El denominado “anillo energético” comienza a funcionar con la nueva intromisión de Petrobras en Bolivia y con el compromiso de empezar a abastecer de gas natural a Brasil, Argentina y, consiguientemente, a Chile.
Se trata de la advertencia del ex ministro de Hidrocarburos, Andrés Soliz Rada, quien a la luz de los últimos acontecimientos da cuenta que una vez que “la tercera nacionalización, del primero de mayo de 2006, ha sido arrinconada con la llegada de Lula a La Paz en diciembre pasado, quien recalcó que las inversiones de Petrobras resolverán el suministro de gas a Brasil, Argentina y Chile. (y que) El ente brasileño abastecerá el mercado interno a precios internacionales (subvencionados por el Estado) y entrabará el abastecimiento de gas a la siderúrgica de El Mutún, en manos de Jindal, de la India, que deberá pagar por el energético sólo el 50 % del precio de exportación. Lo anterior demuestra que el ‘anillo energético’ comenzará a funcionar”.
En efecto, Soliz Rada luego de su renuncia al Ministerio de Hidrocarburos el año pasado, ha advertido de manera reiterada que la geopolítica brasileña está incidiendo de una manera ininterrumpida en los programas nacionales de abastecimiento de gas, pero, con mayor énfasis, sobre una frustrada industrialización de los hidrocarburos en territorio nacional.
Alternativas nacionales
Para Soliz Rada, “Los cimientos del proyecto (anillo energético) están en las reservas bolivianas, las que, por decisión de las transnacionales y Petrobras, tienen que ser exportadas sin valor agregado”.
“Ni siquiera el ofrecimiento de vender a Chile termoelectricidad pudo concretarse, pese a que las termoeléctricas del Norte chileno (financiadas por transnacionales), están casi paralizadas por falta de materia prima o usan carbón o diesel altamente contaminantes. Por esta razón, ‘El Mercurio’ pide que Bolivia venda a Chile gas natural y no termoelectricidad”, apunta el también ex parlamentario.
No obstante, explica que: “Por nuestra parte, pensamos que el país debe alimentar el “anillo” con el 50 por ciento de su producción, pero a condición de que el otro 50 por ciento sea convertido dentro del país en fertilizantes, diesel, Gas Licuado de Petróleo (GLP), plásticos y termoelectricidad para la exportación”.
Proyección de Lula
El ex Ministro también observa que con el arribo a Bolivia del presidente del Brasil, Luiz Inazio Lula Da Silva, junto a su homóloga de Chile, Michelle Bachellet, con quienes se concretó la participación de Bolivia en la carretera Santos–Arica “Al mismo tiempo, el Movimiento al Socialismo (MAS) renunció a nacionalizar la red occidental de ferrocarriles que permitió a empresas de Chile y EEUU levantar las rieles de tramos del altiplano boliviano, las que serían rehabilitadas a fin de exportar más minerales, en beneficio foráneo, también sin valor agregado”.
“Así el Mandatario brasileño se convertirá en el ‘Señor de los Anillos’ energético y vial del Cono Sur”, agrega Soliz Rada.
De la misma manera, da cuenta que fue el Gobierno del Brasil el que hizo fracasar el “gasoducto del Sur” planteado por Venezuela, “que amenazaba el liderazgo regional de Lula, quien prefirió un acuerdo con Bush sobre biocombustibles (o ‘necrocombustibles’). Evo (Morales) aceptó las condiciones de ‘su hermano mayor’ (así llama a Lula) a cambio de su apoyo en su pugna con los departamentos que exigen regímenes autonómicos a ultranza”.
Exclusión del “anillo”
Por otra parte, para Soliz Rada se hace evidente que hubo cierta intencionalidad en que Bolivia no participe del “anillo energético”, ya que en la 28 cumbre del Mercado Común del Sur (Mercosur), realizada en Asunción el 22 de junio del 2005, Chile propuso su construcción, que abastezca de gas a la región.
“El proyecto debía iniciarse en Camisea (sur del Perú), conectarse con el Norte chileno, cruzar a la Argentina y llegar a Brasil, Paraguay y Uruguay. La propuesta calificada de “magnífica” por el presidente Toledo, era más absurda que un rascacielos en el aire, ya que tenía todo menos gas, debido a que, de los 12 TCF que tiene Camisea, la mitad irá a Lima, así como a cumplir acuerdos iniciales de exportación a México, sin considerar la demanda de otras ciudades del Perú”, afirma Soliz.
Agrega que “La iniciativa hizo que el ingenuo (¿ingenuo?) empresario de Cochabamba, Oscar Bakir, dijera que los países del Mercosur tienen todo el derecho de ejecutar el proyecto sin nosotros y que seríamos excluidos de un futuro ‘anillo vial’ ”.
Además, que “El Presidente de YPFB en ese momento, Carlos D`Arlach, quien trabajó 23 años en la Occidental Petroleum, advirtió que, ‘mientras más demoremos en entrar al anillo las posibilidades de ser excluidos aumentan’. Raúl Kieffer, de la Halliburton, indicó que Bolivia debía recuperar la confianza de sus vecinos, pero que, hoy por hoy, ya fuimos excluidos”.
Se trata de la advertencia del ex ministro de Hidrocarburos, Andrés Soliz Rada, quien a la luz de los últimos acontecimientos da cuenta que una vez que “la tercera nacionalización, del primero de mayo de 2006, ha sido arrinconada con la llegada de Lula a La Paz en diciembre pasado, quien recalcó que las inversiones de Petrobras resolverán el suministro de gas a Brasil, Argentina y Chile. (y que) El ente brasileño abastecerá el mercado interno a precios internacionales (subvencionados por el Estado) y entrabará el abastecimiento de gas a la siderúrgica de El Mutún, en manos de Jindal, de la India, que deberá pagar por el energético sólo el 50 % del precio de exportación. Lo anterior demuestra que el ‘anillo energético’ comenzará a funcionar”.
En efecto, Soliz Rada luego de su renuncia al Ministerio de Hidrocarburos el año pasado, ha advertido de manera reiterada que la geopolítica brasileña está incidiendo de una manera ininterrumpida en los programas nacionales de abastecimiento de gas, pero, con mayor énfasis, sobre una frustrada industrialización de los hidrocarburos en territorio nacional.
Alternativas nacionales
Para Soliz Rada, “Los cimientos del proyecto (anillo energético) están en las reservas bolivianas, las que, por decisión de las transnacionales y Petrobras, tienen que ser exportadas sin valor agregado”.
“Ni siquiera el ofrecimiento de vender a Chile termoelectricidad pudo concretarse, pese a que las termoeléctricas del Norte chileno (financiadas por transnacionales), están casi paralizadas por falta de materia prima o usan carbón o diesel altamente contaminantes. Por esta razón, ‘El Mercurio’ pide que Bolivia venda a Chile gas natural y no termoelectricidad”, apunta el también ex parlamentario.
No obstante, explica que: “Por nuestra parte, pensamos que el país debe alimentar el “anillo” con el 50 por ciento de su producción, pero a condición de que el otro 50 por ciento sea convertido dentro del país en fertilizantes, diesel, Gas Licuado de Petróleo (GLP), plásticos y termoelectricidad para la exportación”.
Proyección de Lula
El ex Ministro también observa que con el arribo a Bolivia del presidente del Brasil, Luiz Inazio Lula Da Silva, junto a su homóloga de Chile, Michelle Bachellet, con quienes se concretó la participación de Bolivia en la carretera Santos–Arica “Al mismo tiempo, el Movimiento al Socialismo (MAS) renunció a nacionalizar la red occidental de ferrocarriles que permitió a empresas de Chile y EEUU levantar las rieles de tramos del altiplano boliviano, las que serían rehabilitadas a fin de exportar más minerales, en beneficio foráneo, también sin valor agregado”.
“Así el Mandatario brasileño se convertirá en el ‘Señor de los Anillos’ energético y vial del Cono Sur”, agrega Soliz Rada.
De la misma manera, da cuenta que fue el Gobierno del Brasil el que hizo fracasar el “gasoducto del Sur” planteado por Venezuela, “que amenazaba el liderazgo regional de Lula, quien prefirió un acuerdo con Bush sobre biocombustibles (o ‘necrocombustibles’). Evo (Morales) aceptó las condiciones de ‘su hermano mayor’ (así llama a Lula) a cambio de su apoyo en su pugna con los departamentos que exigen regímenes autonómicos a ultranza”.
Exclusión del “anillo”
Por otra parte, para Soliz Rada se hace evidente que hubo cierta intencionalidad en que Bolivia no participe del “anillo energético”, ya que en la 28 cumbre del Mercado Común del Sur (Mercosur), realizada en Asunción el 22 de junio del 2005, Chile propuso su construcción, que abastezca de gas a la región.
“El proyecto debía iniciarse en Camisea (sur del Perú), conectarse con el Norte chileno, cruzar a la Argentina y llegar a Brasil, Paraguay y Uruguay. La propuesta calificada de “magnífica” por el presidente Toledo, era más absurda que un rascacielos en el aire, ya que tenía todo menos gas, debido a que, de los 12 TCF que tiene Camisea, la mitad irá a Lima, así como a cumplir acuerdos iniciales de exportación a México, sin considerar la demanda de otras ciudades del Perú”, afirma Soliz.
Agrega que “La iniciativa hizo que el ingenuo (¿ingenuo?) empresario de Cochabamba, Oscar Bakir, dijera que los países del Mercosur tienen todo el derecho de ejecutar el proyecto sin nosotros y que seríamos excluidos de un futuro ‘anillo vial’ ”.
Además, que “El Presidente de YPFB en ese momento, Carlos D`Arlach, quien trabajó 23 años en la Occidental Petroleum, advirtió que, ‘mientras más demoremos en entrar al anillo las posibilidades de ser excluidos aumentan’. Raúl Kieffer, de la Halliburton, indicó que Bolivia debía recuperar la confianza de sus vecinos, pero que, hoy por hoy, ya fuimos excluidos”.
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