Expertos nacionales e internacionales, congregados en un encuentro sobre la temática "los precios del petróleo, impactos y tendencias", coincidieron en señalar que dada la abrupta caída del crudo, los países latinoamericanos productores de gas y petróleo, en particular Bolivia, deben tomar acciones inherentes a generar incentivos y así evitar que las inversiones se desalienten cada vez más.
"Esta caída está afectando los proyectos. En eso el gobierno debe generar incentivos, que básicamente son procedimientos y compromisos de inversiones rápidas, oportunas y prioritarias. Hay incentivos de diferentes tipo referentes con impuestos, regalías y mecanismos medioambientales", señaló Ricardo Lloret, director de Gas Energy de Colombia.
José Padilla, analista energético, dice que el gobierno no solo debe sostener la producción de gas, sino fomentar la exploración, por lo que se requiere generar incentivos para atenuar la crisis. "Lo que tiene que hacer el Estado es revertir con incentivos, para ello debe sacar de una vez la nueva Ley de Hidrocarburos, Electricidad y Medio Ambiente", puntualizó.
El fin de la bonanza. Álvaro Ríos, consultor en Bolivia de Gas Energy, señaló que la caída del petróleo implica el fin de un superciclo de cuatro años, al que los países del mundo se mal acostumbraron. "Los precios (petróleo) durante varias décadas han estado en 40 y 50 dólares el barril. Pasa que nos hemos mal acostumbrado estos últimos cuatro años en 100 dólares. Entonces a futuro esos precios seguirán bajos, lo que nos queda es diversificar nuestra economía y depender cada vez menos del gas natural (52% de las exportaciones)", señaló.
En ese ámbito, Ríos señaló que la exploración debe seguir siendo una prioridad y de mucho ingenio. "En este momento las empresas están de capa caída ya que se han reducido sus ingresos. En eso YPFB debe ser ingenioso y el Gobierno debe trabajar en esa línea el modelo de contrato, el tema tributario. Hay que hacer una marco jurídico", señaló.
Otras miradas. Para Herland Soliz, secretario de Energía y Minas de la Gobernación, señaló que el incentivo a las inversiones debe ir equilibrado entre lo que se consume y se repone de gas a las reservas. Para ello, el país debe ser intenso en exploración. "Se está explotando la mayor cantidad de reservas y no se está reponiendo, eso es preocupante. Hay que generar seguridad jurídica, caso contrario, por esta caída del precio del petróleo el capital externo se desalentará aún más", señaló.
Dedy Calderón, directora de Gas Energy del Perú, destacó que las inversión solo es posible con la iniciativa del capital externo, dado que con ella el Estado disminuye el riesgo. "Esa política se viene desarrollando en el Perú, con el 'gasoducto sudperuano'. Se ejecuta con capital extranjero pero con incentivos que el Estado genera", puntualizó.
En cambio, Ríos dijo que el país no puede desalentar los proyectos de exploración a futuro, dado que el mercado de exportación, sobre todo al Brasil por la situación compleja que atraviesa Petrobras (por los escándalos de corrupción), está imposibilitado de desarrollar nuevas inversiones y peor aún con el gran proyecto de exploración de aguas profundas de Presal. "Esto para Bolivia es favorable, porque Petrobras ya no es la empresa poderosa fuerte que tenemos al otro lado del escritorio. Ahora y por los próximos diez años, le importa mucho el gas de Bolivia", finalizó.
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