domingo, 1 de mayo de 2016

Caída de precios del petróleo y sus efectos

El consultor privado energético y columnista de El Diario, Boris Santos Gómez Úzqueda, señala que los precios bajos del petróleo afectan a las economías exportadoras de este energético, como Venezuela.

Bolivia no se aleja de la sombra de Venezuela. El presupuesto general de 2016 se calculó el precio del gas natural en 5 $us/millón de BTU (para Argentina) y en 4,4 $us/millón BTU para Brasil; pero la realidad es 3,8 y 3,6 $us, respectivamente, ya que el barril de petróleo fue calculado a 45 dólares.

Menos recursos

En ese contexto, Bolivia recibirá de Argentina por gas apenas 3.8 $us/millón BTU (unidad termal británica) comparativamente a los 8,3 $us que recibía a principios de 2015 (cuando el barril/petróleo cotizaba por encima de 100 $us). La factura a Brasil también podría estar reducida: a solo $us 3,6 millón BTU de los hermosos 7,2 $us/millón BTU que en 2015 se recibía.

En Bolivia, además de ese escenario externo, se tiene que las reservas internacionales netas (RIN) se redujeron más de 1.726 millones de dólares del total que llegó a sumar 15.123 millones de dólares. Las RIN estuvieron en alza entre 2006-2014 durante el boom de los buenos precios del barril de petróleo.

Explico que bajaron los precios del petróleo y consecuentemente bajaron los ingresos de Bolivia y las reservas RIN.

Tomando datos del estatal INE (Instituto Nacional de Estadística) se tiene que los ingresos por venta de hidrocarburos (de gas, concretamente) bajaron en un monto de 3.443,6 millones de dólares (casi 40% menos que el año de buenos precios del petróleo).

“No olvidemos que 65 dólares ingresados a Bolivia de cada 100 son gracias a la actividad de hidrocarburos”.

Reforma Energética

El consultor Boris Santos Gómez Úzqueda indicó que “las nacionalizaciones han concluido, se debe empezar a construir escenarios para la inversión privada”.

Ley

El consultor señala que llegó la hora de una reforma energética, es decir una nueva política energética que vaya más allá del gobierno y sea una política de Estado; se necesita una nueva ley de hidrocarburos. “Eso es lo que siempre he reclamado”, sostiene.

Industrialización

Naturalmente, para tener esta política de agregación o industrialización tenemos que hacer una planificación estratégica, buscar mercados en el marco de una nueva política energética, afirma.

“Usted no puede tener socios si no les da reglas claras de cómo invertir, si no les da facilidades fiscales, y si no les promete que no va a nacionalizar sus negocios de aquí a cinco años”, reflexionó.

Sugiere un modelo mixto, en el cual se permita la llegada de capital, para aprovechar la tecnología, la experiencia, los contactos y el lobby que tienen las grandes compañías multinacionales, para que sean ellas las que busquen el mercado.

El Estado boliviano pasaría a ser socio estratégico de dos maneras: poniendo dinero o poniendo reservas monetizadas. Con esto, rompemos el mito de que Bolivia no tiene dinero.

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