La certificación de las reservas hidrocarburíferas de Bolivia volvió a ser desairada, puesto que por segunda vez Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) tuvo que declarar desierta la licitación, justamente, por falta de interesados, de acuerdo con un informe oficial.
La estatal petrolera licitó en dos oportunidades la certificación de las reservas, pero sin resultados positivos. El primer desenlace negativo ocurrió en octubre del 2007, la segunda convocatoria fue lanzada en noviembre, pero el 8 de enero tampoco se presentaron proponentes.
El origen de esta ausencia de consultoras extranjeras, que son empresas especializadas en la verificación de los depósitos de hidrocarburos, tanto líquidos como gas, no fue esclarecido en YPFB. Sin embargo, se debe recordar que el 2006 el Gobierno anuló los resultados de la verificación realizada por “De Golyer and Mc Naughton”.
La estatal petrolera tiene hasta junio para certificar las reservas al 31 de diciembre del 2007, pero no volvió a intentar con una nueva licitación y el presidente de YPFB, Guillermo Aruquipa, aún no da información al respecto.
Las reservas hidrocarburíferas del país no son certificadas desde el 2004. Hasta el 31 de diciembre del 2003, la consultora De Golyer and Mc Naughton certificó 52,3 trillones de pies cúbicos (TCF) de gas y 908,7 millones de barriles de petróleo. Sin embargo, por decisión del Gobierno se fijaron en 48,7 TCF de gas y en 856 millones de barriles de petróleo y condensado para el 2004.
En este periodo gubernamental es el tercer intento de verificar las reservas, pero sin resultados positivos, puesto que la primera vez anularon los resultados el 21 de diciembre del 2005, en la segunda y tercera la licitación fue desierta.
NECESIDAD IMPERIOSA
“Bolivia necesita conocer con qué reservas cuenta” para tener la certeza de qué puede ofrecer a los mercados, con qué puede garantizar el suministro de gas a los dos contratos de exportación en vigencia y el mercado interno que es prioridad para el Gobierno.
“La certificación de reservas es un trabajo muy especializado”, por lo que debe ser realizado por consultoras especializadas, señalan en fuentes petroleras.
En tanto que en la Cámara Boliviana de Hidrocarburos (CBH) “la certificación de reservas es vital para desarrollar la industria de los hidrocarburos. Es tan importante como saber cuál es el inventario que el país tiene para ofrecer y vender”.
Por lo tanto en la CBH “consideramos que la certificación es uno de los temas pendientes y urgentes que hoy deben ser resueltos con un nuevo inventario que permita caminar sobre posiciones más certeras en el negocio del gas y sobre todo le permitan al país establecer políticas de mediano y largo plazo para una planificación adecuada”, remarca.
La estatal petrolera licitó en dos oportunidades la certificación de las reservas, pero sin resultados positivos. El primer desenlace negativo ocurrió en octubre del 2007, la segunda convocatoria fue lanzada en noviembre, pero el 8 de enero tampoco se presentaron proponentes.
El origen de esta ausencia de consultoras extranjeras, que son empresas especializadas en la verificación de los depósitos de hidrocarburos, tanto líquidos como gas, no fue esclarecido en YPFB. Sin embargo, se debe recordar que el 2006 el Gobierno anuló los resultados de la verificación realizada por “De Golyer and Mc Naughton”.
La estatal petrolera tiene hasta junio para certificar las reservas al 31 de diciembre del 2007, pero no volvió a intentar con una nueva licitación y el presidente de YPFB, Guillermo Aruquipa, aún no da información al respecto.
Las reservas hidrocarburíferas del país no son certificadas desde el 2004. Hasta el 31 de diciembre del 2003, la consultora De Golyer and Mc Naughton certificó 52,3 trillones de pies cúbicos (TCF) de gas y 908,7 millones de barriles de petróleo. Sin embargo, por decisión del Gobierno se fijaron en 48,7 TCF de gas y en 856 millones de barriles de petróleo y condensado para el 2004.
En este periodo gubernamental es el tercer intento de verificar las reservas, pero sin resultados positivos, puesto que la primera vez anularon los resultados el 21 de diciembre del 2005, en la segunda y tercera la licitación fue desierta.
NECESIDAD IMPERIOSA
“Bolivia necesita conocer con qué reservas cuenta” para tener la certeza de qué puede ofrecer a los mercados, con qué puede garantizar el suministro de gas a los dos contratos de exportación en vigencia y el mercado interno que es prioridad para el Gobierno.
“La certificación de reservas es un trabajo muy especializado”, por lo que debe ser realizado por consultoras especializadas, señalan en fuentes petroleras.
En tanto que en la Cámara Boliviana de Hidrocarburos (CBH) “la certificación de reservas es vital para desarrollar la industria de los hidrocarburos. Es tan importante como saber cuál es el inventario que el país tiene para ofrecer y vender”.
Por lo tanto en la CBH “consideramos que la certificación es uno de los temas pendientes y urgentes que hoy deben ser resueltos con un nuevo inventario que permita caminar sobre posiciones más certeras en el negocio del gas y sobre todo le permitan al país establecer políticas de mediano y largo plazo para una planificación adecuada”, remarca.
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