Mientras el Comité de Defensores del Chaco se desgañita, las autoridades asentadas en la capital chapaca se esconden. Queda menos de dos meses para conocer la ubicación final de las plantas industrializadoras del gas que Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) tiene previsto construir hasta 2018 (en el caso de la de propanos) y 2022 (en el caso de la de etanos) y hasta la fecha no se ha conocido ninguna acción convergente para asegurar la “tarijeñidad” de las mismas.
Sólo el diputado oficialista, Luis Alfaro, aseguró que “se ha hecho el seguimiento y podemos estar tranquilos porque las plantas van a estar en Tarija”, sin embargo, los secretarios de la Gobernación o la Comisión de Hidrocarburos de la Asamblea Legislativa han optado por mantener una actitud pasiva, desde Fernando Vega, secretario de Hidrocarburos, hasta Roberto Ruiz, secretario ejecutivo, pasando por Jhonny Torres, presidente de la Comisión Legislativa.
Un polo industrial y millones de beneficios
El presidente del Comité Defensores del Chaco, Miguel Justiniano, lo advierte. “Las plantas de etileno y propileno suponen una oportunidad para convertir Tarija y el Chaco en un polo industrial”, lo que implica inversión (más de 17.000 millones de dólares hasta 2025 según el presidente de YPFB, Carlos Villegas) y cientos de puestos de trabajo, calificados y no calificados.
Para Justiniano es “impensable” que las plantas puedan ubicarse en otro lugar que no sea el Chaco tarijeño, “al lado de la Planta Separadora de Líquidos de Yacuiba, porque sino el gasto de transporte sería grande e innecesario”. Sin embargo, YPFB si se lo plantea y públicamente lo confirmó el presidente Evo Morales y el presidente de YPFB, Carlos Villegas, durante la Cumbre de Hidrocarburos de la agenda 2025.
El vicepresidente de Contratos y Administración de Yacimientos, Luis Alberto Sánchez, aseguró en Tarija que el resultado no será público hasta finales del primer semestre, si bien los resultados se conocerán antes. “La consultora Tecnimont está trabajando en ello y se decidirá técnicamente”. La firma italiana, hasta la fecha se halla recogiendo información sobre los beneficios de instalar tal obra en Tarija, Chuquisaca o Santa Cruz.
Parámetros definitorios y geografía chaqueña
Tres son los parámetros que utilizan las industrias para definir sus ubicaciones: Proximidad a los mercados, mano de obra calificada y fiscalidad; más allá del propio costo de instalación, que en el caso de Yacuiba está garantizado, de acuerdo a la iniciativa del ejecutivo seccional Marcial Rengifo, quien dispuso terreno para la instalación del complejo.
Justiniano advierte que en el caso de las plantas industrializadoras, los parámetros no deberían variar a pesar de que el promotor es una empresa estatal financiada con los recursos de todos los bolivianos. “No tiene sentido pagar un ducto para trasportar los líquidos separados de Yacuiba hasta Santa Cruz, por ejemplo, porque encarece el producto”. En ese caso, hay que tener en cuenta que las plantas de etileno y propileno solo serán un paso intermedio hacia otras industrias, de iniciativa pública o privada, que comprará la materia prima para transformarla en productos acabados. “Entrar en el imperio del plástico”, afirmó Carlos Villegas en la Cumbre de Tarija.
A pesar de ello, la mayor parte de la producción se destinará a la exportación y si bien el Chaco tarijeño es más próximo a la frontera de Argentina y Paraguay, el mercado más importante de Sudamérica es el brasilero.
El analista y consultor tarijeño, Ramiro Paz Cerruto advierte: “El Chaco está mejor vertebrado entre sí que con Tarija capital, por lo que la ubicación definitiva puede ser irrelevante para ellos, más al contrario puede servir para dar continuidad y unidad a un territorio divido en tres departamentos”.
La propia porosidad del Chaco, no solo entre departamentos sino entre países, podría hacer irrelevante la calificación de la mano de obra, mientras que la fiscalidad, de momento, es competencia estatal y se aplica en todos los territorios.
elAPUNTE
¿Es negocio la conversión del gas en plástico?
Según los datos que maneja el vicepresidente del Estado, Álvaro García Linera, la industrialización supondrá “multiplicar por cuatro los recursos de la exportación. Cada dólar que se ingresa por exportación hoy se convertirá en cuatro”. Sin embargo, no todos los análisis son tan favorables. El analista y consultor, Ramiro Paz Cerruto, considera que la industrialización a partir de gas no es rentable frente a la que se obtiene por el petróleo, por lo que las inversiones tardarán en ser amortizadas.
En ese contexto, la incertidumbre sobre las reservas de gas disponibles juega en contra de Bolivia. Según los datos oficiales de YPFB, en 2023 se acabaría todo el gas si es que no se encuentran nuevos yacimientos.
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