El presidente de Técnicas Reunidas, José Luis Gutiérrez, afirma que se ‘pasa la vida en aviones’ debido a que debe viajar por el mundo para supervisar proyectos. Asegura: “Llegamos a Bolivia para quedarnos”.
¿Qué avances hay en la planta de separación de líquidos de Gran Chaco?
Hasta el 30 de abril el progreso del proyecto es un 44% y a finales de mayo estamos contemplando aproximadamente un 50% de progreso del proyecto. Con respecto a la construcción estamos en un 16 y 18%.
¿Qué representa el 44% de avance en términos de obras?
Lo que es importante saber es que, en un proyecto, las obras de construcción son aproximadamente el 30 y el 40%. Cuando medimos el 44%, tenemos unos pesos relativos de lo que es ingeniería, suministros y construcción. Significa que en construcción de obra local en Yacuiba solo está en 18%.
¿Cómo han incidido las medidas de presión de los indígenas que pararon obras?
Nos afecta, siempre nos afecta. Tenemos la experiencia previa en el campo Margarita, donde también hemos tenido sucesos similares. No obstante, cada vez que sucede esto siempre tenemos una buena coordinación con nuestro cliente, con los equipos técnicos que están trabajando localmente y tratamos de absorber los impactos que en plazo puedan significar estos eventos. Pero no lo consideramos un efecto que nos haya impactado considerablemente para poner en peligro las fechas de terminación de la planta para octubre de 2014.
En un escenario ideal, ¿en qué porcentaje debería estar?
Si no hubiera habido esos problemas, en lugar del 44% estaríamos en un 47%.
Los originarios, amparados en la Constitución Política del Estado, piden consulta previa y compensaciones, ¿cómo ve este escenario para las inversiones extranjeras?
Cada país tiene sus características, entonces nosotros nos acomodamos a lo que tengamos que acomodarnos. Es un tema interno del Gobierno, de las entidades políticas que dirigen el país y son ellos los que tienen que reconducir ese tema.
¿Cómo les ha afectado el caso de supuesta corrupción en las plantas separadoras de líquidos de Río Grande y Gran Chaco que derivó en el encarcelamiento de un ex gerente nacional de plantas de separación de líquidos de YPFB?
Yo diría que no nos hemos visto afectados. En nuestra compañía, y por eso trabajamos desde hace 45 años, nunca hemos tenido un conflicto de este tipo. Nuestra actitud es absolutamente transparente. Entramos en los concursos desde un punto de vista competitivo y tratamos de ganarlo en pura competición. Temas de corrupción desgraciadamente existen en todos los países del mundo.
¿Y cuáles son sus estándares éticos y de transparencia para participar de proyectos?
Gran Chaco es un proyecto importante, pero no podemos olvidar que ahora mismo la empresa tiene como $us 8.000 millones de cartera por ejecutar con cinco o seis proyectos que superan los $us 1.000 millones a escala global. Para Bolivia, Gran Chaco es un proyecto muy significativo en volumen de dinero y muy importante en nuestra política de querer desarrollar nuestra compañía en el país. Desde el punto de vista ético, la empresa tiene un código de ética que lo firman todos los empleados y en el momento en que hay la más mínima desviación o sospecha, lo que hacemos es retirar a ese personal. Es que la reputación es una cosa que tarda mucho en construirse y es muy difícil tener una buena reputación.
¿Qué otros proyectos tienen en portafolio?
Bueno, todos los proyectos que están saliendo de gas, petróleo y petroquímica. Estamos compitiendo en Incahuasi, en el proyecto de ampliación de la refinería Gualberto Villarroel de Cochabamba y en la propuesta de ampliación de la refinería Guillermo Elder Bell. Ya hicimos el proyecto Margarita I y estamos haciendo el proyecto Margarita II. Estamos en el proyecto Gran Chaco. Eso, entre 2010 y 2015, significarán entre $us 1.000 y $us 1.100 millones.
De adjudicarse los otros proyectos, ¿cuánto significará en inversión adicional?
En inversión de lo que son esos proyectos, Incahuasi y las dos refinerías, serían por un monto de $us 500 millones.
En Bolivia un tema de reclamo permanente es sobre mayor seguridad jurídica.
Bolivia está en un proceso progresivo de crecimiento. Todos los países cuando están en esa situación cambian sus leyes para acomodarlas a las circunstancias. Yo entiendo que es lícito que las leyes se cambien para beneficio del país, pero que en ese ejercicio no se haga daño a las empresas extranjeras que participan del desarrollo.
¿Cuánto recibieron por la planta Gran Chaco?
Tenemos un 44% de avance certificado del proyecto y se nos ha pagado por lo mismo, que son aproximadamente $us 200 millones
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