domingo, 10 de septiembre de 2017

La exploración en áreas protegidas avanza lento


Con el objetivo de aumentar las reservas hidrocarburíferas del país, Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) cuenta con 100 áreas reservadas de las cuales 15 están o se superponen en las 22 zonas ecológicas protegidas que tiene Bolivia.
Cabe recordar que el ministro de Hidrocarburos, Luis Alberto Sánchez, indicó que para este año se destinarán más de $us 2.000 millones para la exploración, explotación e industrialización de los hidrocarburos.

En 2016 la inversión fue de $us 2.411 millones. De este monto, a YPFB Casa Matriz le correspondieron $us 887,5 millones, a las empresas filiales y subsidiarias, con $us 995,2 millones y a las operadoras privadas, con $us 568,3 millones.
En su programa de 2016, la estatal petrolera definió ingresar a siete áreas protegidas para realizar actividades de exploración y explotación hidrocarburíferas, pero tras un año de labores el panorama es el siguiente:
De las siete zonas protegidas, en cinco, Iñao (Chuquisaca), Amboró Espejos (Santa Cruz), Pilón Lajas (Beni), Tariquía (Tarija) y Madidi (La Paz), los trabajos no pasan de sísmica 2D, de trámites para obtener la licencia ambiental y en algunos casos las labores están paralizadas por el rechazo de la población del lugar.

En Aguaragüe (Tarija) se realizan perforaciones exploratorias, intervención, desarrollo, magnetotelúrica y sísmica.
Solo en Carrasco (Cochabamba), Yacimientos hizo tareas de perforación y los resultados fueron positivos, pues de acuerdo con la estatal petrolera, el pozo Carrasco Este-X2 produce entre 410 y 415 barriles de condensado por día y una producción adicional de cinco millones de pies cúbicos por día (MMpcd), de gas natural, además de 35 barriles por día (BPD) de gasolina natural y 33 metros cúbicos de GLP.

Para Álvaro Ríos, exministro de Hidrocarburos, el programa de exploración y explotación de YPFB está acorde con la matriz productiva del país.
Ríos indicó que Bolivia no tiene otra alternativa, en el corto o mediano plazo, que seguir aprovechando su condición de país exportador de hidrocarburos y, para ello, debe aumentar sus reservas de gas natural.
La exautoridad señaló que el ingreso de Yacimientos a las zonas protegidas, como parques nacionales, áreas naturales de manejo integrado o reservas nacionales de vida silvestre, es una opción legal que tiene la petrolera nacional y sus socias extranjeras.

Sobre los resultados en las áreas protegidas en las que participa YPFB, Ríos indicó que es una lástima que no se esté avanzando y que las trabas no permitan un mejor trabajo.
“Una cosa es cierta, Bolivia no exporta tecnología ni equipos para la construcción, entonces no hay otra alternativa que buscar y buscar hidrocarburos; si se trata de una zona protegida, el sistema de exploración tendrá que ser menos invasivo, más costoso, pero se debe buscar gas natural y petróleo, no queda otra alternativa”, remarcó el experto.

Las primeras siete
A mediados de 2015, YPFB informó que, de las 15 áreas protegidas con potencial hidrocarburífero, se iba a trabajar en siete en primera instancia.
Apoyados en el Decreto 2366 que autoriza el desarrollo de actividades petroleras en áreas protegidas del país, el Gobierno impulsó los proyectos de la estatal petrolera; eso sí, para llevar adelante su trabajo, YPFB debía utilizar equipos y tecnologías más adecuadas y limpias, de última generación, con el objetivo de reducir el impacto ambiental negativo en las zonas a explorar.
La exploración sísmica Iñao 12G-2D comenzó con sus operaciones de campo el 19 de octubre de 2013 y terminó el 16 de junio de 2014, comprendiendo actividades de topografía y registro. En la actualidad se está en la etapa de procesamiento de datos para realizar la interpretación geológica.

En cuanto al área Amboró Espejos (parque nacional), según el Centro de Documentación e Información de Bolivia (Cedib), la empresa YPFB Andina SA tiene un contrato dentro de la reserva que estuvo paralizado por razones de fuerza mayor, pero con el actual decreto la situación cambia, por lo que la empresa ha anunciado que iniciará reconocimientos en el área, lo cual ha generado resistencia en la población.
En Pilón Lajas (parque nacional), el bloque se mantiene adjudicado a Petrobras, que se acogió a la cláusula de ‘fuerza mayor’ del contrato para evitar la obligación de tener que devolver el bloque por incumplimiento de actividades de exploración.
A mediados de julio de 2017, la estatal petrolera y Petrobras Bolivia, en convenio con Gazprom, indicaron que explorarán 10 áreas de interés en La Paz. Entre ellas están el área Madidi (parque nacional), para la cual el Gobierno firmó el convenio de estudio con la rusa Gazprom, que actualmente realiza las evaluaciones para determinar el potencial de esa zona, que es la más extensa con 690.000 hectáreas y está ubicada en una zona no tradicional.

Conflictos en Tariquía
“No vamos a permitir que las petroleras entren. Nos oponemos con uñas y dientes”, con estas palabras Felicindo López advirtió que la comunidad Motovi no permitirá que ninguna compañía petrolera toque la reserva nacional de flora y fauna de Tariquía.
En esa área, Yacimientos tiene previstos dos proyectos, San Telmo y Astilleros, con potencial de 3,4 TCF de gas natural.
Pero eso no importa para las comunidades que viven en la reserva, y que rechazan cualquier proyecto, pese a que YPFB declarara estratégica esa área.

Incluso la subsidiaria YPFB Chaco S.A. tramitó una licencia ambiental para la perforación de pozos. “No nos consultaron y aunque lo hagan, el 80% no quiere nada”, dijo López.
Enrique Tejerina, director interino de la reserva nacional, dijo que no es la primera vez que las petroleras ingresan a esa zona ecológica y aseguró que en los años 60 hasta el 2000 las petroleras estuvieron en el lugar. Sobre la actual intervención en la zona, Tejerina explicó que hasta la fecha se realizaron estudios de magnetotelúrica, un trabajo que no afecta la vegetación del área.

Se dio áreas desde 2007
Raúl Velásquez, investigador experto en temas de hidrocarburos, señaló que desde 2007 la estatal YPFB se vio favorecida por la dotación de más áreas para su uso exclusivo.
Con relación a las 15 reservas protegidas que están dentro del plan de YPFB, dijo que es necesario dejarlas fuera de los proyectos exploratorios.
“Consideramos que priorizar la inversión en las 85 áreas que no están sobrepuestas a los parques naturales es lo ideal”, sugirió el experto.

De su lado el investigador del Cedib, Jorge Campanini, precisó que actualmente los territorios de uso exclusivo de YPFB llegan a 26,1 millones de hectáreas, lo que representa un 24% del territorio nacional. Además, sostuvo que ya se concedieron 11 de las 100 áreas.

Cuestionó que varias de las áreas creadas se concentran en la Amazonia (cuenca del río Madre de Dios) y lugares inverosímiles, por su importancia cultural-natural, como El Pantanal y el altiplano, en las riberas del lago Titicaca, donde ya existe la autorización para realizar exploración sísmica.

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