Además de cumplir con los actuales mercados externos (Brasil y Argentina), el mercado interno y la industrialización, el Gobierno estima que dispondrá de una reserva de 18,53 Trillones de Pies Cúbicos (TCF) de gas natural para realizar nuevos contratos de exportación.
Así lo refleja la nueva Estrategia Boliviana de Hidrocarburos (EBH) del ministerio del sector, a la que tuvo acceso La Razón y que fue entregada ayer por el saliente ministro Carlos Villegas al presidente Evo Morales.
De acuerdo con el documento, el Poder Ejecutivo proyecta mantener y ampliar los mercados de Brasil —incluyendo los contratos con Cuiabá y Comgas— y Argentina, y extender las ventas al Uruguay y a Paraguay.
A la fecha, Bolivia exporta 31 millones de metros cúbicos diarios (MMmcd) de gas a Brasil y un promedio de 1,4 MMmcd a Argentina, país con el que tiene un compromiso de llegar a un máximo de 27,7 MMmcd.
La EBH calcula que Bolivia tiene una reserva probada de 25,29 TCF de gas y de 22,03 TCF probables, de acuerdo con la certificación realizada el 2005. Del volumen probado, se reduce la producción del 2005, 2006 y 2007.
El documento proyecta que la demanda total interna y los actuales contratos de exportación sumarán 17,78 TCF, en un escenario “alto de demanda”, donde el mercado local tenga el crecimiento esperado (en el sector domiciliario, comercial, transporte e industrialización) y se cumpla con los máximos volúmenes contractuales con Brasil y Argentina, en los próximos 20 años.
“Bajo el supuesto... de que se recuperen las reservas probadas y el 50 por ciento de las reservas probables, se puede disponer de aproximadamente 36,31 TCF, entre probadas y probables recuperables... a los que se resta los 17,78 TCF para cubrir los compromisos de exportación actuales, los proyectos de expansión del consumo interno y de industrialización, y quedan 18,53 TCF remanentes, disponibles para la exportación bajo nuevos contratos”, describe el documento.
Entre los años 2007 y 2026, en el escenario de alta demanda interna, en la exportación se consumirían 10,88 TCF; el mercado interno 4,13 TCF y la industrialización (petroquímica, plantas de GLP y el Mutún) otros 2,78 TCF.
En este contexto y tomando en cuenta la demanda insatisfecha de los cuatro países (Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay), que sumará 16,46 TCF entre los años 2014 y 2026, la estrategia energética sostiene que Bolivia, con las reservas calculadas, “podrá satisfacer la demanda interna, los compromisos de exportación y la demanda insatisfecha de los países vecinos”.
A partir del 2014, para mantener una relación mínima de 20 años con todos los mercados, será necesario incrementar el volumen de reservas en 1,61 TCF, en un escenario de alta demanda, subraya el documento.
Con Brasil la estrategia propone, entre otros, “identificar nuevos proyectos de ampliación de mercados, en el marco de los actuales convenios bilaterales”.
Con Argentina indica que, en una perspectiva de mediano y largo plazo, se tendría que ampliar el contrato de venta de gas a la argentina Enarsa y reprogramar el proyecto del gasoducto GNEA para mayores volúmenes.
También se proyecta llegar, a través de gasoductos argentinos, al Uruguay, con precios competitivos, frente a lo que tiene actualmente el LNG (transportado por barcos). De la misma forma, exportar gas al Paraguay, a través del GNEA o vía Mutún.
Así lo refleja la nueva Estrategia Boliviana de Hidrocarburos (EBH) del ministerio del sector, a la que tuvo acceso La Razón y que fue entregada ayer por el saliente ministro Carlos Villegas al presidente Evo Morales.
De acuerdo con el documento, el Poder Ejecutivo proyecta mantener y ampliar los mercados de Brasil —incluyendo los contratos con Cuiabá y Comgas— y Argentina, y extender las ventas al Uruguay y a Paraguay.
A la fecha, Bolivia exporta 31 millones de metros cúbicos diarios (MMmcd) de gas a Brasil y un promedio de 1,4 MMmcd a Argentina, país con el que tiene un compromiso de llegar a un máximo de 27,7 MMmcd.
La EBH calcula que Bolivia tiene una reserva probada de 25,29 TCF de gas y de 22,03 TCF probables, de acuerdo con la certificación realizada el 2005. Del volumen probado, se reduce la producción del 2005, 2006 y 2007.
El documento proyecta que la demanda total interna y los actuales contratos de exportación sumarán 17,78 TCF, en un escenario “alto de demanda”, donde el mercado local tenga el crecimiento esperado (en el sector domiciliario, comercial, transporte e industrialización) y se cumpla con los máximos volúmenes contractuales con Brasil y Argentina, en los próximos 20 años.
“Bajo el supuesto... de que se recuperen las reservas probadas y el 50 por ciento de las reservas probables, se puede disponer de aproximadamente 36,31 TCF, entre probadas y probables recuperables... a los que se resta los 17,78 TCF para cubrir los compromisos de exportación actuales, los proyectos de expansión del consumo interno y de industrialización, y quedan 18,53 TCF remanentes, disponibles para la exportación bajo nuevos contratos”, describe el documento.
Entre los años 2007 y 2026, en el escenario de alta demanda interna, en la exportación se consumirían 10,88 TCF; el mercado interno 4,13 TCF y la industrialización (petroquímica, plantas de GLP y el Mutún) otros 2,78 TCF.
En este contexto y tomando en cuenta la demanda insatisfecha de los cuatro países (Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay), que sumará 16,46 TCF entre los años 2014 y 2026, la estrategia energética sostiene que Bolivia, con las reservas calculadas, “podrá satisfacer la demanda interna, los compromisos de exportación y la demanda insatisfecha de los países vecinos”.
A partir del 2014, para mantener una relación mínima de 20 años con todos los mercados, será necesario incrementar el volumen de reservas en 1,61 TCF, en un escenario de alta demanda, subraya el documento.
Con Brasil la estrategia propone, entre otros, “identificar nuevos proyectos de ampliación de mercados, en el marco de los actuales convenios bilaterales”.
Con Argentina indica que, en una perspectiva de mediano y largo plazo, se tendría que ampliar el contrato de venta de gas a la argentina Enarsa y reprogramar el proyecto del gasoducto GNEA para mayores volúmenes.
También se proyecta llegar, a través de gasoductos argentinos, al Uruguay, con precios competitivos, frente a lo que tiene actualmente el LNG (transportado por barcos). De la misma forma, exportar gas al Paraguay, a través del GNEA o vía Mutún.
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