La estatal brasileña Petrobras anunció ayer que analiza la reducción de las compras de gas natural a Bolivia ante una probable caída de la demanda industrial este año y buscar otros proveedores que ofrezcan un menor precio.
Agencias internacionales basadas en fuentes de la compañía prevén la reducción de la demanda los primeros meses de este año.
De acuerdo con el compromiso de venta suscrito entre Brasil y Bolivia, cada día se debe enviar 30 millones de metros cúbicos de gas en la actualidad.
El contrato entre los dos países establece que Brasil está obligado a comprar al menos 24 millones de metros cúbicos.
Pese a sus problemas de producción, es el único contrato que ha estado cumpliendo fielmente, porque a la Argentina ha estado enviando menos de los siete millones de metros cúbicos diarios comprometidos.
De acuerdo con la directora de Gas y Energía de Petrobras, María das Grazas Foster, el gas natural licuado cayó a un precio menor que el hidrocarburo importado de Bolivia y las obras en las plantas para recibir este energético alternativo fueron concluidas en octubre.
Esto puede contribuir a reducir la demanda del gas natural que se envía desde la región del Chaco.
Debido al alza de la cotización del petróleo por encima de los 140 dólares el año pasado, el precio del gas natural que se envía a Brasil se elevó de cinco hasta un promedio de diez dólares el millón de BTU (unidad térmica británica).
Según la funcionaria de Petrobras, si el precio del energético boliviano se torna poco competitivo, “voy y busco otro gas en el mercado”, dijo.
El año pasado, antes de la crisis financiera, Brasilia exigió al Gobierno del presidente Evo Morales la entrega de 30 millones de metros cúbicos diarios, cuando organizaciones opositoras bolivianas sabotearon el gasoducto Brasil-Bolivia.
LOS DATOS
El contrato de venta de gas natural a Brasil está vigente desde 1999.
La producción nacional abastece el mercado industrial de Sao Paulo.
Debido a los problemas de producción, Bolivia dejó de vender el producto a Cuiabá.
El convenio de venta al país del norte fue suscrito entre las estatales YPFB y Petrobras.
Si Brasil compra menos de lo comprometido, debe pagar igual por la diferencia.
Agencias internacionales basadas en fuentes de la compañía prevén la reducción de la demanda los primeros meses de este año.
De acuerdo con el compromiso de venta suscrito entre Brasil y Bolivia, cada día se debe enviar 30 millones de metros cúbicos de gas en la actualidad.
El contrato entre los dos países establece que Brasil está obligado a comprar al menos 24 millones de metros cúbicos.
Pese a sus problemas de producción, es el único contrato que ha estado cumpliendo fielmente, porque a la Argentina ha estado enviando menos de los siete millones de metros cúbicos diarios comprometidos.
De acuerdo con la directora de Gas y Energía de Petrobras, María das Grazas Foster, el gas natural licuado cayó a un precio menor que el hidrocarburo importado de Bolivia y las obras en las plantas para recibir este energético alternativo fueron concluidas en octubre.
Esto puede contribuir a reducir la demanda del gas natural que se envía desde la región del Chaco.
Debido al alza de la cotización del petróleo por encima de los 140 dólares el año pasado, el precio del gas natural que se envía a Brasil se elevó de cinco hasta un promedio de diez dólares el millón de BTU (unidad térmica británica).
Según la funcionaria de Petrobras, si el precio del energético boliviano se torna poco competitivo, “voy y busco otro gas en el mercado”, dijo.
El año pasado, antes de la crisis financiera, Brasilia exigió al Gobierno del presidente Evo Morales la entrega de 30 millones de metros cúbicos diarios, cuando organizaciones opositoras bolivianas sabotearon el gasoducto Brasil-Bolivia.
LOS DATOS
El contrato de venta de gas natural a Brasil está vigente desde 1999.
La producción nacional abastece el mercado industrial de Sao Paulo.
Debido a los problemas de producción, Bolivia dejó de vender el producto a Cuiabá.
El convenio de venta al país del norte fue suscrito entre las estatales YPFB y Petrobras.
Si Brasil compra menos de lo comprometido, debe pagar igual por la diferencia.
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