La empresa brasileña Petrobras, garantizó ayer el funcionamiento del campo San Alberto, que aporta con el 19% de la producción gasífera de Bolivia. Este yacimiento, está ubicado en la serranía de San Antonio, en la provincia Gran Chaco del departamento de Tarija.
Conflicto. El lunes cerca de 16 comunidades aledañas al megacampo de gas San Alberto, operado por la brasileña Petrobras, se declararon en vigilia permanente demandando 105 empleos dentro de la operadora.
Hasta el cierre de edición, los indígenas mantenían la vigilia en las afueras del campo, ante un fuerte resguardo policial.
Ante estos hechos, Petrobras, en un comunicado de prensa, señaló que "ha interpuesto sus buenos oficios para contribuir a la solución del problema derivado de las discrepancias surgidas entre las propias comunidades, acerca de los porcentajes de puestos de trabajo que corresponde a cada una en el proyecto de la planchada para la planta de compresión de San Alberto".
Acuerdo. La firma añadió que informa a las comunidades sobre el número de empleos que requiere cada uno de los proyectos que se lleva adelante en el país "y son los representantes de las propias poblaciones los que definen la distribución de puestos de trabajo, basados en acuerdos firmados entre los comunarios y las empresas involucradas ".
Por otro lado, la petrolera indicó, que las operaciones de producción y procesamiento de gas en el campo San Alberto son normales.
No emite comunicado. Por su parte, la estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), evitó dar detalles sobre este conflicto. La explotación de este yacimiento es compartida entre la petrolera que tiene en su poder el 35 por ciento del pozo; YPFB Andina con el 50 por ciento y Total Bolivie invierte el 15, respectivamente.
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