El anuncio de Petrobras abre la posibilidad de nuevas inversiones
El indefinido marco legal, los impedimentos operativos, las limitantes comerciales y la capacidad de transporte al límite son señaladas como las causas cruciales que impiden una auténtica reactivación del sector, en la evaluación de la Cámara Boliviana de Hidrocarburos (CBH), respecto a la situación actual del sector petrolero nacional.
A pesar de la firma de nuevos contratos de operación en octubre del 2006, la Cámara Boliviana de Hidrocarburos (CBH), puntualiza que “la incertidumbre sigue haciendo presa de las perspectivas de corto y mediano plazo de la industria petrolera y especialmente de sus inversiones”.
El criterio está expuesto en el número 52 de la Revista institucional “Petróleo y Gas”, en el que se pasa revista a la presente situación del sector petrolero en el país, luego que en octubre del año 2006 se hubiera firmado los contratos de operación con 12 empresas que operan en el país y que en mayo de 2007 hubieran sido protocolizados.
“Es poco probable que en las actuales condiciones se pueda dar una reactivación real de la industria petrolera en el país en el corto plazo. En todo caso, puede decirse que más allá de los anuncios, en este momento no existe ningún indicio concreto de una reactivación de la inversión, de la perforación de pozos, de la contratación de nuevos equipos y, por lo tanto, de algún incremento próximo de la producción”, manifiesta como una de las conclusiones de su evaluación la revista especializada.
Agrega que: “Las perspectivas de que Petrobras pueda llegar a un acuerdo amplio con el Gobierno de Bolivia para invertir, permite tener una luz de esperanza de que eso destrabe varias tareas pendientes”.
En relación a los compromisos de exportación con destino a la Argentina, esa evaluación da cuenta que: “La suscripción de nuevos contratos de operación y los prospectos de mercado en Argentina permiten, efectivamente, vislumbrar una posibilidad para la reactivación de la actividad sectorial en Bolivia. Sin embargo, estos elementos deben estar necesariamente acompañados de un ambiente propicio para las inversiones en términos de competitividad, estabilidad, certidumbre, seguridad jurídica y todo un marco legal y comercial coherente para la industria”.
EVALUACIÓN
SECTORIAL
“Mientras que la inversión petrolera en la región mostró claras señales de reactivación durante 2006 y 2007, especialmente en Perú, Argentina y Brasil, la actividad petrolera en Bolivia, la inversión urgentemente requerida, los planes de reactivación y la consolidación de prospectos comerciales claros para la industria se vieron seriamente afectados por los aprestos nacionalizadotes, por la inseguridad jurídica y por la incertidumbre generada en el país a causa de las perspectivas de nuevas modificaciones a la política sectorial, al marco legal y regulatorio y a causa de las perspectivas, poco claras a pesar de la suscripción de operación en octubre de 2006, de crecimiento y sostenibilidad futura del sector”, afirma esa evaluación.
Agrega que: “Las inversiones en exploración y producción petrolera en Bolivia siguen siendo escasas al extremo de no superar dos equipos de perforación en actividad y a pesar del anuncio del pozo Huacaya X–1 el cual tomará al menos dos años para entrar en producción”.
Marco legal
Desde el punto de vista del marco legal la CBH apunta: “Falta de clarificación y reglamentación de varios aspectos de la Ley 3058 que atinge a la operativización misma de las actividades de inversión y desarrollo”.
A esto agrega que; “Los anuncios del propio Gobierno sobre una próxima modificación de hasta 45 de los 144 artículos de la ley 3058”.
Así como: “Los anuncios de ‘renegociación’ de los 18 Tratados Bilaterales de Inversión suscritos y ratificados por el país a partir de 1986 y el ‘retiro’ de Bolivia del CIADI del Banco Mundial, lo que afecta drásticamente las garantías ofrecidas por el país a la inversión externa, cualquiera sea su origen”.
Otro punto anotado son: “Las amenazas periódicas de recisión de contratos ‘si las petroleras no invierten’ y las condiciones de inseguridad jurídica derivadas de la prevalente ambivalencia, si no abierto antagonismo del Gobierno para con la inversión externa y privada en el país”.
Finalmente, desde el punto de vista legal observa que: “Los resultados aún imprevisibles y la incertidumbre que futuros lineamientos de la Asamblea Constituyente puede finalmente definir”.
Impedimentos
operativos
Respecto a la parte estrictamente operativa, la evaluación de la CBH estima que: “La aún pendiente, concreción de Acuerdos de Entrega y Planes de Desarrollo que se encuentran ‘en negociación’ ”.
“El riesgo de contratos de exploración que en caso de un descubrimiento comercial están sujetos a previa aprobación congresal de los contratos de operación respectivos”.
Las: “Actividades de exploración, desarrollo y transporte sujetos a veto originario/campesino.”
Limitantes comerciales
Finalmente, respecto a la situación comercial de la explotación de hidrocarburos en el país, anota: “Reservas de gas oficialmente desconocidas (última certificación en base a datos de 2004, lo que limita la capacidad y seriedad para comprometer nuevas exportaciones)”.
Capacidad de
transporte al límite
Finalmente, da cuenta de: “La imposición de lo que en términos prácticos equivale a un subsidio del petróleo y, ahora, del gas natural para el mercado interno que, entre otros, desincentiva la inversión”; y “Exportación a la Argentina, principal motivación para firma de contratos, aún en veremos”.
El indefinido marco legal, los impedimentos operativos, las limitantes comerciales y la capacidad de transporte al límite son señaladas como las causas cruciales que impiden una auténtica reactivación del sector, en la evaluación de la Cámara Boliviana de Hidrocarburos (CBH), respecto a la situación actual del sector petrolero nacional.
A pesar de la firma de nuevos contratos de operación en octubre del 2006, la Cámara Boliviana de Hidrocarburos (CBH), puntualiza que “la incertidumbre sigue haciendo presa de las perspectivas de corto y mediano plazo de la industria petrolera y especialmente de sus inversiones”.
El criterio está expuesto en el número 52 de la Revista institucional “Petróleo y Gas”, en el que se pasa revista a la presente situación del sector petrolero en el país, luego que en octubre del año 2006 se hubiera firmado los contratos de operación con 12 empresas que operan en el país y que en mayo de 2007 hubieran sido protocolizados.
“Es poco probable que en las actuales condiciones se pueda dar una reactivación real de la industria petrolera en el país en el corto plazo. En todo caso, puede decirse que más allá de los anuncios, en este momento no existe ningún indicio concreto de una reactivación de la inversión, de la perforación de pozos, de la contratación de nuevos equipos y, por lo tanto, de algún incremento próximo de la producción”, manifiesta como una de las conclusiones de su evaluación la revista especializada.
Agrega que: “Las perspectivas de que Petrobras pueda llegar a un acuerdo amplio con el Gobierno de Bolivia para invertir, permite tener una luz de esperanza de que eso destrabe varias tareas pendientes”.
En relación a los compromisos de exportación con destino a la Argentina, esa evaluación da cuenta que: “La suscripción de nuevos contratos de operación y los prospectos de mercado en Argentina permiten, efectivamente, vislumbrar una posibilidad para la reactivación de la actividad sectorial en Bolivia. Sin embargo, estos elementos deben estar necesariamente acompañados de un ambiente propicio para las inversiones en términos de competitividad, estabilidad, certidumbre, seguridad jurídica y todo un marco legal y comercial coherente para la industria”.
EVALUACIÓN
SECTORIAL
“Mientras que la inversión petrolera en la región mostró claras señales de reactivación durante 2006 y 2007, especialmente en Perú, Argentina y Brasil, la actividad petrolera en Bolivia, la inversión urgentemente requerida, los planes de reactivación y la consolidación de prospectos comerciales claros para la industria se vieron seriamente afectados por los aprestos nacionalizadotes, por la inseguridad jurídica y por la incertidumbre generada en el país a causa de las perspectivas de nuevas modificaciones a la política sectorial, al marco legal y regulatorio y a causa de las perspectivas, poco claras a pesar de la suscripción de operación en octubre de 2006, de crecimiento y sostenibilidad futura del sector”, afirma esa evaluación.
Agrega que: “Las inversiones en exploración y producción petrolera en Bolivia siguen siendo escasas al extremo de no superar dos equipos de perforación en actividad y a pesar del anuncio del pozo Huacaya X–1 el cual tomará al menos dos años para entrar en producción”.
Marco legal
Desde el punto de vista del marco legal la CBH apunta: “Falta de clarificación y reglamentación de varios aspectos de la Ley 3058 que atinge a la operativización misma de las actividades de inversión y desarrollo”.
A esto agrega que; “Los anuncios del propio Gobierno sobre una próxima modificación de hasta 45 de los 144 artículos de la ley 3058”.
Así como: “Los anuncios de ‘renegociación’ de los 18 Tratados Bilaterales de Inversión suscritos y ratificados por el país a partir de 1986 y el ‘retiro’ de Bolivia del CIADI del Banco Mundial, lo que afecta drásticamente las garantías ofrecidas por el país a la inversión externa, cualquiera sea su origen”.
Otro punto anotado son: “Las amenazas periódicas de recisión de contratos ‘si las petroleras no invierten’ y las condiciones de inseguridad jurídica derivadas de la prevalente ambivalencia, si no abierto antagonismo del Gobierno para con la inversión externa y privada en el país”.
Finalmente, desde el punto de vista legal observa que: “Los resultados aún imprevisibles y la incertidumbre que futuros lineamientos de la Asamblea Constituyente puede finalmente definir”.
Impedimentos
operativos
Respecto a la parte estrictamente operativa, la evaluación de la CBH estima que: “La aún pendiente, concreción de Acuerdos de Entrega y Planes de Desarrollo que se encuentran ‘en negociación’ ”.
“El riesgo de contratos de exploración que en caso de un descubrimiento comercial están sujetos a previa aprobación congresal de los contratos de operación respectivos”.
Las: “Actividades de exploración, desarrollo y transporte sujetos a veto originario/campesino.”
Limitantes comerciales
Finalmente, respecto a la situación comercial de la explotación de hidrocarburos en el país, anota: “Reservas de gas oficialmente desconocidas (última certificación en base a datos de 2004, lo que limita la capacidad y seriedad para comprometer nuevas exportaciones)”.
Capacidad de
transporte al límite
Finalmente, da cuenta de: “La imposición de lo que en términos prácticos equivale a un subsidio del petróleo y, ahora, del gas natural para el mercado interno que, entre otros, desincentiva la inversión”; y “Exportación a la Argentina, principal motivación para firma de contratos, aún en veremos”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario