La Superintendencia de Hidrocarburos detectó que existe una diferencia de 97,50 bolivianos entre el precio del gas licuado de petróleo (GLP) comercializado en Bolivia y el ofertado en Perú.
Según el responsable interino de ese despacho, Guillermo Aruquipa, ese margen de diferencia es el que incentiva el contrabando del combustible.
Aseguró que mientras que en Bolivia la garrafa de 10 kilos está en 22,50 bolivianos, en la nación vecina se cotiza en 120 bolivianos.
Para la autoridad, el origen de esa desigualdad es la diferencia entre el precio del crudo en Bolivia, que se ubica en 27,11 dólares el barril, y el valor en el mercado internacional, de 118 dólares a la fecha, situación que también estimula la exportación ilegal del GLP.
Según Aruquipa, la garrafa del combustible es 81 por ciento más barata que en Perú, en tanto que el barril de crudo en Bolivia vale 77 por ciento menos que en el mercado externo.
El precio del crudo en el país está congelado desde 2004, en 27,11 dólares el barril. En tanto que el costo del GLP es subvencionado por el Estado.
Este año, el subsidio al combustible de consumo masivo en Bolivia, tanto doméstico como comercial y hasta vehicular, trepará a unos 300 millones de dólares, de acuerdo con cálculos gubernamentales.
Según el Superintendente, el contrabando de GLP reduce entre 25 y 30 por ciento la producción nacional, lo que afecta al suministro del combustible en el mercado interno. Dijo que para combatir la salida ilegal de GLP, las unidades específicas de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) y la entidad reguladora trabajan coordinadamente.
Aruquipa precisó que se tienen acuerdos con gobiernos locales en la frontera con Perú para que, en el marco del Decreto Supremo 29158, que castiga el contrabando de combustible, los pobladores “no dejen pasar ni una sola garrafa” rumbo al país vecino. Aseguró que también se llevara a cabo un control estricto por las carreteras.
Según el responsable interino de ese despacho, Guillermo Aruquipa, ese margen de diferencia es el que incentiva el contrabando del combustible.
Aseguró que mientras que en Bolivia la garrafa de 10 kilos está en 22,50 bolivianos, en la nación vecina se cotiza en 120 bolivianos.
Para la autoridad, el origen de esa desigualdad es la diferencia entre el precio del crudo en Bolivia, que se ubica en 27,11 dólares el barril, y el valor en el mercado internacional, de 118 dólares a la fecha, situación que también estimula la exportación ilegal del GLP.
Según Aruquipa, la garrafa del combustible es 81 por ciento más barata que en Perú, en tanto que el barril de crudo en Bolivia vale 77 por ciento menos que en el mercado externo.
El precio del crudo en el país está congelado desde 2004, en 27,11 dólares el barril. En tanto que el costo del GLP es subvencionado por el Estado.
Este año, el subsidio al combustible de consumo masivo en Bolivia, tanto doméstico como comercial y hasta vehicular, trepará a unos 300 millones de dólares, de acuerdo con cálculos gubernamentales.
Según el Superintendente, el contrabando de GLP reduce entre 25 y 30 por ciento la producción nacional, lo que afecta al suministro del combustible en el mercado interno. Dijo que para combatir la salida ilegal de GLP, las unidades específicas de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) y la entidad reguladora trabajan coordinadamente.
Aruquipa precisó que se tienen acuerdos con gobiernos locales en la frontera con Perú para que, en el marco del Decreto Supremo 29158, que castiga el contrabando de combustible, los pobladores “no dejen pasar ni una sola garrafa” rumbo al país vecino. Aseguró que también se llevara a cabo un control estricto por las carreteras.
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