La Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH) comenzará el control vía satélite a la compraventa de combustible con la inclusión de chips a los 12.000 vehículos del Estado, desde enero de 2013.
El director de la ANH, Gary Medrano, informó ayer que la primera fase del proyecto Boliviana de Sistemas de Autoidentificación (B-SISA) comenzará el 1 de enero.
“Comenzaremos por casa , con los vehículos del Estado, de los ministerios, de las empresas públicas que en todo el territorio nacional suman alrededor de 12.000”, afirmó y añadió que ese primer paso permitirá realizar pruebas del buen funcionamiento del sistema.
La segunda etapa incluye a los casi 120 mil vehículos del transporte público de todo el país y se iniciará a mediados o fines de febrero de 2013. Continuará con los motorizados particulares que, según la ANH, se aproximan a 868 mil, puesto que en Bolivia hay al menos un millón de vehículos.
“El sistema atacará dos problemas importantes: el acopio para llevar (el combustible) a las fronteras para el contrabando o para utilizarlo en actividades ilícitas”, enfatizó la autoridad.
Una vez que se ponga en marcha el B-SISA, la ANH apunta a reducir hasta en un 50% el uso de los combustibles en esas actividades ilícitas.
Para efectivizar el control, en cada coche se incluirán TAGS, que son etiquetas que contienen circuitos electrónicos mediante los cuales se podrá hacer seguimiento a las compras de combustible a través de identificación por radio frecuencia (RFID) enviada hasta un centro de monitoreo de la ANH.
Serán adheridos en los parabrisas de forma gratuita y sin exigir requisitos ni trámites.
En cada uno de los 700 surtidores que operan en el territorio nacional, funcionarios de la ANH realizarán el registro y fijado de la etiqueta en menos de 35 segundos. Si el TAG no funciona por mal uso o es extraviado, los propietarios tendrán que pagar tres dólares (20 bolivianos) por uno nuevo que necesariamente será engomado al momento en que compren gasolina o diésel. Un reglamento que será aprobado en los próximos días regulará las sanciones contra la clonación de las etiquetas o su cambio ilícito para evadir el control.
El hardware y el software del B-SISA tiene un costo aproximado 35 millones de bolivianos (cinco millones de dólares). En las estaciones de servicio, además, se instalarán antenas conectadas a un sistema electrónico y que a su vez estarán enlazadas a una megacentral en oficinas de la ANH. Esta unidad será parte del Centro de Procesamiento de Datos de la ANH que contiene todos los sistemas de control.
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