En los últimos ocho años, la producción hidrocaburífera en Cochabamba disminuyó drásticamente, según estadísticas de la Dirección de Hidrocarburos de la Gobernación.
En los campos petroleros del trópico de Cochabamba disminuyó de 5,10 a 1,43 millones de barriles diarios y la producción de gas natural bajó de 39,82 a 20,39 millones de BTU. Asimismo, el gas licuado de petróleo (GLP) procesado durante ese periodo en la refinería Gualberto Villarroel de Valle Hermoso bajó de 99.403 a 47.287 toneladas métricas (TM).
La reducción de la producción de hidrocarburos del departamento, en los 11 campos petroleros localizados en el trópico, se debe al agotamiento paulatino de los pozos en explotación y, fundamentalmente, a la falta de inversión en trabajos de exploración y sísmica 3D, coincidieron en señalar ayer el director de Hidrocarburos de la Gobernación de Cochabamba, Oswaldo Quiñones, y el vicepresidente de Administración, Fiscalización y Contratos de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), Luis Alberto Sánchez.
En criterio del experto en hidrocarburos, Bernardo Prado, ninguna de las petroleras que operan concesiones otorgadas en los bloques Chapare y Mamoré del trópico de Cochabamba realizaron inversiones significativas en exploración para confirmar o aumentar reservas y garantizar larga vida productiva de los campos.
“Sabemos que todos los campos se agotan tarde o temprano. Desde hace años estamos produciendo y exportando la producción de estos campos; pero no estamos reponiendo y para hacerlo tenemos que invertir en exploración, no hay otra solución”, sostuvo.
Agregó que todas las inversiones que ejecutaron las empresas petroleras Chaco y Repsol en últimos 10 años estuvieron dirigidas al desarrollo de campos, es decir a producir más, al extremo que los pozos ingresan en declinación.
En la presente gestión, YPFB tiene previsto invertir 3,32 millones de dólares en trabajos de exploración en el trópico.
Sánchez afirmó que, una vez que se protocolicen los contratos de exploración en las áreas de San Miguel e Isarzama, la inversión en exploración podría superar los 25 millones de dólares, porque se perforará un pozo y se realizarán tres prospecciones más en Bulo Bulo Profundo y Katari. El ejecutivo hizo énfasis en que los más de 600 millones de dólares de inversión destinados este año a Cochabamba duplican lo programado en 2013.
Según Prado, 3,2 millones de inversión en exploración “es irrisorio y no significa nada”, considerando que levantar una torre cuesta 70 millones de dólares.
“Yo creo que es una inversión simbólica para Cochabamba, porque apenas alcanzaría para hacer algo de sísmica o geología de superficie. Con ese monto pueden estar seguros de que no habrá ningún descubrimiento en Cochabamba”, advirtió.
Inversión 2013
El año pasado, YPFB presupuestó alrededor de 6,82 millones de dólares para el sector hidrocarburífero en Cochabamba, de los cuales 5,90 millones fueron invertidos en la perforación del pozo CRE-X2 en Carrasco Este alcanzó una producción inicial de 2,85 millones de pies cúbicos de gas día (MMpcd); alrededor de 650 mil dólares en labores de procesamiento sísmico en el municipio de Chimoré y 270 mil dólares en estudios geológicos en la localidad de Chispani, explicó Sánchez.
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