domingo, 24 de julio de 2011

Urge nueva ley para atraer inversión

Ante la creciente demanda de energía -reportada sobre todo en la última década- y la falta de inversiones en el sector eléctrico, urge la elaboración de una nueva Ley de Hidrocarburos y Ley de Electricidad, asegura el analista Boris Gómez Uzqueda.

Desde su perspectiva, entre ambos instrumentos se podrá promover el ingreso de capitales externos para la exploración de gas, mayores certificaciones de reservas, producción y consecuente construcción e instalación de termoeléctricas.

“La clave no está en el racionamiento, que si bien es importante, no es la solución al problema”, dice al referirse a las bajas reservas que hoy existen para garantizar el suministro normal de energía en los siguientes meses.

Según el experto en temas energéticos, de aprobarse las dos leyes que sugiere y su correcta aplicación para la generación de energía que no sólo abastezca el mercado interno sino también el externo, “se habría matado dos pájaros de un tiro”.

Por un lado, manifiesta que se generaría electricidad vía termoeléctricas de gas natural que cubriría la demanda interna y, por otro, se iniciaría la exportación de valor agregado de gas como electricidad a mercados circundantes, generando mayores divisas que por venta de materia prima.

Agrega que en ésta época del año las cifras se ponen críticas tanto en electricidad como en gas natural.

“La oferta eléctrica y de gas estará casi empatada. Creció la demanda, pero no la oferta. Cualquier economista sabría explicar esto. Cifras más o menos: Bolivia genera electricidad en cerca de 1.081 megavatios (MW) y la demanda in crescendo es 1.030 MW”, explica.

Asimismo, señala que las reservas de electricidad deben estar cerca a 100 MW, “lo que, sin dudas, es muy poco considerando que debieran haber entre 150-250 MW para garantizar crecimiento de industrias, y comercio”.

A su entender, la planta de Entre Ríos (Tarija) junto a la generación de ciclo combinado de Guaracachi (Santa Cruz) van a “salvar” la demanda, pero la idea es mirar más allá. Y aquí entra en juego El Alto, Cochabamba y Trinidad, plazas que con termoeléctricas debidamente planificadas podrían cubrir demandas internas y externas.

Toda la demanda estará “sostenida” por las plantas Carrasco y Valle Hermoso (Cochabamba) y Kenko (La Paz) con algo así como 150-160 MW.

“Una verdadera política pública en energía contemplaría un agresivo plan de infraestructura eléctrica: fabricación, instalación, montaje y puesta en servicio de las unidades de generación eléctrica en base a gas natural, para mercado interno y exportación”, acota.
TERMOELÉCTRICAS

Aunque es un debate innecesario, siendo que Bolivia es un país “gasífero” -dice el analista- sería importante dar preeminencia al gas natural como “motor” de plantas de termoeléctrica, de manera que sean parte de una “cadena” de inversiones.

“La dirigencia estatal habló de industrialización. Además de la generación de gas a líquidos (modalidad GTL de conversión de gas a diésel, por ejemplo) la generación eléctrica para exportar valor agregado es absolutamente importante”, agrega al explicar que las inversiones en hidroeléctricas son mucho más riesgosas que las termoeléctricas.

Aclara que por los aspectos ambientales, las hidroeléctricas son más complejas y de tiempo de retorno financiero más largo, lo que hace que éstas sean menos atractivas para capitales externos.

En los últimos cinco años no arrancó ningún proyecto nuevo de planta termoeléctrica con capacidad de suministro al mercado interno y paralelamente al externo.

Los proyectos termoeléctricos requieren gas natural y la producción de éste energético, en éste último quinquenio estuvo en sus niveles más bajos.
LA OFERTA

El sector eléctrico boliviano tiene cuatro sistemas encargados de la oferta eléctrica interna: el denominado Sistema Interconectado Nacional (SIN), los Sistemas Eléctricos Aislados (SEA), los Sistemas Eléctricos Aislados Menores (Seam) y los Sistemas Autoproductores (SA).

El SIN cubre la demanda de Santa Cruz, Cochabamba, Potosí, Chuquisaca, Oruro y La Paz, que representan cerca del 80 por ciento de la electricidad generada internamente.

Los SEA más importantes son: Setar, que opera en Tarija, Villamontes, Bermejo, Entre Ríos, Yacuiba y El Puente, en el sur boliviano.

CRE, que opera en Germán Busch, Cordillera, Roboré, San Ignacio, Valles, Las Misiones y Charagua.

Trinidad (Coserelec), Cobija (Ende), Guayaramerín y Riberalta, Maniquí, Yacuma, Comayo, y Coserca.

Estos sistemas representaron casi el 12 por ciento de la oferta eléctrica para regiones de creciente desarrollo.

Finalmente los Seam tienen una capacidad instalada menor a 1.000 KW, y en general son cooperativas ubicadas en poblaciones pequeñas.

Se debe agregar una última categoría de productores de electricidad, los denominados como “Autoproductores” que son compañías industriales y mineras que tienen cerca de un 8 por ciento de la generación.

No hay comentarios:

Publicar un comentario