Desde 2007, cuando se perforó el pozo Kanata Este-1, ninguna de las empresas Chaco y Repsol que operan concesiones otorgadas en los bloques Chimoré y Mamoré, respectivamente, del trópico de Cochabamba, realizaron inversiones significativas en trabajos de exploración para confirmar, reponer y aumentar reservas y garantizar larga vida a la industria hidrocarburífera local.
Una mayoría de las inversiones que ejecutaron Chaco y Repsol en los últimos cinco años estuvo dirigida principalmente al desarrollo y explotación de campos, mientras que un porcentaje mínimo a tareas de exploración y sísmica, indica el especialista en el área Gustavo Rodríguez Cáceres.
Se trata de montos pequeños, similares a los efectuados en el Bloque Chimoré y en el Valle de Sajta, que no dieron resultado.
“Después de la mínima inversión en el Valle de Sajta, ni Repsol ni Chaco han descubierto un solo campo más en el trópico”, dijo Rodríguez Cáceres y señaló que las empresas priorizaron el desarrollo de los campos de gas natural antes que de petróleo —que es el recurso que más tiene Cochabamba— por la rentabilidad que reportan los compromisos de exportación a Brasil y gentina.
Largo plazo
En caso de que este o el próximo año se realicen inversiones en exploración petrolera (sísmica, gravimetría, perforación de pozos y otros) en Cochabamba, los resultados empezarán a concretarse dentro de siete a 10 años, debido a que ese tiempo tardan los trabajos de investigación y prospección petrolera.
La consecuencia más importante de esta “sequía” de inversiones es el decremento de la producción de petróleo y gas natural, principalmente, porque los pozos en actual operación datan de hace muchos años atrás e ingresaron en un proceso de declinación natural.
“Un ejemplo de esta dramática situación y falta de previsión económica y financiera es que la producción de petróleo y gasolina en los campos del trópico de Cochabamba disminuyó drásticamente de 12.635 millones de barriles día el año 2002 a solamente 5.971 millones de barriles el año pasado”, señaló el especialista.
Debido a los mismos factores, dijo que el descenso de la producción de petróleo en Cochabamba fue constante: de 12.635 millones de barriles de petróleo día en 2002 a 11.297 barriles día en 2007; a 9.392 barriles día en 2008; a 7.291 barriles día en 2009 y a solamente 5.971 barriles día en 2010.
En el caso del gas natural, estadísticas de YPFB Corporación señalan que la producción del departamento de Cochabamba también disminuyó de 2,54 millones de metros cúbicos de gas día (MMmcd) en 2002 a 2,30 MMmcd el año pasado.
El Plan Nacional de Exploración 2010-2020 prevé trabajos de prospección en siete áreas del departamento de Cochabamba, aunque no se conocen plazos fijos.
La subsidiaria YPFB Chaco tiene previsto invertir 15 millones de dólares en los campos Carrasco y Chimoré; en tanto que YPFB Petroandina SAM alrededor de 3,3 millones de dólares en trabajos de exploración en los bloques Sécure y Chispani.
Rodríguez Cáceres señaló que todos los campos de YPFB Chaco (Carrasco, Kanata, Kanata FW, Kanata Norte, Carrasco FW y Bulo Bulo) son gasíferos.
Hay proyectos de YPFB
Durante la gestión 2011 y el primer semestre de 2012, el Gobierno tenía previsto invertir 134,84 millones de dólares en toda la cadena de producción de hidrocarburos del departamento de Cochabamba. A principios de este año, la petrolera estatal anunció esa inversión, que debía incluir también el sector de la exploración.
Las operaciones debían realizarse a través de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), dependiente del Ministerio de Hidrocarburos, y las inversiones fueron distribuidas de la siguiente forma: 18,30 millones de dólares en actividades de exploración; 24,97 millones en explotación; 65,32 millones en transporte; 11,65 millones en refinación y 14,59 millones en la extensión de redes de gas domiciliario.
En la Dirección de Hidrocarburos de la Gobernación informaron que varias empresas, entre nacionales y extranjeras, manifestaron su interés de invertir en la exploración de las tres áreas restantes de Isarzama, Manco Kapac y San Miguel.
El ritmo de ejecución de esas inversiones es monitoreado por los ministerios de Hidrocarburos y Economía, YPFB Corporación y la Gobernación de Cochabamba, según la Dirección de Hidrocarburos departamental.
CIFRAS DE LAS REGALÍAS DEPARTAMENTALES
La Gobernación de Cochabamba recibió, entre enero y septiembre de este año, alrededor de 23,26 millones de dólares por concepto de regalías petroleras, según el siguiente detalle: en enero, 2,48 millones; en febrero, 2,48 millones; en marzo, 1,90 millones; en abril, empezó a subir a 2,19 millones; en mayo, 2,34 millones; en junio a 25,59 millones, en julio bajó a 2,34 millones; en agosto registró su máximo aporte con 3,97 millones y en septiembre bajó levemente a 2,97 millones de dólares, según estadísticas del Viceministerio de Presupuesto y Contabilidad Fiscal.
En los últimos seis años el departamento de Cochabamba recibió por el mismo concepto alrededor de 1.463 millones de bolivianos, distribuidos de la siguiente manera: 239,1 millones de bolivianos el año 2005; 248,6 millones en 2006; 264,5 millones en 2007 y 265,4 millones de bolivianos durante la gestión 2008.
Debido a una drástica disminución en la producción de hidrocarburos las regalías de las gestiones 2009 y 2010 también cayeron a 238,6 millones y 206,8 millones de bolivianos, respectivamente.
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