La construcción del Gasoducto Carrasco – Cochabamba (GCC), sólo busca asegurar la capacidad de transporte de gas dando prioridad al mercado interno, beneficiando a los usuarios domiciliarios, pequeños comercios y a la industria nacional, brindando un servicio de calidad y confianza.
Permitirá, además, ampliar la capacidad de transporte de gas para las ciudades de La Paz, El Alto, Oruro, Cochabamba, Potosí, en el mediano plazo. Mientras que el trópico de Cochabamba se beneficiará con el uso domiciliario, industrialización y estaciones de Gas Natural Vehicular (GNV) a lo largo del GCC.
De esa manera, la transportadora Transredes S.A. actualmente está desarrollando el proyecto con financiamiento propio y es optimista respecto a las probabilidades de obtener el financiamiento para el proyecto de la Corporación Andina de Fomento (CAF), y no se descarta la participación de otros organismo de cooperación amigos.
La transportadora, como responsable de la obra, también informó que para la ejecución del proyecto se requerirá de la contratación de empresas de servicios, constructoras y fabricantes de equipo a través de procesos competitivos a nivel nacional e internacional.
Avances
Mientras tanto, se realizó contrataciones para la ingeniería de detalle, estudios de impacto ambiental, constitución de servidumbre, provisión de la cañería (en el tramo 3). Sin embargo, por la época de lluvias y las características del terreno, Transredes aún no puede comenzar los trabajos en los tramos 1 y 2.
Se espera que en un futuro cercano, se inicie el proceso para la adquisición de la cañería para los tramos 1 y 2, así como el proceso de contratación de la construcción de estos mismos tramos.
Cabe puntualizar que en el negocio del transporte del petróleo, así como en otras áreas de este rubro, la contratación de materiales se la realiza por encargo, por lo que las especificaciones de las tuberías deben ser hechas bajo la seguridad de que la construcción del gasoducto sí se realizará.
Al respecto, se informó que se trata de cañerías de acero de alta resistencia de 16 Pulgadas de diámetro nominal, con largo de 12 metros y que responden a normativas y códigos técnicos de calidad mundialmente aceptados y reconocidos.
Licencia ambiental
Aunque todo el cronograma de trabajo está íntimamente ligado a la obtención de la licencia ambiental, principalmente para iniciar la movilización de equipos a la zona del proyecto, Transredes está realizando trabajos de logística que permitirán prever futuras contingencias.
Sin embargo, se ha señalado al mes de enero de 2008 como la fecha inicial para el arranque de obras para que a fines del mismo año exista un avance importante, si es que no están ya concluidos los 250 kilómetros de longitud.
El trabajo actual que se viene realizando se refiere a la ingeniería de detalle, estudios topográficos, geotécnicos, geofísica, permisos y constitución de servidumbres.
En lo relacionado a la construcción física del gasoducto, el tramo 3 –que comprende los municipios anexos a la ciudad de Cochabamba– está previsto que se inicie en enero de 2008; pero con la particularidad que será con distintos frentes de trabajo para tener mayores velocidades de avance.
Posteriormente, entre febrero y marzo de 2008, se tiene previsto iniciar las movilizaciones y trabajos en los tramos 1 y 2 del gasoducto. No obstante, es necesario tomar en cuenta que en este sector se encuentra la zona con mayor precipitación pluvial de Bolivia y donde los trabajos en campo deben iniciarse una vez que la época de lluvias se haya atenuado.
Impacto económico
Está previsto que el impacto económico del GCC en el consumo industrial y domiciliario del gas será directo, porque los beneficios van desde el uso domiciliario, en pequeños comercios, en la industria nacional; además, ampliará la capacidad de transporte de gas para La Paz, El Alto, Oruro, Cochabamba, Potosí, en el mediano plazo.
Por otra parte, este proyecto permitirá flexibilidad en la instalación de plantas de generación eléctrica en Cochabamba, siendo éste otro de los beneficios indirectos para ese departamento, al margen de la dinamización de la economía local y nacional.
Otro aspecto importante es que posibilitará la mayor producción de petróleo asociado al gas, lo cual incrementará las regalías. De igual manera, a nivel nacional, habrá un beneficio en el diesel, ya que el petróleo que se incrementará, al ser más pesado, tiene mejores características para su producción.
Demoras
A pesar de la importancia vital que tiene este proyecto para la consolidación en la obtención de más recursos económicos para el país, el mismo está retrasado respecto a su inicio desde el año 2005, cuando Transredes empezó los estudios iniciales.
En la actualidad, Transredes está procurando la Licencia Ambiental por parte del Gobierno, los permisos de las comunidades además de los contratos de transporte de gas.
De esta manera, se evidencia el trabajo en conjunto de Transredes con actores como Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), autoridades gubernamentales, la Superintendencia de Hidrocarburos, los productores locales, financiadores y comunidades aledañas al gasoducto.
Permitirá, además, ampliar la capacidad de transporte de gas para las ciudades de La Paz, El Alto, Oruro, Cochabamba, Potosí, en el mediano plazo. Mientras que el trópico de Cochabamba se beneficiará con el uso domiciliario, industrialización y estaciones de Gas Natural Vehicular (GNV) a lo largo del GCC.
De esa manera, la transportadora Transredes S.A. actualmente está desarrollando el proyecto con financiamiento propio y es optimista respecto a las probabilidades de obtener el financiamiento para el proyecto de la Corporación Andina de Fomento (CAF), y no se descarta la participación de otros organismo de cooperación amigos.
La transportadora, como responsable de la obra, también informó que para la ejecución del proyecto se requerirá de la contratación de empresas de servicios, constructoras y fabricantes de equipo a través de procesos competitivos a nivel nacional e internacional.
Avances
Mientras tanto, se realizó contrataciones para la ingeniería de detalle, estudios de impacto ambiental, constitución de servidumbre, provisión de la cañería (en el tramo 3). Sin embargo, por la época de lluvias y las características del terreno, Transredes aún no puede comenzar los trabajos en los tramos 1 y 2.
Se espera que en un futuro cercano, se inicie el proceso para la adquisición de la cañería para los tramos 1 y 2, así como el proceso de contratación de la construcción de estos mismos tramos.
Cabe puntualizar que en el negocio del transporte del petróleo, así como en otras áreas de este rubro, la contratación de materiales se la realiza por encargo, por lo que las especificaciones de las tuberías deben ser hechas bajo la seguridad de que la construcción del gasoducto sí se realizará.
Al respecto, se informó que se trata de cañerías de acero de alta resistencia de 16 Pulgadas de diámetro nominal, con largo de 12 metros y que responden a normativas y códigos técnicos de calidad mundialmente aceptados y reconocidos.
Licencia ambiental
Aunque todo el cronograma de trabajo está íntimamente ligado a la obtención de la licencia ambiental, principalmente para iniciar la movilización de equipos a la zona del proyecto, Transredes está realizando trabajos de logística que permitirán prever futuras contingencias.
Sin embargo, se ha señalado al mes de enero de 2008 como la fecha inicial para el arranque de obras para que a fines del mismo año exista un avance importante, si es que no están ya concluidos los 250 kilómetros de longitud.
El trabajo actual que se viene realizando se refiere a la ingeniería de detalle, estudios topográficos, geotécnicos, geofísica, permisos y constitución de servidumbres.
En lo relacionado a la construcción física del gasoducto, el tramo 3 –que comprende los municipios anexos a la ciudad de Cochabamba– está previsto que se inicie en enero de 2008; pero con la particularidad que será con distintos frentes de trabajo para tener mayores velocidades de avance.
Posteriormente, entre febrero y marzo de 2008, se tiene previsto iniciar las movilizaciones y trabajos en los tramos 1 y 2 del gasoducto. No obstante, es necesario tomar en cuenta que en este sector se encuentra la zona con mayor precipitación pluvial de Bolivia y donde los trabajos en campo deben iniciarse una vez que la época de lluvias se haya atenuado.
Impacto económico
Está previsto que el impacto económico del GCC en el consumo industrial y domiciliario del gas será directo, porque los beneficios van desde el uso domiciliario, en pequeños comercios, en la industria nacional; además, ampliará la capacidad de transporte de gas para La Paz, El Alto, Oruro, Cochabamba, Potosí, en el mediano plazo.
Por otra parte, este proyecto permitirá flexibilidad en la instalación de plantas de generación eléctrica en Cochabamba, siendo éste otro de los beneficios indirectos para ese departamento, al margen de la dinamización de la economía local y nacional.
Otro aspecto importante es que posibilitará la mayor producción de petróleo asociado al gas, lo cual incrementará las regalías. De igual manera, a nivel nacional, habrá un beneficio en el diesel, ya que el petróleo que se incrementará, al ser más pesado, tiene mejores características para su producción.
Demoras
A pesar de la importancia vital que tiene este proyecto para la consolidación en la obtención de más recursos económicos para el país, el mismo está retrasado respecto a su inicio desde el año 2005, cuando Transredes empezó los estudios iniciales.
En la actualidad, Transredes está procurando la Licencia Ambiental por parte del Gobierno, los permisos de las comunidades además de los contratos de transporte de gas.
De esta manera, se evidencia el trabajo en conjunto de Transredes con actores como Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), autoridades gubernamentales, la Superintendencia de Hidrocarburos, los productores locales, financiadores y comunidades aledañas al gasoducto.
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