La comercialización irregular de Gas Licuado de Petróleo (GLP) de uso doméstico nuevamente se hace sentir en Santa Cruz de la Sierra, con mayor efecto en los barrios más alejados.
Ayer en las distribuidoras de GLP Altamargas y Ultragas, situadas en inmediaciones de la avenida Santos Dumont, se pudo apreciar más de un centenar de personas que se apostó en la puerta de ingreso en procura de conseguir una garrafa de GLP.
Un funcionario de Altamargas señaló que no es que exista escasez de gas, sino que cuando hace frío, por el descenso de la temperatura, la demanda aumenta y como consecuencia de este fenómeno se producen largas filas. En la víspera, la distribuidora recibió 1.124 garrafas, que se vendieron en menos de dos horas, quedando un numeroso grupo de personas sin poder comprar una.
A más de uno se escuchó censurar la política de distribución de GLP que lleva adelante YPFB. "En manos del Gobierno la estatal petrolera no funciona, hasta la fecha sólo mostró ineficiencia", indicó una señora que estuvo en la fila y no alcanzó a comprar una garrafa de gas.
José Daniel Hurtado, presidente de la Cámara de Distribuidores de GLP en Santa Cruz, manifestó que en las oficinas de comercialización de YPFB le indicaron que la venta irregular de GLP se presenta por fallas técnicas y de carácter operativo.
Gary Medrano, responsable de la distrital de YPFB del oriente, atribuyó la escasez parcial de GLP al bloqueo protagonizado por las personas con discapacidad, que hasta el lunes pasado bloquearon la puerta de ingreso a la refinería Guillermo Elder Bell de Palmasola, impidiendo el ingreso y la salida de los camiones distribuidores del carburante.
"El efecto de esa medida de presión llegó tardíamente, por eso es que la población está sufriendo la falta de gas licuado en sus hogares, situación que será revertida hasta el lunes de la próxima semana", puntualizó Medrano.
Ayer en las distribuidoras de GLP Altamargas y Ultragas, situadas en inmediaciones de la avenida Santos Dumont, se pudo apreciar más de un centenar de personas que se apostó en la puerta de ingreso en procura de conseguir una garrafa de GLP.
Un funcionario de Altamargas señaló que no es que exista escasez de gas, sino que cuando hace frío, por el descenso de la temperatura, la demanda aumenta y como consecuencia de este fenómeno se producen largas filas. En la víspera, la distribuidora recibió 1.124 garrafas, que se vendieron en menos de dos horas, quedando un numeroso grupo de personas sin poder comprar una.
A más de uno se escuchó censurar la política de distribución de GLP que lleva adelante YPFB. "En manos del Gobierno la estatal petrolera no funciona, hasta la fecha sólo mostró ineficiencia", indicó una señora que estuvo en la fila y no alcanzó a comprar una garrafa de gas.
José Daniel Hurtado, presidente de la Cámara de Distribuidores de GLP en Santa Cruz, manifestó que en las oficinas de comercialización de YPFB le indicaron que la venta irregular de GLP se presenta por fallas técnicas y de carácter operativo.
Gary Medrano, responsable de la distrital de YPFB del oriente, atribuyó la escasez parcial de GLP al bloqueo protagonizado por las personas con discapacidad, que hasta el lunes pasado bloquearon la puerta de ingreso a la refinería Guillermo Elder Bell de Palmasola, impidiendo el ingreso y la salida de los camiones distribuidores del carburante.
"El efecto de esa medida de presión llegó tardíamente, por eso es que la población está sufriendo la falta de gas licuado en sus hogares, situación que será revertida hasta el lunes de la próxima semana", puntualizó Medrano.
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