l Estado gasta 10 bolivianos por litro de gasolina en el traslado de este combustible a Cobija, por lo que el contrabando de este carburante significa un daño económico duro para el país. Brian Barbosa, responsable de la Zona Comercial en esta ciudad, explicó que esto obligó al Gobierno a buscar mecanismos más modernos para evitar el contrabando.
Falta control. “Necesitamos saber dónde se va ese combustible que es subvencionado por el Estado, un litro de gasolina trasladarlo a Cobija cuesta 10 bolivianos y ese mismo litro se vende al usuario final con 3,72 bolivianos es por eso que necesitamos controlar todo el flujo de este combustible que es subvencionado”, explicó. Para tratar de detener el contrabando se iniciará el uno de marzo la implementación de un sistema centralizado de ventas para realizar el control sobre la venta de carburantes líquidos, diesel y gasolina.
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