Después de un duro ciclo de tensión en las relaciones bilaterales, por el proceso de nacionalización de los hidrocarburos en Bolivia, Brasil dio un inesperado giro en su política hidrocarburífera al aceptar, a través de la estatal Petrobras, pagar de manera retroactiva por los licuables que recibía mezclados con el gas boliviano, rubricar sendos acuerdos que prometen agresivas inversiones en explotación de campos en desarrollo y en exploración y explotación de nuevas áreas energéticas, con lo cual el Ejecutivo reveló que se aseguran dos temas prioritarios: aumentará la renta petrolera y garantizará la provisión de gas a los mercados (interno y externo).
“A los que pregonaron el distanciamiento de nuestras relaciones, respondemos con una agenda renovada. A los que defendieron el enfrentamiento, respondemos con cooperación e integración”, afirmó el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, que puso su firma junto a la de su homólogo Evo Morales en el acuerdo energético bilateral más millonario del año.
Al evento, realizado ayer en Palacio de Gobierno, asistieron para oficializar un comunicado conjunto y cuatro memorándums de entendimiento en materia energética, los ministros del área Carlos Villegas (Bolivia) y Nelson Hubner (Brasil). También participaron los titulares de Petrobras Brasil, Sergio Gabrielli; y de YPFB, Guillermo Aruquipa.
Sin embargo, la historia detrás de los principales documentos firmados no fue tan sencilla. EL DEBER pudo conocer que el punto más álgido de las negociaciones fue el pago retroactivo de los hidrocarburos licuables al que Petrobras se negaba a toda costa. Inclusive minutos antes de que se diera el acto oficial de la firma de los acuerdos energéticos, que tuvo un retraso de más de dos horas, se pudo conocer que las comisiones técnicas de Bolivia y Brasil seguían negociando una ‘fórmula’ más amigable.
Al final, la petrolera brasileña cedió y realizará pagos retroactivos, desde mayo de 2007, que oscilará entre los $us 100 y 180 millones. Tanto el ministro de Hidrocarburos, Carlos Villegas, como el titular de YPFB, Guillermo Aruquipa, celebraron el logro y confirmaron que este año, aunque no precisaron el monto, la renta petrolera experimentará un repunte significativo.
Extraoficialmente se conoció que 2007 cerraría con una renta petrolera de casi $us 1.800 millones y que con los nuevos recursos sobrepasarán los $us 1.900 millones. “En el tema de los líquidos, se logró un acuerdo de una fórmula donde se incorpora los precios internacionales, más un factor de extracción, lo que asegura un rango de entre 100 y 180 millones de dólares. Esto será un pago temporal, que terminará cuando Bolivia ponga en operación su planta de separación y eso significará que el país tendrá como propiedad el GLP y la gasolina natural para el consumo interno y para la exportación.
Otro es el precio del gas en el marco del GSA que está entre $us 4,60 y 4,70 el millón de BTU. Esto aumentará la renta petrolera”, afirmó Villegas
Sin embargo, el ‘plato fuerte’ de la oferta de inversión brasileña, a decir del Ejecutivo, consistió en el acuerdo de explotación de campos en desarrollo y en exploración y explotación de nuevas áreas, que establece una inyección de capital que oscilará entre $us 760 millones y $us 1.000 millones por parte de Petrobras, que, luego de anunciar el congelamiento de sus inversiones en Bolivia, retorna como uno de los ‘jugadores’ más importantes. De ese total comprometido, se prevé inyectar unos $us 60 a 70 millones a los campos San Alberto, San Antonio e Ingre para aumentar la producción de volúmenes de gas natural en el corto plazo. “Son tres nuevas áreas de exploración de propiedad de YPFB: Corahuaycho, Almendro y Cedro. Se suscribirá un convenio para que Petrobras haga el estudio en un plazo de un año, para definir cuáles son los segmentos que quiere explorar. Luego presentará un plan de desarrollo para la constitución de una sociedad anómima mixta con YPFB, que tendrá un 50% más uno y Petrobras un 49% en la nueva sociedad”, afirmó.
Respecto al pacto Braskem-YPFB, Villegas explicó que lo único que se tiene concreto es que en los próximos días se comenzarán las gestiones para conformar los equipos técnicos que comiencen a dar forma al desarrollo de un polo petroquímico en el país.
Por otro lado, el Gobierno brasileño anunció que financiará 399 tractores brasileños en condición de concesión aprobadas especialmente para Bolivia. “Ayudará a modernizar el campo”, destacó el presidente Lula.
Una movida en el ajedrez regional
Carlos Orías Berdecio / Editor de Internacional
Ayer en La Paz tomó forma una de las primeras consecuencias directas del revés electoral sufrido por Hugo Chávez a comienzos de mes. Los presidentes Evo Morales y Luiz Inácio Lula da Silva reimpulsaron, con múltiples acuerdos y muestras de cercanía no vistas a lo largo del año, una relación que, pese a los altibajos, se mantuvo como el recurso de fondo para el Gobierno nacional. El distanciamiento con Brasil se marcó después de la nacionalización de los hidrocarburos, que tuvo un fuerte costo político para el Gobierno de Lula en el año electoral 2006. La decisión posterior de Morales, de acercarse políticamente a Venezuela desde los primeros meses de su gestión, pareció apresurada y en los últimos 18 meses le significó un gran desgaste político interno. Ahora ha sido el momento de virar sin parecer descortés.
No es un viraje tajante, no se ha roto ningún acuerdo de cooperación con Caracas. Pero hay dos liderazgos en la región y toda hamaca necesita de dos ganchos para mecerse.
Una gran movida en el ajedrez continental acaba de tener lugar. Si los anuncios se convierten en realidad, darán un nuevo rumbo a la partida y cambiarán miles de vidas, como en Guayaramerín, donde la gente dejará de usar lanchas y tendrá un puente para ir a Brasil.
Acuerdos entre Bolivia y Brasil
- Ejecución conjunta de proyectos en las reservas a favor de YPFB para suscribir convenios. Constitución de una posible sociedad.
- Se impulsará la capacitación de recursos humanos con la finalidad de fortalecer al personal del Ministerio de Hidrocarburos de Bolivia así como YPFB en áreas técnicas.
- Se establecerá un acuerdo para elaborar la instalación de complejos petroquímicos del etano.
- Fortalecimiento de la gestión pública forestal y del Senasag con miras a realizar acciones conjuntas.
- Acuerdo para la construcción de un puente sobre el río Rapirá entre las ciudades de Montevideo (Bolivia) y Plácido de Castro (Brasil).
- Apoyo al sistema de acreditación y evaluación en Bolivia con miras a mejorar la educación superior.
- La Administradora Boliviana de Carreteras y Queiroz Galvao firmaron un acuerdo de construcción.
“A los que pregonaron el distanciamiento de nuestras relaciones, respondemos con una agenda renovada. A los que defendieron el enfrentamiento, respondemos con cooperación e integración”, afirmó el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, que puso su firma junto a la de su homólogo Evo Morales en el acuerdo energético bilateral más millonario del año.
Al evento, realizado ayer en Palacio de Gobierno, asistieron para oficializar un comunicado conjunto y cuatro memorándums de entendimiento en materia energética, los ministros del área Carlos Villegas (Bolivia) y Nelson Hubner (Brasil). También participaron los titulares de Petrobras Brasil, Sergio Gabrielli; y de YPFB, Guillermo Aruquipa.
Sin embargo, la historia detrás de los principales documentos firmados no fue tan sencilla. EL DEBER pudo conocer que el punto más álgido de las negociaciones fue el pago retroactivo de los hidrocarburos licuables al que Petrobras se negaba a toda costa. Inclusive minutos antes de que se diera el acto oficial de la firma de los acuerdos energéticos, que tuvo un retraso de más de dos horas, se pudo conocer que las comisiones técnicas de Bolivia y Brasil seguían negociando una ‘fórmula’ más amigable.
Al final, la petrolera brasileña cedió y realizará pagos retroactivos, desde mayo de 2007, que oscilará entre los $us 100 y 180 millones. Tanto el ministro de Hidrocarburos, Carlos Villegas, como el titular de YPFB, Guillermo Aruquipa, celebraron el logro y confirmaron que este año, aunque no precisaron el monto, la renta petrolera experimentará un repunte significativo.
Extraoficialmente se conoció que 2007 cerraría con una renta petrolera de casi $us 1.800 millones y que con los nuevos recursos sobrepasarán los $us 1.900 millones. “En el tema de los líquidos, se logró un acuerdo de una fórmula donde se incorpora los precios internacionales, más un factor de extracción, lo que asegura un rango de entre 100 y 180 millones de dólares. Esto será un pago temporal, que terminará cuando Bolivia ponga en operación su planta de separación y eso significará que el país tendrá como propiedad el GLP y la gasolina natural para el consumo interno y para la exportación.
Otro es el precio del gas en el marco del GSA que está entre $us 4,60 y 4,70 el millón de BTU. Esto aumentará la renta petrolera”, afirmó Villegas
Sin embargo, el ‘plato fuerte’ de la oferta de inversión brasileña, a decir del Ejecutivo, consistió en el acuerdo de explotación de campos en desarrollo y en exploración y explotación de nuevas áreas, que establece una inyección de capital que oscilará entre $us 760 millones y $us 1.000 millones por parte de Petrobras, que, luego de anunciar el congelamiento de sus inversiones en Bolivia, retorna como uno de los ‘jugadores’ más importantes. De ese total comprometido, se prevé inyectar unos $us 60 a 70 millones a los campos San Alberto, San Antonio e Ingre para aumentar la producción de volúmenes de gas natural en el corto plazo. “Son tres nuevas áreas de exploración de propiedad de YPFB: Corahuaycho, Almendro y Cedro. Se suscribirá un convenio para que Petrobras haga el estudio en un plazo de un año, para definir cuáles son los segmentos que quiere explorar. Luego presentará un plan de desarrollo para la constitución de una sociedad anómima mixta con YPFB, que tendrá un 50% más uno y Petrobras un 49% en la nueva sociedad”, afirmó.
Respecto al pacto Braskem-YPFB, Villegas explicó que lo único que se tiene concreto es que en los próximos días se comenzarán las gestiones para conformar los equipos técnicos que comiencen a dar forma al desarrollo de un polo petroquímico en el país.
Por otro lado, el Gobierno brasileño anunció que financiará 399 tractores brasileños en condición de concesión aprobadas especialmente para Bolivia. “Ayudará a modernizar el campo”, destacó el presidente Lula.
Una movida en el ajedrez regional
Carlos Orías Berdecio / Editor de Internacional
Ayer en La Paz tomó forma una de las primeras consecuencias directas del revés electoral sufrido por Hugo Chávez a comienzos de mes. Los presidentes Evo Morales y Luiz Inácio Lula da Silva reimpulsaron, con múltiples acuerdos y muestras de cercanía no vistas a lo largo del año, una relación que, pese a los altibajos, se mantuvo como el recurso de fondo para el Gobierno nacional. El distanciamiento con Brasil se marcó después de la nacionalización de los hidrocarburos, que tuvo un fuerte costo político para el Gobierno de Lula en el año electoral 2006. La decisión posterior de Morales, de acercarse políticamente a Venezuela desde los primeros meses de su gestión, pareció apresurada y en los últimos 18 meses le significó un gran desgaste político interno. Ahora ha sido el momento de virar sin parecer descortés.
No es un viraje tajante, no se ha roto ningún acuerdo de cooperación con Caracas. Pero hay dos liderazgos en la región y toda hamaca necesita de dos ganchos para mecerse.
Una gran movida en el ajedrez continental acaba de tener lugar. Si los anuncios se convierten en realidad, darán un nuevo rumbo a la partida y cambiarán miles de vidas, como en Guayaramerín, donde la gente dejará de usar lanchas y tendrá un puente para ir a Brasil.
Acuerdos entre Bolivia y Brasil
- Ejecución conjunta de proyectos en las reservas a favor de YPFB para suscribir convenios. Constitución de una posible sociedad.
- Se impulsará la capacitación de recursos humanos con la finalidad de fortalecer al personal del Ministerio de Hidrocarburos de Bolivia así como YPFB en áreas técnicas.
- Se establecerá un acuerdo para elaborar la instalación de complejos petroquímicos del etano.
- Fortalecimiento de la gestión pública forestal y del Senasag con miras a realizar acciones conjuntas.
- Acuerdo para la construcción de un puente sobre el río Rapirá entre las ciudades de Montevideo (Bolivia) y Plácido de Castro (Brasil).
- Apoyo al sistema de acreditación y evaluación en Bolivia con miras a mejorar la educación superior.
- La Administradora Boliviana de Carreteras y Queiroz Galvao firmaron un acuerdo de construcción.
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