La planta de urea y amoniaco que construye YPFB en Bulo Bulo se encuentra en una fase avanzada de ejecución. Pero, la ferrovía que permitirá trasladar la producción de 2.100 toneladas de urea y 1.200 toneladas de amoniaco diarias hasta Montero y de ahí a Brasil, presenta retrasos, lo que pondría en riesgo la rentabilidad del primer proyecto petroquímico del país.
El presidente de la estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), Guillermo Achá, informó en agosto que la planta contemplaba un avance del 76% en su construcción y garantizó su funcionamiento para el segundo semestre de 2016.
En la misma fecha, el ministro de Obras Públicas, Milton Claros, declaró que el avance de la ferrovía es del 30 o 40%.
Por su parte, el viceministro de Exploración y Explotación petrolífera reconoció que "existen problemas en el tema del tren” y matizó que depende de otro ministerio (Obras Públicas). "Pero se ha tomado la decisión de que se impulse, porque no se puede garantizar una rentabilidad si no se tiene una evacuación óptima del producto de urea”, expresó.
La ferrovía Bulo Bulo-Montero estuvo en una constante crisis desde que comenzó a construirse en septiembre de 2013, con una inversión de 250 millones de dólares.
El proyecto se dividió en tres tramos. El primero (Montero-Río Yapacaní) se lo adjudicó la empresa china CAMC. El tramo dos (Río Yapacaní-Bulo Bulo) fue entregado a la empresa boliviana Convisa. La tercera fase la ejecuta una empresa española y comprende los puentes sobre los ríos Piraí, Yapacaní, Ichilo y Bulo Bulo.
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