viernes, 15 de agosto de 2008

YPFB reconoce que la producción llegó a tope


La producción de Gas Licuado de Petróleo (GLP) llegó a su pico en el país. Así lo reveló la empresa estatal YPFB Refinación y sugirió al Gobierno analizar la importación del energético para garantizar el abastecimiento en los próximos días.
Los números rojos indican que los volúmenes de producción de GLP en Bolivia ascienden a 1.000 toneladas/día, equivalentes a 100.000 garrafas/día. No obstante, el país requiere 20.000 garrafas más para garantizar la provisión del energético.
Según el gerente nacional de la empresa estatal, Germán Monroy, las refinerías Gualberto Villarroel de Cochabamba y Guillermo Elder Bell producen un promedio de 15.000 garrafas/día, lo cual es el límite máximo debido al tope en la producción. El resto se envasa en empresas privadas.
“Es necesario importar el producto para abastecer el mercado. En realidad nuestra política ha estado más orientada a mejorar la producción de gasolina, lo que ha hecho disminuir los volúmenes de GLP”, sostuvo el ejecutivo.
Por su lado, el superintendente interino de Hidrocarburos de la regional Santa Cruz, Óscar Arce, se limitó a decir que poco a poco se normalizará la situación y que la entidad desplazó a las distribuidoras 11 funcionarios para hacer el respectivo control.
“Estamos contratando más personal para verificar si hay gente que se aprovecha de la situación y aplica precios por encima de lo establecido en la ley. Ninguna persona debe pagar más de Bs 22,50 por garrafa, el que lo haga será sancionado y puede ser objeto de cierre del negocio”, agregó.
Mientras tanto, en un recorrido efectuado se volvió a constatar la falta de GLP en varias distribuidoras y la peregrinación de la población por los negocios.
Cabe recordar que el superintendente nacional de Hidrocarburos, Guillermo Aruquipa, al asumir el cargo hace meses se comprometió a aplicar el máximo rigor de la ley contra los especuladores y los contrabandistas al afirmar que ‘se acabó el carnaval’.
Sin embargo, hasta la fecha no se observa una acción conjunta continua entre las fuerzas combinadas para erradicar la salida ilegal del producto.
Analistas del área consideran que la producción pico en el país continuará afectando al abastecimiento de GLP en el mercado nacional. También advierten de que la Superintendencia de Hidrocarburos no cuenta con el personal técnico y profesional para encarar los controles.
Los expertos Carlos Alberto López y Hugo de la Fuente recuerdan que los montos actuales de inversión en el sector no representan sino una cuarta parte de los picos alcanzados hace una década; segundo, que el inicio del desplome de la inversión petrolera coincidió con el proceso de politización del gas a partir de 2002, y, tercero, que esta contracción se consolidó a partir de los aprestos nacionalizadores.
Agregan que más preocupante es la declinación de reservas, el estancamiento en la producción de gas, la contracción en la producción de líquidos, la declinación de campos antiguos, además de la ausencia de señales concretas de reactivación en el sector.
Fuentes gubernamentales indicaron que para cualquier contingencia se prevé realizar la importación de GLP desde Venezuela. No obstante, se descartó aplicar el plan porque creen que la alta demanda terminará en dos semanas más.
El Gobierno aprobó el DS 29166 en fecha 13 de junio de 2007, que contempla la compra de 46 toneladas de GLP, pero hasta la fecha no hubo acuerdos con Venezuela sobre los precios de importación. Entre tanto, en El Alto y Cochabamba se normalizó la venta del energético; en Beni y Pando persiste la escasez.

CFB alerta colapso por falta de diésel
La escasez de diésel coloca al sector forestal en una situación crítica, particularmente en Pando, siendo el insumo vital para el desarrollo de la actividad. La preocupación fue expuesta a autoridades de Gobierno por la Cámara Forestal de Bolivia (CFB); sin embargo, hasta el momento no hay respuesta.
El presidente de la CFB, Pablo Antelo, envió una carta la anterior semana al contraalmirante Rafael Bandeira, jefe del Comando Conjunto de las FFAA en Pando, para solicitarle viabilizar la entrega de diésel a los productores forestales de ese departamento por las dificultades que enfrentan para poder producir por la falta del combustible, provocando perjuicios irreversibles que se traducen en menos desarrollo y más pobreza.
Al no tener respuesta de las FFAA, el 12 de agosto de 2008 la CFB se dirigió al titular de YPFB, Santos Ramírez, al comandante general de las FFAA, Luis Trigo, y al superintendente de Hidrocarburos, Guillermo Aruquipa, explicando la situación que puede derivar en el colapso de la actividad. Hasta la fecha no hay respuesta.
Por otro lado, autoridades cívicas y políticas de Puerto Suárez elaboraron una resolución que contempla el ingreso de la Policía en el control y seguridad en el surtidor El Chapaco.

Garantizar la provisión
Hugo de la Fuente / Ex superintendente
El problema no es sólo el control de la Superintendencia de Hidrocarburos y su falta de capacidad técnica, sino que suba la producción.
Lo que corresponde es instalar más plantas de separación de licuables, de ahí que YPFB intenta agilizar la construcción de una empresa en Río Grande. En este momento exportamos gas natural rico a Brasil por encima de las especificaciones del contrato, entonces enviamos GLP en corrientes de gas natural a ese país.
La demanda cada vez se incrementa más, lo que además está exacerbado por los precios bajos del GLP, el contrabando a los países límitrofes, el uso de garrafas en miles de vehículos y principalmente porque la oferta no ha subido. Lo que está ocurriendo en el país es que no hay mayor producción de GLP, entonces se genera un grave problema.
La responsabilidad del Gobierno es garantizar los volúmenes respectivos para la población boliviana y para ello debe comenzar a importar el energético. Yo sé que es difícil hacerlo y económicamente cuesta mucho, pero primero están las personas. Lo mismo que ocurre con el diésel, igual tiene que suceder con el GLP.

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