Carmiña Moscoso, enviada especial.- La instalación de gas domiciliario, en gran parte de los barrios de la ciudad de La Paz y El Alto, han permitido que mucha gente facilite la venta de garrafas de Gas Licuado de Petróleo (GLP), en el lado peruano de Desaguadero.
EL DIARIO verificó cómo en las calles peruanas de Desaguadero es común la oferta de garrafas bolivianas, que a diferencia de las del vecino país, por el color (amarillas), mientras que las garrafas azules, violetas y plomas, corresponden al lado peruano.
VENTA A BS 75
Una segunda diferencia es el precio que, si bien algunas de ellas aseguran que sirve solo para el intercambio de garrafa vacía, por una llena, esta registra un valor de 30 soles, equivalente en dinero boliviano a Bs 75, lo que permite una ganancia del 300%.
Muchas de las comerciantes del vecino país, que exponen las garrafas bolivianas en las más de 10 calles del lado peruano, reconocen que estas son internadas, ahora con más frecuencia, ante la reducción de su uso en varias ciudades de Bolivia.
“Ahora más en temporada de feria es que ingresan entre cuatro a ocho carritos, con las garrafas cubiertas, pero diariamente tres a cuatro entran igual, dicen que están usando menos, mientras que en provincia del lado de Puno, se utiliza más estas garrafas, seguimos utilizando y son más grandes que las nuestras, es por eso que nos compran más”, explicó una de las comercializadoras, quien tímidamente tapando sus actividad comercial de garrafas bolivianas en el lado peruano, prefiere no dar más explicaciones, bajo la interrogante del porque se le consulta tanto.
PASO DE COMBUSTIBLES
Solo el comercio de Desaguadero, en el lado boliviano, sabe que la internación de las garrafas bolivianas al Perú se la realiza mediante el paso de botes, en “Playa Azul”, donde las personas cancelan Bs 2, mientras que la carga, tiene un costo mayor dependiendo no solo del peso, sino de quien las envía.
“Playa Azul”, como fue conocida hace más de tres años, es el lugar donde, tanto los que transportan la mercadería en los “Tricicholos” (Pequeños vehículos de transporte), así como los que permiten su navegación de la carga en los pequeños botes a remo, saben que las garrafas y bidones de diésel o gasolina, llegan en horas de la madrugada y logran pasar hasta las 08.00 de la mañana al lado peruano. Mientras que después de las 09.00 en adelante, lo que más se transporta del Desaguadero boliviano son los quintales de maíz, sésamos, aceite, entre otros productos destinados al sector avícola o a los almacenes del comercio del lado peruano en sus provincias tanto de Puno, Tacna, Moquegua, Arequipa, Cusco, Ica, entre otras regiones de la parte andina.
LIBRES DE CONTROL
“¿De quién es esta carga?”, pregunta uno de los balseros, mientras el que traslada la mercadería le responde, “falta es de doña Estela, dos pases más y hay que hacer pasar al otro lado, ya te está esperando”, aseguró uno de los muchachos que cada que ingresa con la mercadería cargada de quintales debe pagar dos soles, en el control que realiza un guardia municipal de Desaguadero en el lado boliviano, quien no controla si lo que ingresa del lado peruano son cajas de bebidas alcohólicas, como wiski, ron, entre otros o lo que sale son garrafas, maíz, combustible, porque solo le interesa cobrar el derecho de pase de dos soles, para entregar un pequeño boleto, que sirve para el pase de toda carga al lado peruano.
Una vez que ingresa la mercadería del lado boliviano a Desaguadero del lado peruano, en las diferentes calles del vecino país, como 20 de Junio, Litoral, Desaguadero, camiones de alto tonelaje F12, aguardan pacientemente en toda la jornada el llenado de la mercadería.
INFRAESTRUCTURA
En esas mismas vías las construcciones de viviendas destinadas al almacenamiento de quintales de mercadería que llegan del lado boliviano, es otra de las actividades que fue desarrollándose en los últimos dos años, ante el incremento del “contrabando hormiga”, al igual que las edificaciones de este tipo de casas, el servicio de los “Tricicholos” o la organización de los propietarios de las barcazas a remo, son otra de las instancias que se incrementa sin el control de ninguna autoridad municipal, policial y menos de las Fuerzas Armadas.
En “Playa Azul”, los propietarios de los “Tricicholos” y balseros son las instancias organizadas que saben qué productos salen al lado peruano y que otros son internados en territorio nacional, en este pequeño pase es una constante actividad, ningún uniformado, autoridad de control es vista, solo ellos son los únicos que controlan y reaccionan ante la presencia de alguna persona extraña al comercio.
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