Alejandro Bell Camacho, hijo de la exjefe de Unidad de Comunicación de YPFB, Selva Camacho, solicitó a la Fiscalía de La Paz, someterse a juicio abreviado en el proceso por delitos de uso indebido de influencias en razón del cargo, enriquecimiento ilícito con afectación al Estado y otros, al haberse adjudicado contratos publicitarios digitados por la misma unidad.
El fiscal Edwin Sarmiento informó ayer que junto a Alejandro Bell, la también detenida Yalile Bravo pidió la misma salida alternativa y la Fiscalía programó una audiencia para los primeros días de mayo.
Yalile Bravo, presunta enamorada de Bell Camacho, conformó en marzo de 2014 la empresa Bravo con un patrimonio de 27 mil bolivianos y luego se adjudicó una licitación para el colocado de vallas en la ciudad de Santa Cruz por cerca de medio millón de dólares. El representante legal fue Alejandro Bell.
Dentro de este circuito, YPFB vinculó a los propietarios de Omnimedia, Structura, Colibrí Agencia Publicitaria, Bravo y Bell Comunicaciones. Actualmente están con detención preventiva Selva Camacho y Ericka Rojas. El exjefe de Unidad, Ever Terán Flores, en cuya gestión se destapó el caso, cumple una condena de cuatro años.
Sarmiento indicó que ambos solicitantes deben cumplir los requisitos de admitir culpabilidad y renunciar al juicio abreviado y esperar el criterio de la Fiscalía para saber si se adecúan a los tipos penales de los que se les acusan.
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