Las lluvias y la baja en la actividad agrícola produjeron un alto en la demanda de diésel, pues este combustible dejó de ser requerido en los últimos días porque los motorizados no se desplazaron a los centros de cosecha. Hasta el momento, el agro no logró sembrar lo planificado.
Los últimos aguaceros paralizaron la demanda, tal cmo sucedió en el surtidor de la localidad de Minero, actualmente dispone de 35.000 litros. Los administradores informaron de que recién el viernes que la venta de diésel comenzó a reactivarse, porque los tráilers y camiones soyeros que estuvieron varados en tramos de San Pedro, Canandoa, Peta Grande, Colonia Piraí, Hardeman y otras comunidades comenzaron a salir de los caminos enlodados.
El surtidor Bibosi, de Saavedra, también presenta una situación parecida, pues la comercialización disminuyó con la finalización de la zafra de la caña y con los contratiempos en la cosecha de soya. Ayer aún disponía de 40.000 litros.
En el surtidor El Bato, de Montero, tenía en sus tanques 25.000 litros de diésel, que aseguran su provisión normal hasta Navidad.
Mientras, en el surtidor Quiroz, de San José de Chiquitos, que se abastece de la planta de almacenaje de YPFB de esa localidad, recibe un promedio semanal de 30.000 litros, desde el lunes pasado, con lo que normalizó su venta diaria.
En Puerto Suárez, las aguas de la hidrovía Paraguay-Paraná están recuperando los niveles que son adecuados para el tránsito de las barcazas con diésel, indicó Ricardo Quiroz, del surtidor de San José de Chiquitos.
A su vez, en un recorrido por siete surtidores de la ciudad de Santa Cruz de la Sierra se pudo observar que cuentan con diésel y que prácticamente desaparecieron las colas de vehículos.
Según Gary Medrano, de YPFB, la provisión de diésel se solucionó con la asignación de 1,5 millones de litros para la ciudad y 1,9 millones de litros para las provincias.
Subrayó que la temporada alta de cosecha terminó en el área rural, por tanto ya no hay factores que hagan incrementar los volúmenes fijados. Alertó que aumentarlos se prestaría para el contrabando, el desvío o la especulación. Anunció que en enero se bajará el cupo para las provincias, porque la actividad agrícola disminuyó.
Anapo: déficit fue de 20 millones de litros
El balance anual de la Asociación de Productores de Oleaginosas y Trigo (Anapo) enfatizó en el ‘crónico desabastecimiento de diésel en las propiedades agrícolas, especialmente de la zona norte’.
Para Reinaldo Díaz, presidente de Anapo, la llegada del diésel ‘de manera tardía’ significó una pérdida del 40% de la superficie total de siembra de soya, porque la temporada de lluvias se adelantó a la provisión de diésel.
Afirmó que en los meses más críticos ‘llegamos a tener un déficit de 20 millones de litros, porque la demanda diaria de Santa Cruz, para las campañas de cosecha y siembra, es de 1,8 millones; mientras que YPFB apenas abastecía con un promedio de 1,05 millones’.
Edilberto Osinaga, gerente de la Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO), lamentó que el abastecimiento mínimo haya llegado con más de 70 días de retraso. Dijo que en la próxima semana se evaluará en su totalidad las pérdidas con los afiliados.
Los últimos aguaceros paralizaron la demanda, tal cmo sucedió en el surtidor de la localidad de Minero, actualmente dispone de 35.000 litros. Los administradores informaron de que recién el viernes que la venta de diésel comenzó a reactivarse, porque los tráilers y camiones soyeros que estuvieron varados en tramos de San Pedro, Canandoa, Peta Grande, Colonia Piraí, Hardeman y otras comunidades comenzaron a salir de los caminos enlodados.
El surtidor Bibosi, de Saavedra, también presenta una situación parecida, pues la comercialización disminuyó con la finalización de la zafra de la caña y con los contratiempos en la cosecha de soya. Ayer aún disponía de 40.000 litros.
En el surtidor El Bato, de Montero, tenía en sus tanques 25.000 litros de diésel, que aseguran su provisión normal hasta Navidad.
Mientras, en el surtidor Quiroz, de San José de Chiquitos, que se abastece de la planta de almacenaje de YPFB de esa localidad, recibe un promedio semanal de 30.000 litros, desde el lunes pasado, con lo que normalizó su venta diaria.
En Puerto Suárez, las aguas de la hidrovía Paraguay-Paraná están recuperando los niveles que son adecuados para el tránsito de las barcazas con diésel, indicó Ricardo Quiroz, del surtidor de San José de Chiquitos.
A su vez, en un recorrido por siete surtidores de la ciudad de Santa Cruz de la Sierra se pudo observar que cuentan con diésel y que prácticamente desaparecieron las colas de vehículos.
Según Gary Medrano, de YPFB, la provisión de diésel se solucionó con la asignación de 1,5 millones de litros para la ciudad y 1,9 millones de litros para las provincias.
Subrayó que la temporada alta de cosecha terminó en el área rural, por tanto ya no hay factores que hagan incrementar los volúmenes fijados. Alertó que aumentarlos se prestaría para el contrabando, el desvío o la especulación. Anunció que en enero se bajará el cupo para las provincias, porque la actividad agrícola disminuyó.
Anapo: déficit fue de 20 millones de litros
El balance anual de la Asociación de Productores de Oleaginosas y Trigo (Anapo) enfatizó en el ‘crónico desabastecimiento de diésel en las propiedades agrícolas, especialmente de la zona norte’.
Para Reinaldo Díaz, presidente de Anapo, la llegada del diésel ‘de manera tardía’ significó una pérdida del 40% de la superficie total de siembra de soya, porque la temporada de lluvias se adelantó a la provisión de diésel.
Afirmó que en los meses más críticos ‘llegamos a tener un déficit de 20 millones de litros, porque la demanda diaria de Santa Cruz, para las campañas de cosecha y siembra, es de 1,8 millones; mientras que YPFB apenas abastecía con un promedio de 1,05 millones’.
Edilberto Osinaga, gerente de la Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO), lamentó que el abastecimiento mínimo haya llegado con más de 70 días de retraso. Dijo que en la próxima semana se evaluará en su totalidad las pérdidas con los afiliados.
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