Luego de la nacionalización de la Empresa Petrolera Chaco y en un año de caída de precios del petróleo, el Gobierno reconoce a la firma 233,4 millones de dólares por el valor del 50 por ciento del paquete accionario con el que el Estado pasó a tener su control.
El viernes 23 de enero, el Poder Ejecutivo, a través del Decreto Supremo 29888, dispuso el control de la empresa al no haber llegado a un acuerdo favorable para obtener la denominada “acción de oro” para alcanzar la mayoría en el directorio.
La norma en su artículo 2 parágrafo III señala: “Se establecen las siguientes condiciones para la adquisición de las acciones de Amoco Bolivia & Gas AB en la empresa petrolera Chaco S.A.: valor por acción 29 dólares”.
De acuerdo con la tarjeta de registro en el mercado de valores, la firma tenía un total de 8.049.660 acciones equivalentes al 50 por ciento del paquete.
Si se toma como base los 29 dólares que estipula el decreto como condición para adquirir la empresa, ésta le costará al Estado 233.440.140 dólares.
En 1996 la firma Amoco se adjudicó la capitalización de YPFB y se hizo cargo de Chaco con un compromiso de 306,7 millones de dólares de inversión.
Fuentes del sector señalaron que el valor real de la acción de la compañía es mayor por los recientes proyectos que encaró, como el de Kanata, donde invirtió 30 millones de dólares. Esta planta separa los condensados, el gas seco y el gas húmedo, el que se somete a altas presiones y bajas temperaturas.
Otro proyecto importante de la firma es la planta de procesamiento de gas Percheles, ubicada en el municipio de La Guardia, a 50 kilómetros de la ciudad de Santa Cruz, donde invirtió 64 millones de dólares. El proyecto permite producir 15 millones de pies cúbicos de gas por día (MMpcd) y una capacidad nominal de 35 MMpcd.
Pan American Energy, dueña del 50 por ciento de las acciones hasta el viernes en representación de British Petroleum, luego de conocer el decreto de transferencia anunció que “defenderá” sus intereses legítimos “en todas las instancias”, a tiempo de dar a conocer que por decreto supremo se nacionalizó su participación en Chaco.
Fuentes del Ministerio Sin Cartera de Defensa Legal y Recuperación de las Empresas Estatales informaron que hasta el momento no se tiene ninguna comunicación oficial de la compañía sobre alguna acción que esté por asumir.
El ex gerente de la Bolsa Boliviana de Valores (BBV) Armando Álvarez comentó que con la caída de precios del petróleo el Estado tendrá menos ingresos y eso le generará dificultades para efectuar el pago de las acciones nacionalizadas a Chaco.
Además dijo que éste no será el único gasto en el que tenga que incurrir, porque para dar continuidad a las operaciones de la empresa, mantener a flote la producción y la exploración se deberán hacer inversiones adicionales. “Estos recursos deberían salir del mismo negocio y rentabilidad de la empresa, pero queda la duda de la existencia de recursos disponibles para cumplir esta tarea”.
El ex secretario de Hidrocarburos y Energía Carlos Alberto López coincidió en que el entorno de descenso de precios puede complicar el funcionamiento de la empresa.
Recordó que hasta el momento la compañía ha sobrevivico con éxito épocas de altos y bajos precios del petróleo en los recientes diez años gracias a una adecuada gestión empresarial y profesional, lo que ahora está en duda en manos de YPFB.
El Estado recibirá 277 millones de dividendos
El presidente Evo Morales informó ayer en Cochabamba que Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) se quedará con 277 millones de dólares de las ganancias obtenidas por la empresa petrolera Chaco en la gestión 2008.
En 2007, la estatal, como socia de la firma desde que se le traspasaron las acciones que estaban en manos de las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP) en las empresas capitalizadas petroleras, sólo había obtenido 141,6 millones de dólares.
Con el control ahora del 50 por ciento de las acciones que aún estaban en manos de Pan American Energy, la petrolera del Estado este año se quedará con todas las ganancias que se obtengan. Morales expresó ayer su esperanza para que en esta gestión haya mayor inversión en el sector. “Ojalá otras empresas puedan aportar para que la inversión sea mucho más grande, de esa manera que nos sobre diésel, combustible en toda Bolivia”.
El Mandatario reconoció una vez más: “Tenemos algunos problemas, a veces falta gasolina, falta diésel, pero eso requiere mucha inversión”.
El Gobierno había anunciado el año pasado una inyección de capitales en el sector superior a los 1.000 millones de dólares, lo que no fue logrado por el retraso en la aprobación de los nuevos contratos con los operadores del sector.
El viernes 23 de enero, el Poder Ejecutivo, a través del Decreto Supremo 29888, dispuso el control de la empresa al no haber llegado a un acuerdo favorable para obtener la denominada “acción de oro” para alcanzar la mayoría en el directorio.
La norma en su artículo 2 parágrafo III señala: “Se establecen las siguientes condiciones para la adquisición de las acciones de Amoco Bolivia & Gas AB en la empresa petrolera Chaco S.A.: valor por acción 29 dólares”.
De acuerdo con la tarjeta de registro en el mercado de valores, la firma tenía un total de 8.049.660 acciones equivalentes al 50 por ciento del paquete.
Si se toma como base los 29 dólares que estipula el decreto como condición para adquirir la empresa, ésta le costará al Estado 233.440.140 dólares.
En 1996 la firma Amoco se adjudicó la capitalización de YPFB y se hizo cargo de Chaco con un compromiso de 306,7 millones de dólares de inversión.
Fuentes del sector señalaron que el valor real de la acción de la compañía es mayor por los recientes proyectos que encaró, como el de Kanata, donde invirtió 30 millones de dólares. Esta planta separa los condensados, el gas seco y el gas húmedo, el que se somete a altas presiones y bajas temperaturas.
Otro proyecto importante de la firma es la planta de procesamiento de gas Percheles, ubicada en el municipio de La Guardia, a 50 kilómetros de la ciudad de Santa Cruz, donde invirtió 64 millones de dólares. El proyecto permite producir 15 millones de pies cúbicos de gas por día (MMpcd) y una capacidad nominal de 35 MMpcd.
Pan American Energy, dueña del 50 por ciento de las acciones hasta el viernes en representación de British Petroleum, luego de conocer el decreto de transferencia anunció que “defenderá” sus intereses legítimos “en todas las instancias”, a tiempo de dar a conocer que por decreto supremo se nacionalizó su participación en Chaco.
Fuentes del Ministerio Sin Cartera de Defensa Legal y Recuperación de las Empresas Estatales informaron que hasta el momento no se tiene ninguna comunicación oficial de la compañía sobre alguna acción que esté por asumir.
El ex gerente de la Bolsa Boliviana de Valores (BBV) Armando Álvarez comentó que con la caída de precios del petróleo el Estado tendrá menos ingresos y eso le generará dificultades para efectuar el pago de las acciones nacionalizadas a Chaco.
Además dijo que éste no será el único gasto en el que tenga que incurrir, porque para dar continuidad a las operaciones de la empresa, mantener a flote la producción y la exploración se deberán hacer inversiones adicionales. “Estos recursos deberían salir del mismo negocio y rentabilidad de la empresa, pero queda la duda de la existencia de recursos disponibles para cumplir esta tarea”.
El ex secretario de Hidrocarburos y Energía Carlos Alberto López coincidió en que el entorno de descenso de precios puede complicar el funcionamiento de la empresa.
Recordó que hasta el momento la compañía ha sobrevivico con éxito épocas de altos y bajos precios del petróleo en los recientes diez años gracias a una adecuada gestión empresarial y profesional, lo que ahora está en duda en manos de YPFB.
El Estado recibirá 277 millones de dividendos
El presidente Evo Morales informó ayer en Cochabamba que Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) se quedará con 277 millones de dólares de las ganancias obtenidas por la empresa petrolera Chaco en la gestión 2008.
En 2007, la estatal, como socia de la firma desde que se le traspasaron las acciones que estaban en manos de las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP) en las empresas capitalizadas petroleras, sólo había obtenido 141,6 millones de dólares.
Con el control ahora del 50 por ciento de las acciones que aún estaban en manos de Pan American Energy, la petrolera del Estado este año se quedará con todas las ganancias que se obtengan. Morales expresó ayer su esperanza para que en esta gestión haya mayor inversión en el sector. “Ojalá otras empresas puedan aportar para que la inversión sea mucho más grande, de esa manera que nos sobre diésel, combustible en toda Bolivia”.
El Mandatario reconoció una vez más: “Tenemos algunos problemas, a veces falta gasolina, falta diésel, pero eso requiere mucha inversión”.
El Gobierno había anunciado el año pasado una inyección de capitales en el sector superior a los 1.000 millones de dólares, lo que no fue logrado por el retraso en la aprobación de los nuevos contratos con los operadores del sector.
Para este año, el Poder Ejecutivo aguarda que la inyección de capital en la actividad sume 500 o 600 millones de dólares. La estatal YPFB proyectó una ejecución de 1.000 millones de dólares con los recursos que se prestó del Banco Central de Bolivia.
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