Expertos en hidrocarburos señalaron que la ubicación de la planta de urea y amoníaco que se construirá en Bulo Bulo provocará gastos excesivos en transporte de combustible y de productos, ya que se encuentra lejos de las fronteras.
El ex superintendente de Hidrocarburos Carlos Miranda indicó que si el Gobierno no encuentra mercados para el amoníaco y la urea que se industrializará, el proyecto podrá ser un fracaso, ya que se producirán 650 mil toneladas métricas de urea cuando en Bolivia existe un mercado cercano a 50 mil.
"El ubicar la planta en el Chapare ha sido una decisión propia del señor Evo Morales, en una asamblea de los cocaleros en el Chapare, y por eso no la llevan a Puerto Suárez", puntualizó.
En este sentido, el analista energético Álvaro Ríos destacó que tener una planta de esas capacidades en Bulo Bulo convertirá al proyecto en poco sostenible, ya que tendrá un gran impacto en el transporte del combustible (gas desde Tarija) y transporte del producto industrializado.
"El gas muy posiblemente tendrá que traerse del sur y con un proyecto voluminoso como la urea para los mercados de exportación tendrán serios impactos sobre los ingresos para recuperar inversiones y tener utilidades", sentenció.
Firma del contrato. Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) afirmó que se inició la carrera de industrialización del gas natural, con la firma del contrato con la surcoreana Samsung, que debe entregar la planta operando y produciendo amoníaco y urea.
El presidente YPFB, Carlos Villegas, firmó el contrato para la construcción de la planta, con el representante de Samsung, Jae Youl Kim, en un acto en la capital valluna, Cochabamba.
Consumo y beneficios. La planta tendrá que consumir 1,4 millones de metros cúbicos por día (MMmcd) aproximadamente para producir 420.000 toneladas métricas año (TMA) de amoníaco y 650.000 TMA de urea con 360 días de operación por año.
Según datos oficiales, entrará en funcionamiento entre octubre y diciembre de 2015, y permitirá al sector agropecuario y agroindustrial del país, ampliar el área de cultivo, de 2,9 a 105 millones de hectáreas. Además, la producción permitirá exportar el producto a precios con valor agregado.
El uso de la urea (fertilizante) incrementará la rentabilidad de los cultivos hasta en 40% por hectárea, además, mejorará la producción agrícola y permitirá obtener productos de mejor calidad y con mejor rentabilidad, dice el Gobierno.
Igualmente, según la versión oficial, abrirá las puertas a nuevas inversiones en el sector privado industrial y, sobre todo, beneficiará al agricultor boliviano.
"Es la inversión más grande desde la fundación de la República", destacó el presidente del Estado, Evo Morales.
Detalle
Especialistas alertan sobre posibles riesgos del proyecto
Inversión. Debido a la alta inversión que se está realizando, el experto en hidrocarburos Álvaro Ríos espera que el proyecto de la planta de urea y amoníaco no se convierta en un lastre para el Estado.
"Existe el riesgo de que el proyecto se convierta en un elefante blanco por su ubicación", advirtió.
Industrialización. El ex superintendente de Hidrocarburos y experto en el campo energético Carlos Miranda dijo que el gasto que genere la planta no debe ser menor a la ganancia. Destacó que es necesario encontrar mercados firmes para la urea y el amoníaco.
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