La paralización del trabajo de recalificación de garrafas de YPFB-Servicios e Industria Petrolera SA (SIPSA), desde fines de febrero, pone en riesgo la seguridad de los usuarios de gas licuado de petróleo (GLP) y, además, puede provocar un desabastecimiento del energético, explicaron los trabajadores de esa empresa y un experto del sector.
La empresa dejó de operar, pues se le terminaron los insumos y las válvulas que permiten arreglar las garrafas y Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) dejó de atender a la recalificadora. Además, el presidente de la estatal petrolera, Carlos Villegas, anunció que SIPSA desaparecerá por haber sido constituida en forma ilegal.
La Razón visitó ayer la planta recalificadora situada en Senkata, en El Alto, y evidenció que la actividad laboral de SIPSA está parada. En esas instalaciones, hay más de 13.000 garrafas, una parte está en proceso de control y otro monto ya fue refaccionado.
Los más de 30 trabajadores dejaron sus funciones y se están dedicando a vigilar las garrafas por turnos, para evitar robos.
Un experto en recalificación, que pidió mantener su nombre en reserva, indicó que además de esos 13.000 envases, hay otros 80.000 en la planta engarrafadora de Senkata, a la espera de ingresar a la etapa de recalificación.
“Esta situación es peligrosa, porque pueden empezar a circular garrafas en mal estado y darse un siniestro de grandes proporciones, porque la recalificación es la única garantía de seguridad que tiene el usuario”, manifestó.
La recalificación de una garrafa se debe realizar cada 10 años.
Los trabajadores de SIPSA explicaron que si las garrafas se mantienen almacenadas por estar en mal estado, afectarán al abastecimiento de GLP en el mercado interno, no por escasez del combustible, sino por falta de envases para su distribución.
Una de las fuentes explicó que para funcionar, SIPSA debía utilizar $us 1,8 millones del fondo creado exclusivamente para la recalificación. El capital se constituyó con el aporte de cada usuario de GLP, pues un porcentaje del costo de la garrafa está consignado a la recalificación.
El informante indicó que la compra de Full Industry por un costo de $us 200.000 para la constitución de SIPSA debía pagarse con las utilidades que lograría la empresa (20%) en cinco meses.
SIPSA recalificó 7.000 garrafas en octubre, 8.000 en noviembre y similar monto en diciembre; subió a 15.000 en enero y proyectaba llegar a 25.000 en febrero.
Empleados reclaman salarios
Los trabajadores de YPFB-SIPSA están preocupados pues desde enero no se les ha pagado salarios y desconocen si los echarán o los recontratarán.
“No nos están cancelando (sueldos) desde enero, somos víctimas de los problemas de YPFB, que no tiene nada que ver con la recalificadora”, dijo el representante de emergencia de los trabajadores, Elvis Maldonado. Precisó que en total son 30 trabajadores, 16 de planilla y el resto contratistas. Indicó que varios empezaron a buscar un nuevo empleo y que otros asisten a la empresa cada día para cumplir sus horarios.
La semana pasada, el presidente de YPFB, Carlos Villegas, anunció la desaparición de la empresa por haber sido constituida al margen de las normas.
Elvis Maldonado indicó que se envió cartas a la presidencia de YPFB para que se les informe sobre su situación en SIPSA; sin embargo, no tuvieron respuesta.
“El gerente de administración de SIPSA debe ver cómo encarar el tema”, sostuvo ayer el vicepresidente de Operaciones de Yacimientos, José Luis Gutiérrez.
La empresa dejó de operar, pues se le terminaron los insumos y las válvulas que permiten arreglar las garrafas y Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) dejó de atender a la recalificadora. Además, el presidente de la estatal petrolera, Carlos Villegas, anunció que SIPSA desaparecerá por haber sido constituida en forma ilegal.
La Razón visitó ayer la planta recalificadora situada en Senkata, en El Alto, y evidenció que la actividad laboral de SIPSA está parada. En esas instalaciones, hay más de 13.000 garrafas, una parte está en proceso de control y otro monto ya fue refaccionado.
Los más de 30 trabajadores dejaron sus funciones y se están dedicando a vigilar las garrafas por turnos, para evitar robos.
Un experto en recalificación, que pidió mantener su nombre en reserva, indicó que además de esos 13.000 envases, hay otros 80.000 en la planta engarrafadora de Senkata, a la espera de ingresar a la etapa de recalificación.
“Esta situación es peligrosa, porque pueden empezar a circular garrafas en mal estado y darse un siniestro de grandes proporciones, porque la recalificación es la única garantía de seguridad que tiene el usuario”, manifestó.
La recalificación de una garrafa se debe realizar cada 10 años.
Los trabajadores de SIPSA explicaron que si las garrafas se mantienen almacenadas por estar en mal estado, afectarán al abastecimiento de GLP en el mercado interno, no por escasez del combustible, sino por falta de envases para su distribución.
Una de las fuentes explicó que para funcionar, SIPSA debía utilizar $us 1,8 millones del fondo creado exclusivamente para la recalificación. El capital se constituyó con el aporte de cada usuario de GLP, pues un porcentaje del costo de la garrafa está consignado a la recalificación.
El informante indicó que la compra de Full Industry por un costo de $us 200.000 para la constitución de SIPSA debía pagarse con las utilidades que lograría la empresa (20%) en cinco meses.
SIPSA recalificó 7.000 garrafas en octubre, 8.000 en noviembre y similar monto en diciembre; subió a 15.000 en enero y proyectaba llegar a 25.000 en febrero.
Empleados reclaman salarios
Los trabajadores de YPFB-SIPSA están preocupados pues desde enero no se les ha pagado salarios y desconocen si los echarán o los recontratarán.
“No nos están cancelando (sueldos) desde enero, somos víctimas de los problemas de YPFB, que no tiene nada que ver con la recalificadora”, dijo el representante de emergencia de los trabajadores, Elvis Maldonado. Precisó que en total son 30 trabajadores, 16 de planilla y el resto contratistas. Indicó que varios empezaron a buscar un nuevo empleo y que otros asisten a la empresa cada día para cumplir sus horarios.
La semana pasada, el presidente de YPFB, Carlos Villegas, anunció la desaparición de la empresa por haber sido constituida al margen de las normas.
Elvis Maldonado indicó que se envió cartas a la presidencia de YPFB para que se les informe sobre su situación en SIPSA; sin embargo, no tuvieron respuesta.
“El gerente de administración de SIPSA debe ver cómo encarar el tema”, sostuvo ayer el vicepresidente de Operaciones de Yacimientos, José Luis Gutiérrez.
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