miércoles, 10 de septiembre de 2008

Ocho de 10 casas tendrán gas domiciliario el 2027


En un escenario optimista, la Estrategia Boliviana de Hidrocarburos (EBH) prevé que hasta el año 2027, el 78% de las viviendas nacionales (urbanas y rurales) contarán con la instalación de gas natural domiciliario.

En un período de quince años, “desde el año 2008 al 2027, tomado en cuenta el plan de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) para el presente año, de ejecutar un máximo de 100.000 conexiones domiciliarias de gas... se alcanzará —con una tasa de crecimiento de consumo de 9,3 por ciento— una cobertura total del 78 por ciento a nivel nacional”, describe el documento.

En este marco, se cubrirá el 90 por ciento de viviendas en el área urbana y el 60 por ciento en el área rural en los 20 años, según plantea la estrategia. De las 100.000 conexiones que programó YPFB, 79.000 se efectuarán en ciudades y 21.000 en poblaciones intermedias, añade.

Bajo este escenario, el documento refleja que los volúmenes demandados de gas natural para el sector domiciliario serían de 0,56 Millones de Metros Cúbicos diarios (MMmcd) el 2012; otros 1,02 MMmcd para el 2017 y 2,10 MMmcd para el año 2027.

Anticipándose a lo establecido por la estrategia hidrocarburífera del Gobierno, ayer el nuevo ministro del sector, Saúl Ávalos, manifestó que el próximo año todos los domicilios bolivianos tendrían gas natural para cocinar.

“Quiero de verdad pedir en principio disculpas a las amas de casa, a las personas que hacen colas para conseguir una garrafa de gas. Pero también con mucha satisfacción hemos escuchado que eso no va a ocurrir el año 2009. Eso lo podemos decir de manera categórica. El año 2009 todos los domicilios van a tener gas para cocinar”, indicó.

Sin embargo, más adelante la nueva autoridad del área reiteró que no habrá colas para conseguir gas, pero indicó que para el año 2020, el 50 por ciento de los domicilios en Bolivia estarían cubiertos con gas domiciliario.

De acuerdo a los datos de la estrategia, en la actualidad el 65 por ciento de la población está en el área urbana y el 35 por ciento en las zonas rurales. Hoy, las instalaciones de gas domiciliario llegan al 4,82 por ciento de las viviendas urbanas y al 1,98 por ciento de las rurales, y sólo se tiene una cobertura total del 3,83 por ciento, a nivel nacional.

El documento sugiere dos alternativas para conseguir —en el corto y mediano plazo— un mayor avance en la masificación del uso de gas natural por redes. La primera sostiene que YPFB, por sí misma, tome el control total de la distribución a nivel nacional. Y la segunda establece que la empresa estatal asuma el control, pero en asociación con las prefecturas y municipios.

En este propósito, el texto plantea que, además de continuar con las operaciones en departamentos y ciudades donde ya realiza esta actividad, administre la distribución de gas natural por redes en el resto de las ciudades, atendidas actualmente por las otras empresas.

Por otra parte, ayer Saúl Ávalos tomó posesión del despacho de Hidrocarburos. El saliente ministro Carlos Villegas hizo la entrega de la oficina. Las empresas petroleras, a través de la Cámara Boliviana de Hidrocarburos (CBH), desearon al nuevo ministro éxito en sus funciones y le recordaron que el sector “suma sus esfuerzos para materializar ingresos anuales a Bolivia de más de 2.000 millones de dólares”.

El 2014 habrá suficiente diesel

De acuerdo a las proyecciones de la Estrategia Boliviana de Hidrocarburos (EBH), el 2014 el país ya no necesitará importar diesel, debido a que tendrá un superávit de este combustible.

El plan se enmarca en una mayor producción y, además, en la sustitución del diesel por el Gas Natural Vehicular (GNV).

Según la producción y demanda del combustible, el déficit continuará. Sin embargo, hacia el 2014 ya se tendrán excedentes, señala el documento.

Ese año, la producción será de 34.484 barriles de diesel, mientras que la demanda llegará a los 32.034 barriles. Así, se tendrá un superávit de 2.404 barriles.

Para esta gestión, se calcula una producción de 14.215 barriles de diesel y una demanda de 21.376 barriles. Es decir que hay un déficit de 7.162 barriles. Esto implica la importación del energético, que actualmente se compra a Venezuela y Argentina.

La estrategia señala que el año pasado la producción nacional de diesel oil cubrió el 65 por ciento de la demanda y el restante 35 por ciento fue cubierto a través de las importaciones.

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