Los 22 trabajadores de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) que fueron despedidos de la institución y que se declararon en huelga de hambre desde ayer esperarán hasta este jueves para ser reincorporados en la institución, de lo contrario, anunciaron, se crucificarán. Uno de los representantes de los afectados, David Paredes, aseguró que existe un trasfondo político en su salida y culpó al presidente de la empresa, Guillermo Aruquipa. El asesor legal de YPFB, Leonardo Chiquié, dijo a agencia ABI que no existe ningún reclamo en la empresa y pidió a los ex empleados utilizar el camino legal para plantear su reincorporación.
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