El Gobierno decidió militarizar las 449 estaciones de servicio del país para evitar el contrabando de diésel y responsabilizó a la oposición, que tiene mayoría en el Senado, por la escasez del combustible, pues, según el ministro de Hidrocarburos, Carlos Villegas, se niega a aprobar una ley que autorice la importación del energético desde Venezuela.
Sin embargo, una importante fuente del sector reveló que el problema se genera por la baja producción del carburante en Venezuela y Argentina, lo que causó la disminución de las entregas para el país y el desabastecimiento en el mercado interno.
Se dijo que el reclamo de Villegas a la Cámara Alta para que apruebe la importación de 50 mil barriles del combustible y su denuncia contra los surtidores por presuntas operaciones de contrabando “no tienen sustento”, ya que el problema es que “no hay dónde comprar diésel, porque la producción ha descendido”.
El ministro Villegas aseguró que “una de las razones fundamentales del desabastecimiento y de problemas que vivimos se debe a la falta de decisiones de la Cámara de Senadores”, porque “no aprobó la ley, a pesar de que hace más de dos meses la remitió la Cámara Baja”.
El senador de Podemos Carlos D’Arlach negó que a la Cámara Alta haya llegado un proyecto de ley para incrementar los volúmenes de importación de ese carburante.
Desplazamiento de efectivos
A fin de controlar la venta de diésel, Villegas informó que el Gobierno tomó la decisión de desplazar, a partir de ayer, a las Fuerzas Armadas para que escolten a cada una de las cisternas encargadas de distribuir el carburante a los surtidores y así evitar las desviaciones.
Los uniformados se encargaran de asegurar que el combustible sea descargado en los tanques. Además, en la noches habrá una vigilancia escalonada de militares y policías.
“Se van a poner en vigencia actitudes más rígidas y habrá un control estricto en cada una de las estaciones de servicio en las noches, que es cuando generalmente ocurre la salida de diésel porque no hay control”. Adicionalmente se dispuso la ubicación de dos policías en cada surtidor para que vigilen que el carburante no sea sacado al exterior vía contrabando.
Sin embargo, reconoció que hasta la fecha no existen detenidos por la salida ilegal del combustible, ya que el decreto de lucha contra el contrabando no lo establece, sino que sólo autoriza la confiscación, por 48 horas, del vehículo que incurrió en la actividad ilícita.
Explicó que los problemas de desabastecimiento se dan por un crecimiento de la demanda y la cosecha de verano en el oriente.
De acuerdo con ANF, el país importa al mes 200 mil barriles de diésel de Petróleos de Venezuela (PDVSA), 130 mil ingresan por el oriente a través de la Hidrovía hasta Puerto Suárez, y 70 mil para el occidente por el puerto peruano de Ilo, de acuerdo con el informe técnico de YPFB. Villegas reiteró que para evitar problemas de abastecimiento es necesario comprar 50 mil barriles adicionales.
Sin embargo, una importante fuente del sector reveló que el problema se genera por la baja producción del carburante en Venezuela y Argentina, lo que causó la disminución de las entregas para el país y el desabastecimiento en el mercado interno.
Se dijo que el reclamo de Villegas a la Cámara Alta para que apruebe la importación de 50 mil barriles del combustible y su denuncia contra los surtidores por presuntas operaciones de contrabando “no tienen sustento”, ya que el problema es que “no hay dónde comprar diésel, porque la producción ha descendido”.
El ministro Villegas aseguró que “una de las razones fundamentales del desabastecimiento y de problemas que vivimos se debe a la falta de decisiones de la Cámara de Senadores”, porque “no aprobó la ley, a pesar de que hace más de dos meses la remitió la Cámara Baja”.
El senador de Podemos Carlos D’Arlach negó que a la Cámara Alta haya llegado un proyecto de ley para incrementar los volúmenes de importación de ese carburante.
Desplazamiento de efectivos
A fin de controlar la venta de diésel, Villegas informó que el Gobierno tomó la decisión de desplazar, a partir de ayer, a las Fuerzas Armadas para que escolten a cada una de las cisternas encargadas de distribuir el carburante a los surtidores y así evitar las desviaciones.
Los uniformados se encargaran de asegurar que el combustible sea descargado en los tanques. Además, en la noches habrá una vigilancia escalonada de militares y policías.
“Se van a poner en vigencia actitudes más rígidas y habrá un control estricto en cada una de las estaciones de servicio en las noches, que es cuando generalmente ocurre la salida de diésel porque no hay control”. Adicionalmente se dispuso la ubicación de dos policías en cada surtidor para que vigilen que el carburante no sea sacado al exterior vía contrabando.
Sin embargo, reconoció que hasta la fecha no existen detenidos por la salida ilegal del combustible, ya que el decreto de lucha contra el contrabando no lo establece, sino que sólo autoriza la confiscación, por 48 horas, del vehículo que incurrió en la actividad ilícita.
Explicó que los problemas de desabastecimiento se dan por un crecimiento de la demanda y la cosecha de verano en el oriente.
De acuerdo con ANF, el país importa al mes 200 mil barriles de diésel de Petróleos de Venezuela (PDVSA), 130 mil ingresan por el oriente a través de la Hidrovía hasta Puerto Suárez, y 70 mil para el occidente por el puerto peruano de Ilo, de acuerdo con el informe técnico de YPFB. Villegas reiteró que para evitar problemas de abastecimiento es necesario comprar 50 mil barriles adicionales.
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