Señalaron que constituyó una farsa el anuncio que YPFB había tomado las medidas necesarias para evitar una escasez de carburantes durante el prolongado feriado de fin del 2011 y principio del 2012.
Muchos conductores de vehículos, en Tambo Quemado tuvieron que soportar la mala educación de los trabajadores del surtidor quienes racionaron la compra de combustible únicamente a un equivalente de 100 bolivianos.
A los conductores de vehículos se les dijo que la gasolina les alcanzaría hasta la localidad de Patacamaya; lastimosamente en el trayecto, hasta La paz, los surtidores privados y uno que administra Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) estaban cerrados, la situación obligó a muchas personas a adquirir gasolina sucia y de mala calidad de tiendas y de revendedores a siete bolivianos el litro.
Los afectados afirmaron que por la emergencia tuvieron que comprar esta clase de gasolina que malogra motores, responsabilizando a los dueños de surtidores y a YPFB por los daños de sus vehículos.
Este tipo de decisiones viene a perjudicar la imagen del país cuando no se toman las previsiones para evitar restricciones en la venta de gasolina, perjudicando a muchos turistas que tuvieron que soportar la falta de combustible para llegar a sus destinos.
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