esperar que estas grandes contratistas (EPC) tengan la nobleza de subcontratar la mayor cantidad de servicios locales, caso contrario los beneficios durante la construcción serán ínfimos para los bolivianos y las empresas de servicios de Bolivia.
Se espera también que estas grandes contratistas no dejen de pagar a sus subcontratistas, como fue el caso de Técnicas Reunidas hace unos meses.
Por otra parte, las actividades de exploración dinamizarían aún más las actividades de las empresas de servicios petroleros, pero están ‘detenidas’ desde hace casi una década y no se vislumbra aún un fuerte despegue. Necesitamos un marco coherente y adecuado, además de un YPFB más dinámico y menos politizado para que esto ocurra y por qué no, una renegociación clara del contrato con Brasil para generar demanda.
En Perú ahora apuntan a los proyectos mineros
Las empresas de servicios petroleros que migraron a Perú para trabajar en el sector de los hidrocarburos, hoy apuntan a proyectos del sector minero, pues ofrece más oportunidades que el petrolero, que registra una caída.
Así lo constató Dinero en una visita que hizo a las compañías Serpetbol y Conpropet, que tienen sus oficinas en Lima y que como otras (IST, Bolinter y Equipetrol) cuentan con una amplia experiencia en Perú.
Sebastián Moyano, gerente comercial de Serpetbol Perú, indicó que en los últimos tres años la actividad petrolera peruana ha decaído en lo que se refiere a perforación de pozos y construcción electromecánica. “Así que hemos apuntado, un poco, la mirada hacia el sector minero, en el cual generamos el 50% o un poco más de la facturación total de la empresa”, afirmó Moyano.
Serpetbol Perú tiene una facturación por encima de los $us 100 millones, superior a las ventas que realiza en el país.
La empresa boliviana, que lleva 10 años en el mercado peruano, empezó con proyectos de mantenimiento en el sector petrolero. Posteriormente, realizó movimientos de tierra, construcción de gasoductos, montajes de plantas y lugares para equipos de perforación.
El proyecto más grande que han ejecutado fue la ampliación de la Planta Malvinas, de Pluspetrol, entre 2010 y 2012, que demandó unos $us 200 millones. Este trabajo lo realizaron en consorcio con AESA y Tecna.
Luis Jorge Llápiz, gerente general de Conpropet Perú, firma que opera en el vecino país alrededor de seis años, indicó que las empresas mineras son las que mueven la economía peruana y que pagan mejor que el sector de los hidrocarburos.
“Estamos apuntando a entrar a una licitación para hacer un mineroducto que está a cargo de la canadiense HudBay en Cusco”, reveló Llápiz.
El año pasado, Conpropet en consorcio con IST ejecutó el tendido de un ducto de ocho pulgadas en un tramo de ocho kilómetros para el transporte de cobre y plata, por medio de agua. El trabajo duró siete meses y fue para Antamina.
En hidrocarburos
El sector de petróleo y gas ha sido el que más actividades ha demandado de las sociedades bolivianas. Por ejemplo, Conpropet Perú realizó varios trabajos para Petrobras Energía, Repsol y Pluspetrol. En febrero armaron una mini topping (refinería) para la planta de gas Malvinas de Pluspetrol.
Serpetbol recientemente ha terminado un ducto de 47 kilómetros de 16 y 18 pulgadas para Pluspetrol. El proyecto que se realiza en el campo Camisea movilizó a alrededor de 1.500 trabajadores
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