martes, 18 de diciembre de 2007

Nueva agenda energética anticipa inversiones de $us 1.000 millones

Luego de intensas reuniones, el gobierno del presidente Evo Morales Aima logró concretar un acuerdo energético con Brasil para que la petrolera brasileña, Petrobras, invierta entre 750 a 1.000 millones de dólares en las áreas de exploración y ampliación de explotación en campos que opera la transnacional brasileña de capitales privados y estatales.

De esa manera, el objetivo final es elevar la actual producción, que no sobrepasa los 40 millones de metros cúbicos diarios (MMcd) de gas natural, para que se pueda cumplir con el mercado interno y los mercados de exportación tanto de Brasil como de Argentina.

“Vinimos a traer un mensaje de solidaridad para reafirmar la disposición de Brasil para contribuir a que Bolivia encuentre el camino de la estabilidad y desarrollo económico y social”, dijo en la oportunidad el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva.

La visita del presidente Lula a su colega boliviano, Evo Morales, también derivó en el apoyo a la construcción de carreteras y complejos petroquímicos con apoyo de la brasileña Braskem, además de la entrega de 390 tractores agrícolas para la modernización del área rural de Bolivia.

Nuevas inversiones

Los equipos técnicos del sector de hidrocarburos de Bolivia y Brasil establecieron que la inversión en el campo San Alberto se destinará a mantener los actuales niveles de producción de gas, energético que es transportado hacia el mercado brasileño de Sao Paulo.

El apoyo de Petrobras permitirá aumentar la producción en otros campos en ocho millones de metros cúbicos diarios de gas desde el año 2011, como el actual Sábalo 5 que próximamente ingresará en fase de explotación comercial.

El encuentro entre Morales y Lula determinó que la brasileña Petrobras pagará entre 100 a 180 millones de dólares anuales por los licuables contenidos en el gas boliviano que se exporta a Brasil por el contrato GSA y que son honrados desde mayo del año 2006.

“Estamos logrando ajustar nuestras diferencias. Vamos a iniciar una nueva etapa en nuestras relaciones con inversiones, cooperación y acciones conjuntas”, dijo Lula tras la firma del acuerdo energético y de otros convenios binacionales.

El Presidente brasileño llegó a La Paz acompañado del presidente de Petrobras, Sergio Gabrielli, empresarios privados, su canciller Celso Amorim, y los ministros de Minas y Energía, defensa y de Justicia, Tarso Genro, quien retornó ayer a primera hora a Brasil tras un desmayo sufrido en una ceremonia que se realizó la noche del domingo en el Palacio Quemado.

“Este es un día del reencuentro porque hubo gente que quería que Lula y el compañero Evo se peleen. No fue así (...) sin inmiscuirme en la política de Bolivia sólo puedo pedirte que tengas paciencia, paciencia y mucha paciencia, porque sin duda el pueblo boliviano, en su grandeza, sabrá dictar los rumbos que van a consolidar la democracia. Y que Dios te bendiga”, reflexionó Lula a Evo Morales.

Los presidentes de Bolivia y Brasil también intercambiaron condecoraciones. Morales entregó el “Cóndor de los Andes” y Lula retrucó con “Cruzeiro do Sul”.

Inversiones previstas

“Este encuentro desbloquea las inversiones de Brasil en Bolivia”, respondió Evo Morales, quien reiteró que los 9,4 millones de habitantes reconoce el liderazgo regional de Brasil, y a Lula “como hermano mayor. Antes dirigentes, ahora presidentes; buscando justicia social”, agregó.

Otro hecho significativo es la construcción de dos puentes que unirá a ambos países que tienen 3.000 kilómetros de frontera común.

El primer puente unirá Guayaramerín (Bolivia) y Guajara Mirim (Brasil), y el segundo se levantará entre el departamento boliviano de Pando y el estado brasileño de Acre.

Las inversiones de Petrobras en Bolivia quedaron resentidas a raíz del proceso de nacionalización iniciado en mayo del año pasado y que, inicialmente, tomaron por sorpresa al Gobierno del vecino país.

Los futuros planes de inversión que tiene previsto Petrobras en Bolivia fueron calificados como “buenas intenciones”, por expertos consultados por este medio, porque “debe recalcarse que cualquier actividad de exploración en el país a la que se pueda dar inicio en el corto plazo dará frutos, si los da, en tres a cuatro años, lo que indica que, mas allá del show mediático y la firma de buenas intenciones, en términos prácticos, de producción y de enfrentar el déficit que hoy ya se registra y que se profundizará indefectiblemente el próximo año, éstos no significan absolutamente nada”.

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