El surtidor Volcán, uno de los más grandes de La Paz, gana aproximadamente entre 9.360 y 28.080 bolivianos semanales por la comercialización de diésel y gasolina en la ciudad, y las 120 gasolineras privadas que operan en la sede del gobierno obtienen en promedio 70.500 a la semana.
Según los expertos consultados por La Prensa, los buenos ingresos de las estaciones de servicio permiten que éstas recuperen su inversión en un plazo de entre cinco y seis años.
Volcán, de propiedad de la familia Claure, oriunda de Cochabamba, obtiene sus reditos gracias a que YPFB le suministra entre 12 mil y 24 mil litros de cada combustible dos a tres veces por semana. Sólo por el diésel, sus ingresos fluctúan entre 4.800 y 14.400 bolivianos cada siete días. Con la gasolina, sus ingresos se duplican en ese mismo periodo.
La estación Volcán, ubicada en la avenida Montes, es uno de los ocho grandes surtidores existentes en La Paz.
La Asociación de Estaciones Privadas de Servicios del departamento asegura que en La Paz existen 120 surtidores, de los que 30 están en la urbe; 40 en El Alto y 50 en las provincias.
Según la Superintendencia de Hidrocarburos, al 30 de septiembre de 2007 estaban registradas 116 gasolineras en La Paz.
El presidente de las Asociación de Estaciones Privadas de Servicios del departamento, Luis Mustafá, y el ex presidente de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) Hugo Del Granado coincidieron en que, en función de un decreto emitido el año 1989, los surtidores se benefician con el 5,6 por ciento de cada litro de gasolina que venden y con el 5,2 por ciento del diésel.
Según la Superintendencia de Hidrocarburos, el litro de gasolina especial vale 3,74 bolivianos el litro y 3,72, el de diésel.
Entonces, eso significa que perciben 0,20 bolivianos por litro de gasolina comercializada y 0,19 bolivianos por el diésel.
Del Granado explicó que el margen de ganancia de cada surtidor depende del volumen de combustible que venda. Bajo ese parámetro existen tres clases estaciones de servicio: grandes, medianas y pequeñas. De acuerdo con los expertos, si se aplica el margen de ganancia por litro a los volúmenes que, por ejemplo, maneja la Asociación de Estaciones Privadas de Servicios, se puede deducir que los grandes surtidores ganan cerca de 18 mil bolivianos semanales por la gasolina; los medianos, 16 mil bolivianos, y los pequeños, ocho mil.
Todo eso sumado hacen 42 mil bolivianos, pero si se adiciona la cantidad que reciben por el diésel (28.500), se obtiene que los surtidores de La Paz perciben 70.500 bolivianos por semana, aproximadamente.
En YPFB no quisieron dar información precisa sobre la ganancia de los surtidores pese a que fue solicitada por cinco días. En la Superintendencia tampoco atendieron el pedido.
El suministro
Con la nacionalización de los hidrocarburos, dictada el 1 de mayo de 2006, YPFB se convirtió en la única empresa encargada de suministrar combustible a los surtidores. En la actualidad entrega los volúmenes según el récord histórico de ventas, la capacidad de almacenaje y el flujo de vehículos que consumen, entre otros.
Mustafá dijo que cada dos días las estaciones grandes adquieren unos 24 mil litros de gasolina y otros similares de diésel. A la semana llegan a unos 90 mil de cada uno (ver cuadro).
Una gasolinera mediana consume semanalmente 80 mil litros de gasolina y 40 mil de diésel.
Las pequeñas reciben 40 mil del primero y 20 mil del segundo. Empero, esto varía, porque las chicas expenden mayormente gasolina.
Del Granado explicó que, de acuerdo con sus datos, los surtidores grandes pueden recibir un millón de litros al mes y los pequeños, 200 mil litros.
Sobre la capacidad, las estaciones grandes pueden almacenar 60 mil litros en promedio; de esta cantidad, generalmente se reparten 30 mil litros para el diésel y 30 mil para la gasolina.
Sin embargo, esa distribución puede variar en función de la demanda de carburante.
Técnicos del sector explicaron que en La Paz se concentra el consumo de gasolina, porque el parque automotor está compuesto por vehículos particulares y livianos, y en El Alto, de diésel, por micros, buses y camiones de alto tonelaje.
Los expertos aclararon que la capacidad de almacenaje de una gasolinera no siempre es utilizada al máximo, para que no se acumule el combustible.
Inversiones y gastos
De acuerdo con los cálculos de la Asociación de Estaciones Privadas de Servicios de La Paz, para tener una gasolinera se requiere entre 150 mil y 200 mil dólares, para adquirir un terreno con una superficie de 1.200 metros cuadrados, equipar la infraestructura con bombas y distribuidores, y terminar la construcción civil.
En el caso de una estación de gas natural, la inversión llega hasta los 500 mil dólares. Esto porque las compresoras demandan mayores recursos.
Según el ex superintendente Hugo de la Fuente, el tiempo de recuperación de esta inversión también es diferente, por el precio de los combustibles.
Explicó que los surtidores que venden gasolina y diésel reembolsan su inversión en seis años, mientras que los que se dedican al negocio del gas natural, en dos años. “Tener una estación de servicio es rentable, en teoría, pero en la medida en que Yacimientos no le venda gasolina ni gas natural, no lo será. Hay días de la semana en que las gasolineras reducen su venta, comercializan a sus clientes fijos y no a todos”. “Ahora, Yacimientos debería manejar cada estación como un negocio independiente con rentabilidad propia”.
Un ingreso extra
El ex ministro de Hidrocarburos Mauricio Medinacelli explicó que los ingresos de las estaciones de servicio dependen de cómo negocian su comisión con Yacimientos. “Ahí está el negocio de los surtidores”. Afirmó que el margen establecido por norma se cumple y que hay la posibilidad de que los surtidores negocien un mayor porcentaje de beneficios, que no tiene límite.
Según Medinacelli, existen estas dos cifras de ganancia: la real, que Yacimientos establece con las empresas, y la teórica, que son las fijadas por norma.
Sin embargo, la Asociación de Estaciones Privadas de Servicios de La Paz negó aquello e insistió en que sólo percibe el margen establecido en el decreto, lo mismo que YPFB.
La situación de Santa Cruz
Según la representante de la Asociación Nacional de Surtidores (Asosur), Martha Parada, en Santa Cruz las asignaciones son diferentes y son definidas en la época de escasez.
Explicó que YPFB otorgó a ese departamento 10 mil litros de diésel cada dos días que suman 558 mil bolivianos por mes, de los que el 5,2 por ciento queda como margen de ganancia, vale decir, 29 mil bolivianos en un tipo de combustibles.
Para el Tercer Anillo el suministro es de 15 mil litros y para el cuarto de 20 mil por la demanda de los equipos pesados que transitan por la zona.
Según datos de la Superintendencia de Hidrocarburos, en Santa Cruz funcionan unas 143 estaciones de servicio. En Bolivia hay 449 surtidores de gasolina y de diésel que están en manos privadas y 43 bajo la administración estatal.
El año pasado se instalaron 17 estaciones de gas natural vehicular
De acuerdo con los datos de la Superintendencia de Hidrocarburos, hasta noviembre de 2007 fueron creadas 17 estaciones de gas natural vehicular (GNV).
Durante 2006 sólo se contaba con 91 surtidores de este combustible y la gestión pasada aumentaron.
El GNV es un combustible que el Gobierno promueve como alternativa a la gasolina para uso vehicular. Es más barato, pues vale 1,66 bolivianos el metro cúbico, mientras que la gasolina, 3,74 bolivianos el litro.
Según la reguladora, el mayor crecimiento ocurrió en Santa Cruz, que pasó de 32 a 40 estaciones.
El segundo lugar lo ocupa El Alto con cuatro nuevas instalaciones de GNV, con lo que alcanzó a 14 para 2007.
Cochabamba tuvo un crecimiento de tres nuevas instalaciones, que consolidan su liderazgo nacional con 45 estaciones en todo su territorio.
En Oruro sólo se abrió una estación más el año pasado, ahora tiene dos. Tarija, Chuquisaca y La Paz mantienen la misma cantidad que en 2006, que llegaba a dos por cada uno.
YPFB licita la construcción de una nueva gasolinera en La Paz
Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) lanzará esta semana la licitación para la construcción de su primer surtidor en La Paz.
En la petrolera informaron que posiblemente el lunes 18 se celebre un acto con el fin de que esa estación de servicio se convierta en “la piedra fundamental” de todo un proyecto a largo plazo.
Este año, Yacimientos rehabilitará 43 surtidores en todo el país, en los que comercializará diésel, gasolina, gas natural y lubricantes durante todo el día.
El ministro de Hidrocarburos, Carlos Villegas, adelantó el mes pasado que las estaciones serán “cien por ciento” manejadas por la empresa estatal. La iniciativa demandará una inversión de 71 millones de dólares, aproximadamente.
En la actualidad, YPFB tiene a su cargo una estación de servicio en Santa Cruz, que fue inaugurada tiempo atrás para paliar la escasez de diésel en esa ciudad.
Con la nacionalización, la petrolera asumió el control mayorista y uno de sus retos es atender con mayor eficiencia la demanda del mercado interno y externo.
El consumo
Surtidores grandes
24 mil litros de gasolina cada dos días.
90 mil litros a la semana (según la demanda).
Surtidores medianos
12 mil litros cada dos días.
40 mil litros de diésel y 80 mil de gasolina cada semana.
Surtidores pequeños
40 mil litros de gasolina y 20 mil de diésel por semana. Esto varía, porque las chicas son de gasolina.
La petrolera estatal tiene previsto recuperar las estaciones de servicio.
La Superintendencia es la que se encarga de regular la comercialización.
Las empresas privadas controlan la mayor parte del negocio, el resto es del Estado.
Según los expertos consultados por La Prensa, los buenos ingresos de las estaciones de servicio permiten que éstas recuperen su inversión en un plazo de entre cinco y seis años.
Volcán, de propiedad de la familia Claure, oriunda de Cochabamba, obtiene sus reditos gracias a que YPFB le suministra entre 12 mil y 24 mil litros de cada combustible dos a tres veces por semana. Sólo por el diésel, sus ingresos fluctúan entre 4.800 y 14.400 bolivianos cada siete días. Con la gasolina, sus ingresos se duplican en ese mismo periodo.
La estación Volcán, ubicada en la avenida Montes, es uno de los ocho grandes surtidores existentes en La Paz.
La Asociación de Estaciones Privadas de Servicios del departamento asegura que en La Paz existen 120 surtidores, de los que 30 están en la urbe; 40 en El Alto y 50 en las provincias.
Según la Superintendencia de Hidrocarburos, al 30 de septiembre de 2007 estaban registradas 116 gasolineras en La Paz.
El presidente de las Asociación de Estaciones Privadas de Servicios del departamento, Luis Mustafá, y el ex presidente de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) Hugo Del Granado coincidieron en que, en función de un decreto emitido el año 1989, los surtidores se benefician con el 5,6 por ciento de cada litro de gasolina que venden y con el 5,2 por ciento del diésel.
Según la Superintendencia de Hidrocarburos, el litro de gasolina especial vale 3,74 bolivianos el litro y 3,72, el de diésel.
Entonces, eso significa que perciben 0,20 bolivianos por litro de gasolina comercializada y 0,19 bolivianos por el diésel.
Del Granado explicó que el margen de ganancia de cada surtidor depende del volumen de combustible que venda. Bajo ese parámetro existen tres clases estaciones de servicio: grandes, medianas y pequeñas. De acuerdo con los expertos, si se aplica el margen de ganancia por litro a los volúmenes que, por ejemplo, maneja la Asociación de Estaciones Privadas de Servicios, se puede deducir que los grandes surtidores ganan cerca de 18 mil bolivianos semanales por la gasolina; los medianos, 16 mil bolivianos, y los pequeños, ocho mil.
Todo eso sumado hacen 42 mil bolivianos, pero si se adiciona la cantidad que reciben por el diésel (28.500), se obtiene que los surtidores de La Paz perciben 70.500 bolivianos por semana, aproximadamente.
En YPFB no quisieron dar información precisa sobre la ganancia de los surtidores pese a que fue solicitada por cinco días. En la Superintendencia tampoco atendieron el pedido.
El suministro
Con la nacionalización de los hidrocarburos, dictada el 1 de mayo de 2006, YPFB se convirtió en la única empresa encargada de suministrar combustible a los surtidores. En la actualidad entrega los volúmenes según el récord histórico de ventas, la capacidad de almacenaje y el flujo de vehículos que consumen, entre otros.
Mustafá dijo que cada dos días las estaciones grandes adquieren unos 24 mil litros de gasolina y otros similares de diésel. A la semana llegan a unos 90 mil de cada uno (ver cuadro).
Una gasolinera mediana consume semanalmente 80 mil litros de gasolina y 40 mil de diésel.
Las pequeñas reciben 40 mil del primero y 20 mil del segundo. Empero, esto varía, porque las chicas expenden mayormente gasolina.
Del Granado explicó que, de acuerdo con sus datos, los surtidores grandes pueden recibir un millón de litros al mes y los pequeños, 200 mil litros.
Sobre la capacidad, las estaciones grandes pueden almacenar 60 mil litros en promedio; de esta cantidad, generalmente se reparten 30 mil litros para el diésel y 30 mil para la gasolina.
Sin embargo, esa distribución puede variar en función de la demanda de carburante.
Técnicos del sector explicaron que en La Paz se concentra el consumo de gasolina, porque el parque automotor está compuesto por vehículos particulares y livianos, y en El Alto, de diésel, por micros, buses y camiones de alto tonelaje.
Los expertos aclararon que la capacidad de almacenaje de una gasolinera no siempre es utilizada al máximo, para que no se acumule el combustible.
Inversiones y gastos
De acuerdo con los cálculos de la Asociación de Estaciones Privadas de Servicios de La Paz, para tener una gasolinera se requiere entre 150 mil y 200 mil dólares, para adquirir un terreno con una superficie de 1.200 metros cuadrados, equipar la infraestructura con bombas y distribuidores, y terminar la construcción civil.
En el caso de una estación de gas natural, la inversión llega hasta los 500 mil dólares. Esto porque las compresoras demandan mayores recursos.
Según el ex superintendente Hugo de la Fuente, el tiempo de recuperación de esta inversión también es diferente, por el precio de los combustibles.
Explicó que los surtidores que venden gasolina y diésel reembolsan su inversión en seis años, mientras que los que se dedican al negocio del gas natural, en dos años. “Tener una estación de servicio es rentable, en teoría, pero en la medida en que Yacimientos no le venda gasolina ni gas natural, no lo será. Hay días de la semana en que las gasolineras reducen su venta, comercializan a sus clientes fijos y no a todos”. “Ahora, Yacimientos debería manejar cada estación como un negocio independiente con rentabilidad propia”.
Un ingreso extra
El ex ministro de Hidrocarburos Mauricio Medinacelli explicó que los ingresos de las estaciones de servicio dependen de cómo negocian su comisión con Yacimientos. “Ahí está el negocio de los surtidores”. Afirmó que el margen establecido por norma se cumple y que hay la posibilidad de que los surtidores negocien un mayor porcentaje de beneficios, que no tiene límite.
Según Medinacelli, existen estas dos cifras de ganancia: la real, que Yacimientos establece con las empresas, y la teórica, que son las fijadas por norma.
Sin embargo, la Asociación de Estaciones Privadas de Servicios de La Paz negó aquello e insistió en que sólo percibe el margen establecido en el decreto, lo mismo que YPFB.
La situación de Santa Cruz
Según la representante de la Asociación Nacional de Surtidores (Asosur), Martha Parada, en Santa Cruz las asignaciones son diferentes y son definidas en la época de escasez.
Explicó que YPFB otorgó a ese departamento 10 mil litros de diésel cada dos días que suman 558 mil bolivianos por mes, de los que el 5,2 por ciento queda como margen de ganancia, vale decir, 29 mil bolivianos en un tipo de combustibles.
Para el Tercer Anillo el suministro es de 15 mil litros y para el cuarto de 20 mil por la demanda de los equipos pesados que transitan por la zona.
Según datos de la Superintendencia de Hidrocarburos, en Santa Cruz funcionan unas 143 estaciones de servicio. En Bolivia hay 449 surtidores de gasolina y de diésel que están en manos privadas y 43 bajo la administración estatal.
El año pasado se instalaron 17 estaciones de gas natural vehicular
De acuerdo con los datos de la Superintendencia de Hidrocarburos, hasta noviembre de 2007 fueron creadas 17 estaciones de gas natural vehicular (GNV).
Durante 2006 sólo se contaba con 91 surtidores de este combustible y la gestión pasada aumentaron.
El GNV es un combustible que el Gobierno promueve como alternativa a la gasolina para uso vehicular. Es más barato, pues vale 1,66 bolivianos el metro cúbico, mientras que la gasolina, 3,74 bolivianos el litro.
Según la reguladora, el mayor crecimiento ocurrió en Santa Cruz, que pasó de 32 a 40 estaciones.
El segundo lugar lo ocupa El Alto con cuatro nuevas instalaciones de GNV, con lo que alcanzó a 14 para 2007.
Cochabamba tuvo un crecimiento de tres nuevas instalaciones, que consolidan su liderazgo nacional con 45 estaciones en todo su territorio.
En Oruro sólo se abrió una estación más el año pasado, ahora tiene dos. Tarija, Chuquisaca y La Paz mantienen la misma cantidad que en 2006, que llegaba a dos por cada uno.
YPFB licita la construcción de una nueva gasolinera en La Paz
Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) lanzará esta semana la licitación para la construcción de su primer surtidor en La Paz.
En la petrolera informaron que posiblemente el lunes 18 se celebre un acto con el fin de que esa estación de servicio se convierta en “la piedra fundamental” de todo un proyecto a largo plazo.
Este año, Yacimientos rehabilitará 43 surtidores en todo el país, en los que comercializará diésel, gasolina, gas natural y lubricantes durante todo el día.
El ministro de Hidrocarburos, Carlos Villegas, adelantó el mes pasado que las estaciones serán “cien por ciento” manejadas por la empresa estatal. La iniciativa demandará una inversión de 71 millones de dólares, aproximadamente.
En la actualidad, YPFB tiene a su cargo una estación de servicio en Santa Cruz, que fue inaugurada tiempo atrás para paliar la escasez de diésel en esa ciudad.
Con la nacionalización, la petrolera asumió el control mayorista y uno de sus retos es atender con mayor eficiencia la demanda del mercado interno y externo.
El consumo
Surtidores grandes
24 mil litros de gasolina cada dos días.
90 mil litros a la semana (según la demanda).
Surtidores medianos
12 mil litros cada dos días.
40 mil litros de diésel y 80 mil de gasolina cada semana.
Surtidores pequeños
40 mil litros de gasolina y 20 mil de diésel por semana. Esto varía, porque las chicas son de gasolina.
La petrolera estatal tiene previsto recuperar las estaciones de servicio.
La Superintendencia es la que se encarga de regular la comercialización.
Las empresas privadas controlan la mayor parte del negocio, el resto es del Estado.
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