sábado, 9 de julio de 2011

Importan 186.859 barriles de gasolina más que el año 2010

Entre enero y mayo el país importó 186.859 barriles adicionales de gasolina especial con octanaje menor a 95 (menor grado de refinación) en comparación a las compras realizadas el año pasado en similar período.



Así lo revelan las cifras del Instituto Nacional de Estadística (INE) y analizadas por el Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE) que dan cuenta que este año las compras del exterior alcanzaron a 323.405 barriles, mientras que el año pasado sólo habían sumado 136.546 barriles.

Para ese propósito, las cifras oficiales indican que el país tuvo que erogar 36,6 millones de dólares en comparación a los 12,6 millones de dólares de 2010.

El 3 de julio el presidente de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) aseguró que el país no subvenciona la gasolina, porque no se importa este combustible.

El analista Hugo del Granado aseveró que “basta con sólo oler el aroma en las estaciones de servicio de combustibles para darse cuenta que es gasolina importada”. Alegó que YPFB encubre la compra de gasolina con la adquisición de aditivos “pero eso es insulso ya que comprar aditivos es más costoso que comprar simplemente gasolina”, remarcó.

Los datos del INE a su vez reflejan que en los primeros cinco meses del año el país también compró gasolina especial con octanaje mayor a 95 (mayor grado de refinación) por un valor de 42,9 millones de dólares, cifra inferior a las importaciones por 69,2 millones de dólares que se efectuaron en 2010.

El boletín estadístico de enero a marzo de 2011, publicado por YPFB, refleja que las refinerías del país produjeron un promedio de 13.022 barriles por día (BPD) de gasolina especial.

La gasolina con octanaje menor a 95, según el investigador José Luis Mancilla, de la fundación Swisscontact, contamina más el medio ambiente que aquellas que tienen un octanaje mayor a 95 porque tienen menor grado de depuración o refinación durante su fabricación.

El octanaje o índice de octano es una escala que mide la resistencia de un combustible a detonar de forma prematura cuando se comprime dentro del motor. Mientras la gasolina tenga más octano contamina menos.

El país debe importar el combustible para atender la creciente demanda del parque automotor.

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