Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) está en la capacidad de asumir la responsabilidad que significa la comercialización minorista de combustible en el país.
El criterio corresponde al ex director de Hidrocarburos, Javier Aramayo, quien aseguró que esta parte de la cadena hidrocarburífera es considerada la más sencilla a diferencia de la exploración, explotación y otras en las que la estatal petrolera sí demostró poca capacidad.
En la actualidad el Gobierno negocia con los propietarios de estaciones de servicio la expropiación de aquellas que se ubican en zonas fronterizas, con el argumento de utilidad pública y con el objetivo de evitar el contrabando de carburantes.
Aramayo recordó que si bien el terreno y los equipos en un surtidor pertenecen a un privado, la venta de combustible es una concesión que otorga el Estado y que según las normas vigentes, puede retirarla en el momento que vea conveniente.
“Desde ese punto de vista el Gobierno está actuando correctamente. Ahora tendrá que pagar un justo precio por esa inversión para asumir la tarea de comercialización”, precisó.
Para ello tendrá que encarar una negociación que permita llegar a un acuerdo que beneficie a ambas partes.
Sin embargo, Aramayo, destacó que al ser YPFB una entidad estatal, no precisará obtener una ganancia por la venta del combustible. De esa manera podrá contar con un margen para devolver la inversión realizada en las estaciones privadas con un cronograma de pagos u otra manera de solución al conflicto.
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