Los distribuidores de Gas Licuado de Petróleo (GLP) demandan un incremento salarial acorde con la realidad económica actual, en caso de no ser escuchados por las empresas que se encargan de la distribución anuncian con paralizar sus actividades el 30 de enero.
El secretario general del Sindicato de Distribuidores de GLP, Ismael Quispe, señaló que los trabajadores están pidiendo algo justo, ya que desde hace 10 años no se incrementa ningún salario, aseveró que antes no estaban agrupados en un sindicato por ello no hacían respetar sus derechos y las empresas que se encargan de la distribución lucraron durante todo ese tiempo.
Indicó que ahora se pide aumento de sueldo de los trabajadores, manifestó que se notificó con cartas y pidiendo el diálogo pero sólo una de las empresas accedió a conversar, las demás no.
Anunció que si no se llega a un acuerdo favorable para los trabajadores entonces el 30 de enero se realizará un paro de 24 horas, luego de 48 y podría desembocar en un paro indefinido.
Mencionó que son 70 los afiliados al Sindicato de Distribuidores de GLP que no cuentan ni con el salario mínimo, puesto que los ayudantes ganan 700 y los choferes 1.000 bolivianos.
En tanto la administradora de una de las empresas distribuidoras, Silvia Copa, dio a conoce que ayer se llevó a cabo una reunión donde ambos sectores determinaron socializar sus propuestas con sus bases y reunirse en los próximos días para llegar a un acuerdo.
Indicó que existe la predisposición de incrementar los salarios pero de acuerdo a las posibilidades que se tiene, puesto que aseveró que las empresas perciben una comisión del 16 % por la distribución de cada garrafa de gas esto data desde hace 16 años y la Superintendencia de Hidrocarburos no mejora.
Sostuvo que por ello en base a este porcentaje que se recibe se debe analizar cuanto podría ser el incremento de salario que piden, tiene que ser un margen razonable.
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